Dr. Lucio Pabón Núñez.
Óleo de Luis Navarro. Pinacoteca Academia de Historia
de Ocaña
La Academia de Historia de Ocaña recuerda con afecto la vida y obra de uno de sus miembros más destacados, cuyo centenario de nacimiento se cumple el 21 de octubre de 2013.
Sin duda alguna, el personeje más relevante de la vida intelectual de la región de Ocaña y Norte de Santander durante el siglo XX. Su controvertida actividad política en épocas de la violencia bipartidiata de la década de 1940 y luego durante la dictadura del general Rojas Pinilla, lo pusieron en el ojo del huracán, pero siempre supo sortear con hidalguía las acusaciones que llovieron sobre él por parte del liberalismo de la época.
Quienes le conocimos, así como la comunidad académica de Colombia Hispanoamérica y Europa, aún le tienenpor uno de sus baluartes más destacados.
LUCIO PABÓN NÚÑEZ
Por Luis Eduardo Páez García
Academia de Historia de Ocaña
(De la obra Historia de la Literatura en la Región de Ocaña. Bogotá, 2009)
Ensayista, crítico, periodista, político y
académico. Nació en Convención el 21 de octubre de 1913 y murió en Bogotá el 19
de julio de 1988.
Hijo de Crispín Pabón y Victoria Núñez.
Cursó estudios de primaria en Villacaro, de secundaria en el Colegio de José
Eusebio Caro y de San Bartolomé, en Bogotá. En la Universidad Javeriana
obtuvo su título de abogado, en 1943.
El joven Pabón Núñez en 1934
En Bogotá se desempeñó, entre 1937 y 1943,
como bibliotecario de la Universidad Javeriana, jefe de redacción de la
revista Colombia y director de la página literaria
de El Siglo. Luego fue diputado y
Representante a la Cámara
por el Norte de Santander; diputado a la Asamblea Constituyente
(1953-1957), concejal de Ocaña, gobernador del Norte de Santander, Ministro de
Guerra y de Gobierno, diplomático y catedrático de varias universidades de
Colombia y el exterior. Colaboró con periódicos y revistas regionales,
departamentales, nacionales y extranjeras, y perteneció a las más prestigiosas
academias del país, como la
Colombiana de la
Lengua y la
Colombiana de Historia. Por sus servicios prestados a
Colombia, se le otorgaron numerosas distinciones, entre ellas, la Orden de Boyacá.
En la Univeridad Javeriana de Bogotá
Segundo de izq. a derecha
Entre 1936, cuando se publicó su primer
ensayo, Alberto de Mun: en torno a una
vida de pensamiento y acción, y 1984, publicó 13 obras sobre literatura,
crítica y política, y cerca de 20 folletos, lo cual nos indica su gran
capacidad creadora y los diversos temas que dominaba con propiedad.
El historiador Justiniano J. Páez y Lucio Pabón Núñez
en 1954
Destacamos, entre su numerosa producción,
las siguientes obras: La tridivisión del
poder público (1943); Muestras folclóricas del Norte de Santander (1952); Por
la mancha de Cervantes y Quevedo (1962); Palas atenea: poetas, humanistas y
políticos (1967); El libro de las prosas familiares (1984); Valores
intelectuales de Ocaña: Adolfo Milanés y Luis Eduardo Páez Courvel (1982).
DOCUMENTOS, INTERVENCIONES Y BIBLIOGRAFÍA PUBLICADAS
CON MOTIVO DEL FALLECIMIENTO DEL DOCTOR LUCIO PABÓN NÚÑEZ
TH. XLIII, 1988 VARIA 409
THESAURUS. Tomo
XLIII. Núms. 2 y 3 (1988). Lucio Pabón Núñez (1913-1988)
LUCIO PABÓN NÜÑEZ
1913-1988
El 19 de julio de 1988 falleció en Bogotá el Dr. Lucio Pabón Núñez,
ilustre escritor, jurisconsulto, político y académico colombiano. Había nacido
en Convención, departamento de Norte de Santander, el 21 de octubre de 1913.
Fue Miembro Honorario del Instituto Caro y Cuervo y por varios años formó parte
de su Junta Directiva.
Colaboró en Noticias Culturales y en Thesaurus. Digno discípulo del R. P. Félix
Restrepo, en la restaurada Universidad Javeriana de Bogotá, D. Lucio Pabón
Núñez sirvió a la patria con su pensamiento, con su acción, con su actividad
literaria; fue parlamentario, gobernador, ministro, diplomático, promotor del
progreso y de la cultura nacionales.
Fue miembro de número de la Academia Colombiana, correspondiente de la Real
Academia Española, miembro de número de la Academia Colombiana de Historia y de
muchas otras corporaciones doctas.
Bolívar, alfarero de repúblicas; Bolívar, hombre de las constituciones; El
pensamiento político del Libertador, y Bolívar regresa a España son las
obras que aportan mayor testimonio de la nobleza y la coherencia con que el Dr.
Pabón Núñez estudió y enseñó la obra del Padre de la Patria.
Como ofrenda imperecedera a su región natal, D. Lucio Pabón Núñez fundó
la Biblioteca de Autores Ocañeros — publicada en la Imprenta Patriótica del
Instituto Caro y Cuervo—, consagrada a la historia, la poesía, la crítica, las
artes y las letras de la provincia que hospedó a los representantes de la
naciente República de Colombia que asistieron a la Convención de Ocaña. El Dr.
Pabón Núñez dirigió la mencionada Biblioteca en asocio de Jorge Pacheco
Quintero, y quiso confiarla al cuidado editorial del Instituto. De ella se han
publicado veinte volúmenes. El temo 21 será una nueva edición de El
pensamiento político del Libertador que el Dr. Pabón dejó lista para esta
colección.
