sábado, 7 de mayo de 2011

OCAÑA, HISTORIOGRAFÍA MARIANA

EL ESPLENDOR DE LA TORCOROMA


Por Luís Eduardo Páez García

El 16 de agosto, como es ya tradición, los ocañeros celebramos la aparición de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, que tuvo lugar en 1711.



El informe más antiguo sobre la milagrosa imagen, data de 1774, y se debe al doctor Agustín Francisco del Rincón, Cura Rector Beneficiado de Ocaña y Vicario Eclesiástico, en cumplimiento de una solicitud que se hiciera a "los curas párrocos de las ciudades de Ocaña, Varinas (sic), Girón y pueblo de Tota que sin dilación alguna informen con certificación al Concilio de los hechos, que se expresan en el pedimento presentado por el Dr. D. Agustín Manuel Alarcón, así del aparecimiento de la Virgen de piedra (sic), que parece se venera en dicha ciudad de Ocaña; de la circunstancia de su aparecimiento; de la aprobación que hubiere tenido de los Ordinarios; de su figura y representación; como también de las de la Virgen del Real de la ciudad de Varinas; del crucifijo del pueblo de Tota; y del que también se venera en una capilla en el distrito de Girón, que se llama el Santo Cristo de los Milagros; y su Vicario recoja el librito manuscrito de la historia de ellos, y sin dilación le remita al concilio para su inspección". Esta solicitud está firmada por el eminente sabio, doctor José Celestino Mutis, quien era a la sazón, notario del Concilio que se celebraba en Santafé.




´Capítulo VI de la obra Floresta de Santa Marta, del
Alférez Nicolás de la Rosa. Véase lo relativo a las advocaciónes
de la Virgen de Torcoroma y de Chiquinquirá, en Río de Oro (Cesar)
Obra escrita en 1739 y publicada por primera vez en 1742


Para este año de 1774, la Virgen de Torcoroma ya había sido colocada en la iglesia parroquial y se le rendía culto. El informe que mencionamos, recoge las declaraciones de don Miguel Antonio Copete, padre sacristán mayor, don Juan Antonio Lomberto y Torrado, Cura doctrinero, de don Juan del Rincón, de 84 años de edad, de don Tiburcio Cañizares, de 75 años, de don Miguel Antonio de Aro, Comisario de la Santa Cruzada, del presbítero don Pedro José Maldonado, y de don Simón Tadeo Pacheco, cura doctrinero de San Juan Crisóstomo de la Loma y pueblos cercanos. Coinciden las declaraciones refrendadas ante el Notario Joaquín Quintero, que la imagen se apareció en la astilla de un árbol cortado para hacer un dornajo, a Cristóbal Melo y sus hijos José y Felipe, en el llamado monte de Torcoroma.

Carátula de la obra del Padre Joaquín Gómez Farelo,
edición hecha en Ocaña en 1881


En 1788, el maestro Joaquín Gómez Farelo, Comisario del Santo Oficio y cura de Ocaña, quien fuera también Limosnero Mayor de Nuestra Señora de Torcoroma, escribió un opúsculo titulado "Reseña histórica de la aparición de Nuestra Señora de la Concepción en el Monte de Torcoroma en Ocaña", que se publicó en la Imprenta Real en 1805, haciéndose una segunda edición en la Imprenta de don José A. Jácome, en Ocaña, en 1881.

Señala el padre Gómez Farelo, con base en el primer documento hecho por Agustín Francisco del Rincón, que en visita que hizo a Ocaña en 1716, el señor Obispo de Santa Marta don Fray Antonio de Monroy y Meneses, "a los cinco años de haberse aparecido", el prelado aprobó su culto y nombró como "Camarera de las prendas y ropa de altar que la devoción había contribuido a este santuario, a Pascuala Rodríguez", quien era la esposa de Cristóbal Melo. Esta reseña, nos habla de los milagros que obró la Virgen de Torcoroma en varias personas, como doña Juana Quintero aquejada de "flujo de sangre luvia"; Margarita Picón, quien "padecía mucho tiempo una lepra tan fatal en una mano y brazo". La reseña incluye también un Certificado del Ayuntamiento, firmado el 26 de junio de 1801 por: "Don José Joaquín Rizo, Alguacil Mayor del Santo Oficio por el Tribunal de la Santa Inquisición de Cartagena de Indias, Corregidor, Justicia Mayor y Presidente del Ilustre Ayuntamiento; Don Simón Jácome, Alcalde Ordinario de primera nominación; Don Juan Rafael del Real, de segunda por su Magestad; Don Antonio Luis Jácome, Regidor Alférez Real; Don José Ignacio León, Regidor depositario general". Este Certificado contiene también noticia de varios milagros hechos por la Virgen de Torcoroma en las siguientes personas: Presbítero don Juan Rodríguez, "enfermo de un tabardillo violento"; Benito de Amaya, herido por espada; Presbítero don Ignacio de Cardona, Visitador Eclesiástico quien puso en tela de juicio la milagrosa imagen y fue atacado de un "repentino dolor cólico"; don Joaquín José Rizo, Corregidor, atacado de "dolor de hijada"; doña Josefa Antonia García, quien llevaba en su vientre la criatura ya muerta. Así mismo, se menciona a don Miguel de Ibáñez, Juez de Puertos y padre de las famosas Nicolasa y Bernardina Ibáñez, quien también fue sanado de un "fuerte dolor cólico", por la Virgen de Ocaña.