Su sentido de la historiografía lo llevó a crear el Instituto Colombiano
de Estudios Históricos —lamentablemente no continuado al retiro del Dr. Pabón
Núñez del gobierno—, que estaba llamado a la exaltación de nuestro pasado
nacional y de manera especial a la formación de jóvenes investigadores que
prestaran su colaboración científica a las universidades, academias y centros
de historia.
Conocía las letras españolas, y a los
clásicos castellanos dedicó especiales horas de fructíferas tareas. Del Quijote
y de la Mancha, Por la Mancha de Cervantes y Quevedo y Tres meditaciones sobre Fray
Luis de León, aparecido éste en Thesaurus, son ensayos que ahondan en campos de
nuestra historia literaria, junto con Caro, poeta de la je, de la patria y del
hogar, y otros prólogos en que presentaba a algunos de los autores de la
literatura colombiana.
El Dr. Pabón Núñez fue siempre amigo,
animador, protector y cooperador del Instituto Caro y Cuervo. En su calidad de
director de las páginas literarias de El Siglo dio acogida a los escritos de
los investigadores del Instituto y elogió y difundió las obras de éste.
Asimismo impulsó las tareas y publicaciones del Instituto durante el tiempo en
que desempeñó el cargo de Ministro de Educación Nacional.
Como integrante del Congreso de la República
estimuló la actividad del Instituto, tanto en la Cámara como en el Senado,
corporaciones en las cuales presentó varios proyectos de leyes relacionados con
nuestra institución, que fueron aprobadas; ejerció constante vigilancia sobre las
partidas asignadas al Instituto en el Presupuesto Nacional y obtuvo
la concesión de auxilios fiscales para
algunos proyectos del Instituto.
La mayor contribución económica al desarrollo
de nuestra entidad fue la cuantiosa asignación que, cuando era Ministro de
Gobierno, quiso que fuera destinada al Instituto, con la cual fue adquirida la Hacienda
de Yerbabuena y se adelantaron las edificaciones de la sede del Instituto, hoy
monumento nacional.
Aun de mayor trascendencia fue su
participación, desde la mencionada cartera ministerial, en la expedición del
Decreto Ley 1993 de 1954, orgánico del Caro y Cuervo, por el cual éste adquirió
la categoría de organismo descentralizado, con personería jurídica, autonomía,
capacidad patrimonial y facultad para establecer relaciones y convenios con
entidades y organismos nacionales e internacionales.
Su recia personalidad, la firmeza de sus
ejecutorias, su profunda fe católica, su patriotismo y su vida ejemplar le
permitieron al Dr. Lucio Pabón Núñez realizar un trascendental aporte a la
cultura, al desarrollo y a la grandeza de Colombia.
El Instituto Caro y Cuervo expresó su
sentimiento de pesar por el fallecimiento del Dr. Lucio Pabón Núñez mediante los
siguientes documentos:
RESOLUCIÓN NÚMERO
10336 DE 1988
por la cual se
lamenta el fallecimiento del doctor Lucio Pabón Núñez.
EL DIRECTOR
PROFESOR DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO
en uso de sus
atribuciones legales, y
C O N S I D E R A N
D O:
Que el día de hoy
falleció en la ciudad de Bogotá el doctor Lucio Pabón Núñez, Miembro Honorario
y Miembro de la Junta Directiva del Instituto Caro y Cuervo;
Que el doctor Pabón
Núñez fue promotor destacado en la reorganización
del Instituto como
ente descentralizado, gestión plasmada en el Decreto Ley 1993
de 1954;
Que el doctor Pabón
Núñez perteneció a importantes instituciones como la Academia Colombiana de la
Lengua, la Academia de Historia, la Academia de Historia de Ocaña;
Que el doctor Pabón
Núñez consagró su vida a la patria y al fomento de las letras colombianas
mediante la publicación de numerosas y selectas obras, la fundación de la
Biblioteca de Autores Ocañeros, la formulación de brillantes tesis y, en
general, a través de sus valiosos estudios literarios e históricos;
Que el doctor Pabón
Núñez prestó invaluables servicios al país como Senador de la República durante
más de veinte años;
Que por su talento,
brillantez y amplios conocimientos fue convocado por el Gobierno Nacional para
desempeñar cargos de alta responsabilidad como Ministro de Gobierno, Ministro
de Educación Nacional, Embajador y Miembro de delegaciones colombianas al
exterior;
Que sobresalió como
ciudadano y como ejemplar jefe de familia por su rectitud y por la práctica de
sus singulares virtudes,
R E S U E L V E :
ARTÍCULO PRIMERO. —
Lamentar profundamente el fallecimiento de tan ilustre personaje y señalar su
vida y su obra como modelo de dignidad y consagración al servicio de los
colombianos.
ARTÍCULO SECUNDO. —
Presentar a su distinguida familia la más sentida condolencia de las Directivas
del Instituto y de todos sus colaboradores.
ARTÍCULO TERCERO. —
Ordenar la colocación de un retrato del ilustre ciudadano en la sede del
Instituto Caro y Cuervo en Yerbabucna.
ARTÍCULO CUARTO. —
Copia de la presente resolución será enviada a sus familiares, a la Academia
Colombiana de la Lengua, a la Academia de Historia y a la Academia de Historia
de Ocaña en nota de estilo.
COMUNÍQUESE Y
CÚMPLASE.
Dada en Bogotá, a
los 19 días del mes de julio de 1988.
EL DIRECTOR
PROFESOR DEL INSTITUTO CARO V CUERVO,
IGNACIO CHAVES
CUEVAS
EL SECRETARIO,
ENCARGADO,
CARLOS JULIO LUQUE
CAGUA
ACUERDO NÚMERO 588
DE 1988
por el cual se
honra la memoria del doctor Lucio Pabón Núñez.
LA JUNTA DIRECTIVA
DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO
en uso de sus
atribuciones legales, y
C O N S I D E R A N
D O :
Que el día 19 de
julio de 1988 falleció en esta ciudad de Bogotá el doctor Lucio Pabón Núñez,
Miembro Honorario del Instituto Caro y Cuervo y Miembro de la Junta Directiva;
Que durante su
larga vida pública el doctor Pabón Núñez se destacó en el panorama de las
letras colombianas como dueño de una prosa castigada y culta y autor de varios
libros en los cuales se reflejan sus vastos conocimientos y su seria formación
humanística;
Que el doctor Lucio
Pabón Núñez fue Miembro de Número de la Academia Colombiana de la Lengua, de la
Academia Colombiana de Historia y de otras corporaciones doctas, nacionales y
extranjeras;
Que, en su quehacer
político, el doctor Pabón Núñez, descolló con brillo como Representante y
Senador de la República en varias legislaturas;
Que asimismo, el
doctor Lucio Pabón Núñez, al servicio del Estado, ocupó los Ministerios de
Educación Nacional, de Guerra y de Gobierno y representó a la Nación como Jefe
de varias Misiones Diplomáticas;
Que el doctor Pabón
Núñez demostró siempre una especial predilección por el Instituto, su finalidad
y sus obras;
Que el doctor Lucio
Pabón Núñez fue uno de los promotores de la organización de) Instituto como
establecimiento público descentralizado, mediante el Decreto Ley 1993 de 1954;
Que, en su carácter
de Ministro del Despacho, el doctor Pabón Núñez fue factor decisivo en el logro
de la destinación de una partida extraordinaria para la adquisición de la
histórica casa de la Hacienda Yerbabucna con el objeto de que allí se edificara
la sede principal del Instituto;
Que promovió la
Biblioteca de Autores Ocañeros, editada por el Instituto Caro y Cuervo en
asocio de la Escuela de Bellas Artes de Ocaña, Biblioteca que dirigió intelectualmente
y patrocinó económicamente mediante la destinación de partidas especiales en el
Presupuesto Nacional, y de donaciones privadas;
Que, al tener
conocimiento del deceso del doctor Lucio Pabón Núñez, el Director Profesor del
Instituto lo deploró por medio de la Resolución Número 0.336 de 19 de julio de
1988 y ordenó en la misma providencia la colocación de un retrato del ilustre
personaje, que perpetúe su memoria, en la sede de Yerbabuena,
ACUERDA:
ARTÍCULO PRIMERO. —
Honrar la memoria del doctor Lucio PABÓN NÚÑEZ y ratificar la decisión del
Director Profesor de colocar un retrato del ilustre hombre público y benefactor
del Instituto en la Galena de Yerbabuena.
ARTÍCULO SECUNDO. —
El texto del presente Acuerdo, en nota de estilo, se hará llegar a la familia del
doctor PABÓN NÚÑEZ y a las Academias Colombianas de la Lengua y de la Historia.
COMUNÍQUESE Y
CÚMPLASE.
Dado en Bogotá, a
los 29 dias de noviembre de 1988.
LA PRESIDENTE DE LA
JUNTA DIRECTIVA DEL INSTITUTO CARO y CUERVO,
LUZ HELENA ZABALA
Asesora del
Ministro de Educación Nacional
EL SECRETARIO,
ENCARGADO,
GUILLERMO RUIZ LARA
EXEQUIAS DEL DOCTOR
LUCIO PABÓN NÚÑEZ
Las exequias del
Dr. Lucio Pabón Núñez se oficiaron en Bogotá el 20 de julio de 1988 en la
iglesia de Cristo Rey. En ellas llevaron la palabra el señor obispo de la
diócesis de Ocaña —comarca natal del Dr. Pabón Núñez—, el subdirector de la
Academia Colombiana de la Lengua P. Manuel Briceño Jáuregui S. I. y el Dr.
Antonio Cacua Prada, miembro de número de la Academia Colombiana de Historia. A
continuación presentamos estas oraciones fúnebres.
El Excmo. Sr.
Ignacio Gómez Aristizábal, obispo de Ocaña, leyó esta homilía:
«He peleado la buena batalla, he concluido la carrera, me he mantenido
fiel. Solo me resta recibir la corona que me dará el justo Juez» (II TIMOTEO
4, 7-8).
La personalidad
vigorosa del doctor Lucio Pabón Núñez, la figura más grande en el campo de las
letras que ha dado la provincia de Ocaña en su cuatricentenaria historia,
después de José Eusebio Caro, descansa en la Paz del Señor.
Este bastión
insigne de las tierras Hacahtamas, gloria del departamento de Norte de
Santander, con méritos bien reconocidos a lo largo y ancho del país y más allá
de las fronteras colombianas, nos da hoy su última despedida, para ir a la
Patria celeste y recibir su merecida recompensa.
Muchos cantarán las
glorias de su vasta y envidiable cultura como historiador, filólogo, literato y
político. Pero nosotros en el seno de esta asamblea litúrgica, en la que
tenemos el encuentro más intenso y cercano con nuestro Dios, que pueda darse,
cantaremos su religiosidad, su eclesialidad y su catolicidad.
Su religiosidad
cristiana, porque tenía conciencia muy clara de la presencia del Espíritu Santo
en la interioridad de su ser, que le dinamizaba y le impulsaba cada día hacia
acciones más perfectas ante Dios y ante los hombres. Sabía corresponder a los
impulsos de la gracia para producir frutos de exquisito humanismo.
¿Quién de nosotros
podrá negar que vivió más para los demás que para sí mismo? ¿y que valoró mucho
más el ser que el tener?
Paradójicamente
murió pobre y rico.