A la narración de estos portentos, se suman otros, como los relativos a las aguas manadas de la fuente del monte de Torcoroma, que curaron a varios enfermos o evitaron que se secasen arroyos en algunas labranzas de la región.

Tanto el primer informe, elaborado por el doctor Agustín Francisco del Rincón y titulado "Auténtica Información sobre la formación, figura y milagros de Ntra. Sra. María Stma. Titulada de Torcoroma, que se venera en Ocaña, desde el año de 11", como el segundo del padre Gómez Farelo, son invaluables documentos de la historiografía ocañera y precioso testimonio de fe de un pueblo que no ha cesado de venerar su advocación mariana durante los años que han transcurrido desde su aparición.

Es cierto que existen algunas incongruencias en cuanto a la fecha del milagro, pero todo ello pasa a un segundo plano ente el esplendor de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma. Para 1850, año en que visitó a Ocaña la Comisión Corográfica, con don Manuel Ancízar a la cabeza, detalles del milagro y sus implicaciones sociológicas fueron recogidos en la obra Peregrinación de Alpha, que se publicó como crónica de la importante Comisión científica.

En 1961, la imagen salió por primera vez de la región rumbo a Barranquilla, donde la crecida colonia regional la esperaba ansiosa y reverente. Y en las horas de la mañana del 11 de marzo de 1981, los ocañeros conocimos la noticia del robo sacrílego de la imagen, cometido por Carlos A. Delvechio y dos sujetos más. La oportuna intervención de las autoridades logró que se recuperara la imagen y algunos objetos de culto sustraídos de la capilla, devolviendo con ello la tranquilidad a un pueblo que se mantuvo en vilo durante las angustiosas horas en que la Torcoroma permaneció en poder de los delincuentes.

Hermosos poemas, melodías, efigies, obras de arte, crónicas y escenificaciones del milagro de la aparición, han mantenido vigente en el pueblo la devoción por la Torcoroma cuya luz irradia desde la frescura del santuario hacia la patria dolida.

ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS GRACIAS DE TORCOROMA

La ermita en 1884



Se levanta en la montaña de la Torcoroma, localizada hacia el sur de la ciudad. En este sitio, según la tradición, apareció la imagen de la Virgen María el 16 de agosto de 1711. La capilla data de 1875. Fue sometida a restauración, y el área adyacente se intervino para mayor comodidad de los visitantes; las obras concluyeron en 1974, siendo Ministro de Obras Públicas el doctor Argelino Durán Quintero. El 26 de noviembre de 1984, por medio del Decreto 2861, emanado de la Presidencia de la República, se declaró el conjunto como Monumento Nacional.

La ermita en 1888, acuarela de Eusebio Posada,
Museo Antón García de Bonilla, Ocaña


La devoción por Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma se ha venido extendiendo por todo el país, existiendo hoy en día, capillas e iglesias en Bogotá, Barranquilla, Cúcuta, Bucaramanga, Barrancabermeja y Cartagena, donde los fieles se congregan para celebrar a la celestial patrona.

Dos historiadores de la Región de Ocaña, han dedicado sus esfuerzos investigativos, a la advocación mariana de Torcoroma: Monseñor Leonel Antonio Pineda Guerrero y el presbítero Edwin Avendaño Guevara, ambos miembros de nuestra Academia de Historia de Ocaña. Aspiramos ver pronto las obras de estos dos investigadores comprometidos con su fe y su labor académica, torcoromanos de corazón.

Procesión con la imagen, calle de la Amargura


El 16 de agosto de 2011, se celebrarán los 300 años de la gloriosa aparición, y para tal efecto ya se están proyectando obras y actividades que realcen regional y nacionalmente la importancia de esta advocación mariana en Colombia y la espiritualidad de un pueblo fiel a sus principios y valores heredados de los ancestros.

Sean estas notas, parte del homenaje que desde la Academia de Historia de Ocaña tributan sus miembros a la Virgen de Torcoroma en el tricentenario de su milagrosa aparición.


El santuario de la Virgen de Torcoroma, hoy

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