Pobre en bienes
materiales, los que nunca codició, porque vio en ellos, no una razón de fin,
sino de medio: por el gran aprecio que tuvo por los bienes de orden superior,
porque comprendió claramente que el dinero en exceso obnubila la mente y
endurece el corazón y que al hombre le basta el pan de cada día; y porque para
sus acciones de política partidista no necesitaba ganarse la voluntad de sus
electores con recursos materiales, ya que sus valores intrínsecos conquistaban
las adhesiones.
Muere rico, sí, en
la posesión de un extenso y profundo patrimonio cultural, consignado
afortunadamente en un gran número de libros y revistas que han alimentado y
alimentarán las mentes de numerosas generaciones presentes y futuras.
Rico en un acervo
de virtudes cristianas, fruto de la acción del Espíritu Santo que habitaba en
su corazón, y de su generosa correspondencia a la gracia divina.
¿Quién de nosotros
no constató el gran gobierno y dominio del sí mismo que siempre lo caracterizó?
¿La bondad exquisita para acoger a cuantos a él se acercaban? ¿La honradez
espiritual, moral y cultural con fuertes repercusiones en su vida externa?
La fidelidad de su
vida conyugal, que hoy se puede considerar como virtud heroica, pero tan rica
en recompensas terrestres y celestes.
La entrega
incondicional al servicio de su amadísima esposa y a la educación de sus hijos,
a los que amaba entrañablemente.
¿Quién de nosotros
no recordará sus esfuerzos constantes para hacer llegar los servicios del
Estado a su provincia, a su departamento y a su país?
¿Y sobre todo, su
accésit y su disciplina para cultivarse intelectual, moral y religiosamente
hasta alcanzar metas insospechadas?
Su eclesialidad y
catolicidad, porque siempre fue un convencido de que la Iglesia es el
instrumento instituido por Jesucristo para que Dios y hombre se encuentren y
abracen en la expresión de un amor infinito; su eclesialidad y catolicidad se
ejercitaban en la búsqueda frecuente de los Santos Sacramentos para recibir la
corriente de la vida divina que Jesucristo quiere comunicar; y porque siempre
profesó gran afecto a los que han sido puestos por Dios para pastorear y
dirigir la Iglesia.
Fue el doctor Lucio
Pabón Núñez ponente en el Senado, en 1973, del Proyecto de Ley, aprobatorio del
concordato del mismo año, tanto en la comisión segunda, como en el Senado en
pleno.
El Obispo de la
Diócesis de Ocaña se goza en presentarlo como un alto exponente de la vida
cristiana; como un modelo para las presentes y futuras generaciones, como un
ejemplo insigne de amor y de sacrificio por la Iglesia.
El Espíritu Santo
que modeló al doctor Lucio, es el mismo Espíritu que acompañó a Jesús a lo
largo de su vida.
Los despojos
mortales del doctor Lucio permanecen acá en Bogotá, y ojalá, después de su
exhumación, sean trasladados a Ocaña, la tierra que lo considera como
patrimonio propio; pero su alma va a los brazos de Dios Padre, en espera de la
resurrección de su carne que será revestida de gloria y de inmortalidad.
Este es el destino
y la meta de quienes viven en la fe, en la esperanza y en el amor.
Oh Padre celestial:
la comunidad cristiana, representada aquí por los familiares y amigos y
coterráneos del doctor Lucio, ofrenda esta vida madura para el cielo.
Que la Santísima
Virgen, a quien tanto amó, sea su eterna compañía.
Y que nosotros, los
que seguimos luchando en el seno de esta Patria convulsionada, tengamos la
inmensa alegría de acompañarle en el cielo, cantando las glorias divinas y
gozando de la luz que no tiene ocaso y de la felicidad que no tiene fin.
Así sea.
El R. P. Manuel
Briceño Jáuregui, Subdirector de la Academia Colombiana y Jefe del Departamento
de Filología Clásica del Instituto Caro y Cuervo, presentó este testimonio:
¡La Academia Colombiana
de la Lengua está presente!
Ha fallecido un
hombre de lucha, que se batió en medio de incomprensiones lancinantes, de
ofensivas poderosas, de adversidades múltiples, de bien logradas victorias y de
realizaciones culturales a granel.
A Lucio PABÓN NÚÑEZ
las dificultades le sirvieron de acicate para la acción y para erguirse con
dignidad, gracias al espíritu caballeroso y a la hidalguía propia de las gentes
de su raza.
Una prolongada,
lastimosa enfermedad, minó su reciedumbre. Este cadáver rígido está diciéndonos
a gritos que por ley de la vida, por voluntad de Dios mejor diría, había hasta
ayer permanecido vivo en su lecho de enfermo días y horas, que se hicieron
meses interminables, aguardando a la hermana Muerte, como la llamara el
'Poverello'.
Cómo PABÓN NÚÑEZ
miraría con nostalgia, en sus momentos tranquilos, antes de la postrera
enfermedad, transformada en infecunda su incansable pluma de prosa cristalina y
estética, embotada la claridad de su pensamiento, paralizada su palabra que
unas veces, en épocas pasadas, lucía con cadencia oratoria en el parlamento
colombiano, otras veces era docta en la cátedra como humanista convencido, otras
acerada en el periodismo, otras finalmente erudita en los ensayos, en la crítica
literaria, en los libros, en especial en los consagrados al Padre de la Patria.
En sus horas de
lucidez vería estática su actividad otrora infatigable cuando en días mejores
iniciaba la Biblioteca de Autores Colombianos, la Biblioteca de Autores Ocañeros,
la Revista Bolívar, las Hojas de Cultura Popular Colombiana, la reedición de
obras agotadas y otras antiguas de historia y sociología; cuando daba brío a la
educación campesina, a la enseñanza industrial, a la Orquesta Sinfónica
Nacional y a tantas empresas culturales que le merecen su reconocimiento y
gratitud.
En las paredes de
su casa penden aún, como recuerdo, aquellos diplomas ganados en franca lid: el
de Bachiller de San Bartolomé, el de Doctor en Ciencias Económicas y Jurídicas
por la Universidad Javeriana, las no pocas distinciones académicas, las
condecoraciones nacionales y extranjeras.
Cómo rememoraría PABÓN
NÚÑEZ, con legítimo orgullo patrio, su carrera diplomática en Portugal y en
Argentina, su sillón de Numerario en la Academia de la Lengua y en la d:
Historia, sus curules en la Cámara, en el Senado, en la Asamblea de su Departamento,
las desveladas tribulaciones durante su gobernación en el Norte de Santander,
su labor en los Ministerios de Educación, de Guerra, de Gobierno y sus logros
políticos...
|Cuánta diligencia
en un breve espacio de tiempo!
Desde la infancia
PABÓN NÚÑEZ se enfrentó a la vida, pues murió su padre cuando el hijo contaba apenas
catorce años. Desde adolescente se ejercitó en las letras, en medio de la escasez
y de la tenacidad que no lo abandonó jamás.
Hoy, humanamente
hablando, PABÓN NÚÑEZ se ha adormecido para siempre.
Mas por la fe
sabemos que en los brazos de Dios su alma habrá de gozar de la felicidad
perpetua de los escogidos. La santa Iglesia con su bendición lo acompañó hasta
el postrimer instante.
En esta despedida
dolorosa tenían que estar presentes la Academia Colombiana de la Lengua y de la
Historia e igualmente el Instituto Caro y Cuervo, lo mismo que numerosos
amigos. Todos hemos venido a acompañar con la amistad a los apreciados hijos y
hermanos y nietos y demás familiares en estos momentos de aflicción, y a
traerles una palabra de consuelo y de esperanza, deseando que el Juez
misericordioso reciba al Dr. Lucio PABÓN NÚÑEZ y le conceda disfrutar de la
eterna bienaventuranza.
«Pensemos en los
muertos, en los muertos queridos cuya imagen llevamos con piedad en el pecho;
que se fueron tan solos y que yacen dormidos en las frías penumbras de su
túmulo estrecho».
Nuevamente la
muerte nos congrega en torno de un amigo entrañable, el académico doctor Lucio
PABÓN NÚÑEZ. Quiso la mesa directiva de la Academia Colombiana de Historia que,
como llevé su nombre a la augusta corporación, sea su vocero en esta despedida.
Conocí al Dr. Lucio
Pabón Núñez en la década del año cuarenta cuando dirigía las más bellas páginas
literarias que se han editado en Colombia, en el diario El Siglo. Desde
entonces, hasta ahora, lo vi y lo oí en el parlamento, en debates de memorable
recordación, en las academias y en los consejos directivos.
El Dr. Pabón Núñez
fue un creyente, un hombre de gobierno, un humanista.
Nació el 21 de
octubre de 1913 en el municipio de San José de Convención, fundado por el ilustrísimo
obispo de Sama Mana, Monseñor José María Esteves Cote, en 1829, y que tomó su
nombre en memoria de la "Gran Convención" de Ocaña. Allí aprendió su
devoción por la patria, por la historia y por el Libertador.
Estudió en el
Colegio José Eusebio Caro de Ocaña, en el de San Bartolomé de Bogotá, y en la
Universidad Javeriana, donde cultivó especial afecto por el Padre Félix
Restrepo S. I. La política y el periodismo lo cautivaron desde los años de
estudiante.
Varias fueron las
publicaciones que dirigió y numerosos los periódicos y revistas en que
colaboró.
Se desempeñó como
diputado a la Asamblea del Norte de Santander y gobernador de la misma comarca,
y como representante a la Cámara y Senador de la República por varios períodos.
Ministro plenipotenciario en Portugal y Embajador en la Argentina. Ocupó el
ministerio de Educación, donde adelantó encomiable labor, y, posteriormente, el
de Guerra. El 13 de junio de 1953 estuvo a punto de ser el presidente de
Colombia y en el nuevo régimen ocupó por tres años [1953-1956] la cartera de
Gobierno.
Miembro de número
de la Academia Colombiana de Historia, de la Academia Colombiana de la Lengua,
de la Academia de Historia de Norte de Santander, de la Academia Caro, del
Centro de Historia de Ocaña y de numerosas instituciones culturales nacionales
y extranjeras, contribuyó en forma entusiasta a su desarrollo y a sus fines.
Escritor castizo y
fecundo, y profundo crítico literario, publicó numerosos libros, entre los
cuales sobresalen:
La Indivisión del
poder público, Quevedo político de la oposición, Muestras folclóricas de Norte
de Santander, Por la Mancha de Cervantes y Quevedo, La linterna y el buho, Del
Quijote y de la Mancha, Palas Atenea: poetas, humanistas y políticos, El
pensamiento político del Libertador y la selecta y bella colección de Autores
Ocañeros, elaborada con gran gusto y dedicación por intermedio del Instituto
Caro y Cuervo, del que fuera miembro honorario, que recoge 19 títulos —el
último: Bolívar, alfarero de repúblicos —
que sirven de ejemplo de cuanto se puede hacer por la nativa tierra
cuando se le siente y se le ama #.
Hace nueve años,
cuando se editó la Monografía de Convención, dirigió al Dr. Francisco Sánchez
Arévalo, unas letras donde le anotó: "Dios, al darme esta larga enfermedad
de crisol para un espíritu cristiano, me ha privado — alabado sea Él siempre—
de escribir la página que deseaba, de alabanza, y estímulo, y vaticinio, sobre
mi cara tierra natal".
El Dr. Pabón Núñez
fue también un auténtico maestro. Varias Universidades lo contaron entre sus
profesores, directivos y rectores.
En los últimos
años, hasta cuando la enfermedad lo postró, estuvo en el Consejo Directivo del
Instituto Universitario de Historia de Colombia, porque si había algo que le
afligía era precisamente la falta de la enseñanza de la historia patria en el
bachillerato.
Su devota
admiración por el Padre de la Patria la concretó en la creación de la Cátedra
Bolivariana, crítica y análisis del pensamiento de nuestro Libertador.
Son numerosos los
trabajos inéditos que quedan de su labor intelectual, lo mismo que sus
"Memorias", a las cuales dedicó sus últimos años.
• Cuando estaba en
preparación esta entrega de Thesaurus, apareció el núm. 20 de la colección de
Autores Ocañeros con el título Ensayistas. (N. de la R.).
El Dr. Lucio Pabón
Núñez actuó siempre como un hombre integral, y rindió un culto especial a la
amistad. Supo cumplir su vocación de ser, al servir denodadamente a su terruño,
a su fe, a su credo y a su patria.
«Lucio Pabón Núñez,
digámoslo de una vez — afirmó Monseñor Rafael Gómez Hoyos al dar respuesta al
discurso de posesión como numerario en la Academia Colombiana de Historia—, ha
esculpido a golpes de cincel su propia estatua, realizando con esfuerzo y tesón
ejemplares, el proyecto existencial que se había propuesto, y creando su propia
circunstancia, como quería don José Ortega y Gasset ».
El Dr. Pabón Núñez
pudo decir como el precursor don Antonio Nariño:
"Amé a mi
patria; cuánto fue ese amor, lo dirá algún día la historia. No tengo que dejar
a mis hijos sino mi recuerdo; a mi patria le dejo mis cenizas".
Cuánto más
quisiéramos decir de este noble señor, académico y amigo. Después de evocar el
amor de su vida —doña Lucila Gaitán Aldana de Pabón Núñez, quien le precedió en
este viaje pero con quien ya se encuentra reunido —, les expresamos a sus hijas
María Mercedes, Ana Lucía, Teresa, Marta Lucila, y a Lucio Antonio, a sus
hermanos Ciro y Carmen Pabón Núñez y demás familiares, nuestro infinito pesar y
nuestro sentimiento de solidaridad.
Ahora, que sea la
inspiración del poeta Rafael Ortiz González quien selle mis palabras:
«Delante de esta
urna cineraria
debemos consagrar
nuestro mensaje
a quien fuera un
hombre de coraje
y un alma
tormentosa y solitaria.
A quien tuvo la
frase lapidaria
y la palabra de
marfil y encaje
y se fue, con el
último celaje
de la tarde, una
noche funeraria.
Mas ¿qué decir
delante de esta urna
breve en que está
su sombra taciturna
y su verbo de
estirpe milenaria?
Arda solo un
silencio de madera
y en lugar de una
sílaba postrera,
digámosle en
silencio una plegaria».
En los Jardines del
Recuerdo llevaron la palabra los oradores Julio Barón Ortega y Euclides Jaime
González quienes en nombre de todos los amigos de Colombia, especialmente de
Boyacá y Santander del Norte, despidieron para siempre al patriota y jefe
incomparable.
A continuación
reproducimos los acuerdos aprobados por algunas
corporaciones
doctas:
ACUERDO NÚMERO 3 DE
1988
LA ACADEMIA
COLOMBIANA
CORRESPONDIENTE DE
LA REAL ESPAÑOLA
C O N S I D E R A N
D O :
Que el martes 19 de
julio, entregó su alma al Creador en la ciudad de Bogotá su eminente individuo
de número de la Corporación don Lucio Pabón Núñez;
Que el ilustre
fallecido sirvió a su patria con amor y dedicación desde los Ministerios de
Gobierno, de Educación y de Guerra, al igual que como diplomático, diputado de
su comarca, representante y senador de la República y que desde estos cargos
favoreció de modo excepcional a la cultura colombiana y a las letras como
pueden atestiguarlo el Instituto Caro y Cuervo y nuestra Corporación, las Bibliotecas
de Autores Colombianos y de Autores Ocañeros y el impulso que dio en el
Ministerio de la Cultura a todos los niveles de la enseñanza;
Que don Lucio Pabón
Núñez desde temprana edad fue un afortunado artífice del oficio e escribir ya
como periodista, ora como ensayista, bien como historiador y folclorista, cuya
obra se caracteriza por lo hondo del pensamiento, la seria información, el
primor del estilo y la riqueza del lenguaje de tan asiduo lector de nuestros
clásicos;
Que entre sus
producciones se destacan algunos libros que colocan al hijo de la provincia de
Ocaña entre nuestros escritores eximios, tales como Quevedo político de la
oposición, Del Quijote y de la Mancha, El pensamiento político del libertador,
La linterna y el búho, Por la Mancha de Cervantes y Quevedo y Prosas
familiares;
Que, como político,
batalló valientemente en favor de sus ideas buscando
siempre el bien
común y no el medro personal, sencillo y humilde en la prosperidad
y con fortaleza
cristiana cuando la fortuna le fue adversa;
Que como ciudadano,
fue esposo y padre ejemplar, amigo sincero, cristiano
convencido y
patriota fervoroso;
Que el deceso de
don Lucio Pabón Núñez significa un motivo de duelo para la patria y para las
letras.
A C U E R D A:
PRIMERO. —
Registrar con profundo sentimiento de condolencia el fallecimiento de don Lucio
Pabón Núñez, cuyo nombre enalteció a la Academia Colombiana durante muchos
años;
SEGUNDO. —
Presentar su existencia como ejemplo de superación, de consagración
al quehacer
literario y de fecunda actividad en todos los campos en que le tocó intervenir;
TERCERO. — Manifestar por medio de este Acuerdo el pésame de la
Corporación a su distinguida familia lo mismo que a la Gobernación de Norte de Santander,
al Instituto Caro y Cuervo y a la Academia Colombiana de Historia.
Dado en Bogotá, a 25 de julio de 1988.
EL DIRECTOR,
EDUARDO GUZMÁN ESPONDA
EL SECRETARIO,
HORACIO BEJARANO DÍAZ
ACUERDO NÚMERO 4 DE 1988
por el cual se honra la memoria de un ilustre académico.
LA ACADEMIA COLOMBIANA DE HISTORIA
C O N S I D E R A N D O :
a) Que el académico numerario señor doctor Lucio PABÓN NÚÑEZ falleció en
esta ciudad el día 19 de julio de 1988;
b) Que el doctor Pabón Núñez honró a Colombia como destacado hombre público
en el ejercicio pulcro y decoroso de altas posiciones del Estado, tales como
Gobernador del Departamento de Norte de Santander, Ministro del Despacho en las
Carteras de Gobierno, Guerra y Educación, Representante y Senador de la
República y Embajador ante los Gobiernos de Argentina y Portugal;
c) Que desde tan eminentes posiciones el doctor Pabón Núñez
ejerció un noble mecenazgo intelectual e impulsó empresas de cultura no sólo en
su Departamento, sino también a nivel nacional, entre las cuales descuellan el generoso
patrocinio que otorgó a la ACADEMIA COLOMBIANA DE LA LENGUA, a la SOCIEDAD
BOLIVARIANA DE COLOMBIA, al INSTITUTO CARO Y CUERVO y a otras entidades
culturales;
d) Que en su calidad de Ministro de Educación Nacional reforzó la
enseñanza de la Historia en todos los grados, creó la Cátedra Bolivariana, fomentó
los estudios históricos, propició la formación de investigadores de acuerdo con
los métodos modernos y auspició múltiples publicaciones en este campo;
e) Que como ágil,
veraz y ameno cultor de la Historia Patria, el académico Pabón Núñez dejó obras
de singular valía, que constituyen aporte excepcional al mejor conocimiento del
acontecer histórico nacional;
f) Que su profusa obra literaria e histórica rebasó los lindes patrios y
le hizo acreedor a significativas distinciones académicas de respetables
instituciones del extranjero;
g) Que desempeñó con singular competencia la cátedra universitaria en
respetables centros docentes y ejerció la Rectoría de la Universidad la Gran
Colombia;
ACUERDA:
Artículo 1° — Lamentar, una vez más, la sensible desaparición del doctor
Lucio PABÓN NÚÑEZ, Académico de Número de esta Corporación.
Artículo 2° —
Proponer su ejemplo de austeridad, señorío, virtudes cívicas y cristianas, de
esfuerzo constante y dedicación completa a las nobles faenas del Espíritu, como
digno de imitarse por las generaciones presentes y futuras.
Artículo 3° —
Expresar su sentimiento de sincera condolencia al Congreso Nacional, al
Gobierno y al pueblo del Departamento de Norte de Santander, a la Sociedad de
Ocaña, su tierra natal, como también a los miembros de su distinguida familia,
en cuanto que la muerte del doctor Pabón Núñez significa pérdida irreparable
para las letras y la cultura nacionales.
Artículo 4° —
Dedicar un número del Boletín de Historia y Antigüedades a la exaltación de su
memoria y a recoger una selección de sus importantes trabajos históricos.
Artículo 5° — Copia
del presente Acuerdo, en nota de estilo será entregada a sus familiares y
sendos ejemplares del mismo serán enviados a los Presidentes de las dos
Cámaras, al Gobernador del Departamento de Norte de Santander, al Alcalde de la
ciudad de Ocaña, a la Academia Colombiana de la Lengua, a la Sociedad
Bolivariana de Colombia y al Instituto Caro y Cuervo.
Dado en Bogotá, a
18 de octubre de 1988.
EL PRESIDENTE,
GERMÁN ARCINIEGAS
EL ACADÉMICO
SECRETARIO,
ROBERTO VELANDIA
REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA
Por su parte, la
Real Academia Española envió a la Academia Colombiana este mensaje:
Enterada la Real
Academia Española, en junta celebrada anoche, del fallecimiento del ilustre
académico de número de esa Corporación don Lucio Pabón Núñez, acordó que
constase en acta el sentimiento de este Cuerpo literario y que se diese el más
sentido pésame a su Correspondiente la Academia Colombiana por tan sensible
pérdida.
Lo que tengo el
honor de comunicar a V. S.
Madrid, 2 de
diciembre de 1988.
EL SECRETARIO,
ALONSO ZAMORA
VICENTE
BIBLIOGRAFÍA DE LUCIO PABÓN NÚÑEZ
I . L I B R O S Y F O L L E T O S
Alberto de Mun: en torno a una vida de pensamiento y acción, Bogotá,
1936.
Algo sobre literatura China, Bogotá, Instituto Colombiano de Amigos de la República
de China, 1978, 38 págs., ilus.
Antecedentes inmediatos y significación política del 13 de junio de
1953, Bogotá, 1953.
Bolívar, alfarero de repúblicas, Ocaña, Publicaciones de la Escuela de Bellas
Artes,
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Bolívar, el hombre de las constituciones, Caracas, Biblioteca
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Centenario de ¡a Constitución de 1886, Bogotá, 1986.
Conferencia del señor Ministro de Educación Nacional ... pronunciada en la noche del 15 de
septiembre de 1952, Bogotá, Imp. Nacional, 1952, 19 págs., tabs.
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Del Quijote y de la Mancha, Bogotá, Ediciones de la Revista Ximénez de
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Democracia y frente nacional. Palabras pronunciadas en la sesión del día 25
de octubre de 1962, Bogotá, Imp. Nacional, 1963, 19 págs.
El conservatismo y el programa católico bolivariano del Presidente Rojas
Pinilla, Bogotá, 1954.
El Estado, la paz y la prensa, Bogotá, 1956.
El fantasma de un nuevo partido, Bogotá, 1955.
El pensamiento político del Libertador, Bogotá, Imp.
Nacional, 1953, 227 págs., ret. (Apéndice: Ideas constitucionales de
Bolívar, por Lucio Pabón Núñcz, y Dos ensayos sobre el Libertador, por
Jesús Estrada Monsalve).
El pensamiento político del Libertador, 2* ed. [Bogotá],
Instituto Colombiano de Estudios Históricos, [1955], xxi, 349 págs.,
láms.
Apéndice: Dos ensayos sobre el Libertador, por Jesús Estrada
Monsalve. Bibliograjía bolivariana, págs. 301-328.
El prólogo a esta edición lo constituye el estudio Ideas
constitucionales de Bolívar, por Lucio Pabón Núñez, que se encuentra como
apéndice de la 1» edición.
Exposiciones, política y administración, Cúcuta, 1950, 109
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Félix Restrepo, S. I., educador y humanista, Bogotá, Instituto
Caro y Cuervo, 1979, 52 págs.
La acción europea en Iberoamérica: punto de vista americano, Madrid, Centro
Europeo de Documentación e Información, [1962], 9 págs. (X Reunión Internacional
del CEDÍ, Madrid, 7 al 9 de julio, 1961).
La linterna y el buho, Madrid, Ediciones Hispanolusoamericanas, 1962, 434
págs.
La tridivisión del poder público, Bogotá, Edit. Voluntad, 1943, 142 págs. (Tesis.
— Universidad Javeriana, Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas).
La verdad, la clave
y las consecuencias del caso del señor Felipe Echavarría, Bogotá, 1953.
Lo que pasó en El
Carmen, Cúcuta, 1950.
Los grandes
problemas de la política colombiana en nuestros días, Bogotá, 1964.
Muestras
folklóricas del Norte de Santander, Bogotá, Edit. Cosmos, 1952, 172 págs.
(Biblioteca de Autores Colombianos, 21).
Nacionalismo contra
sectarismo, Bogotá, 1955.
Orientación
política de la actual administración, Bogotá, 1954.
Palas Atenea:
poetas, humanistas y políticos, Cúcuta, [Iinp. Departamental], 1967, 236 págs.,
ilus. (Biblioteca de Autores Nortesantandereanos, 18).
Por la Mancha de
Cervantes y Quevcdo, Madrid, Ediciones Hispanolusoamericanas, 1962, 111 págs.
Prosas familiares,
Bogotá, A. Sandri, 1984, 159 págs.
Quevedo, político
de la oposición, Bogotá, Edit. Argra, 1949, 266 págs.
Tres intervenciones
del doctor Lucio Pabón Núñez en el Senado de la República, Bogotá, Imp.
Nacional, 1963, 131 págs.
Tres meditaciones
sobre Fray Luis de León, Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1965, 56 págs.
(Separata de Thesaurus (Bogotá), XX, 1965, págs. 241-296).
Un Senador ante el
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Caro, poeta de la fe, de la patria y del hogar, en JOSÉ EUSEBIO
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Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1973, págs. 9-29. (Ediciones
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Guillermo Quintero Calderón o un gran carácter, en EUCLIDES JAIME
G., Quintero Calderón, presidente y guerrero, Ocaña, Publicaciones
de la Escuela de Bellas Artes, 1980, págs. 9-18 (Biblioteca de Autores Ocañeros,
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Unas cortas palabras de introducción, en Novelistas y
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Condecoración al doctor Lucio Pabón Núñez, Orden del Infante don
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Del plagio y de las injlucncias literarias y otras tentativas de ensayo,
Lucio Pabón Núñez, Bogotá, Imp. Nacional, 1965, en Boletín de la Academia Colombiana
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ceremonia excepcionalmente solemne, la mis alta condecoración de aquel
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Félix Restrepo S. /., educador y humanista, Bogotá, Instituto
Caro y Cuervo, 1979, reseña en Boletín de la Academia Colombiana (Bogotá), XXX
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GÓMEZ HOYOS, RAFAEL, Lucio Pabón Núñez, político y letrado. Respuesta
del académico numerario Monseñor Rafael Gómez Hoyos en nombre de la
Corporación al discurso de don Lucio Pabón Núñez, al tomar posesión como miembro de
número de la Academia Colombiana de Historia, en Boletín de Historia y
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de 1982, págs. 881-891.
LEÓN REY, José ANTONIO, Revaluación de Sancho Panza. Respuesta al
discurso de Lucio Pabón Núñez al tomar posesión de su silla como miembro numerario de
la Academia Colombiana, en Boletín de la Academia Colombiana (Bogotá) XIV
(1964), núm. 51, págs. 59-70.
Lucio Pabón Núñez [folleto editado por la familia Pabón Gaitán en el
que se recogen principalmente los discursos pronunciados con motivo del
fallecimiento del Dr. Pabón y también los artículos que con el mismo motivo aparecieron
en algunos periódicos del país], Bogotá, 1989, 101 págs.
Lucio Pabón Núñez, un senador ante el nuevo Concordato, Bogotá, Imp.
Nacional, 1975, reseña en Boletín de la Academia Colombiana (Bogotá),
XXV (1975),
págs. 296-297.
Posesión del Académico don Lucio Pabón Núñez, en Boletín de la
Academia Colombiana (Bogotá), XIII (1963), págs. 397-398.
NOTA. — La anterior
bibliografía fue preparada con la colaboración del
Departamento
de Bibliografía del Instituto Caro y Cuervo.