jueves, 18 de agosto de 2011

IGNACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL, EL BUEN PASTOR DE LOS OCAÑEROS

CRÓNICA MÍNIMA DEL TRICENTENARIO DE LA VIRGEN DE TORCOROMA

Durante las ceremonias conmemorativas de los 300 años de aparición de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, los ocañeros destacamos la presencia de Monseñor Ignacio Gómez Aristizábal, segundo Obispo de Ocaña, quien dejó una honda huella en la Diócesis, entre los sacerdotes y la ciudadanía, en general.


Monseñor Ignacio recibe el afecto de sus amigos
en el estadio Hermides Padilla

Como siempre, y tal vez al igual que cuando se produjo la solemne festividad de la Virgen del Rosario, en Río de Oro, Monseñor Ignacio volvió a la tierra de sus viejos afectos en compañía de la nutrida delegación de la jerarquía católica colombiana. El Nuncio, los Obispos y los sacerdotes de toda la Diócesis y de fuera de ella. El pueblo le aplaudió y se regocijó de tenerlo, al menos durante los días del apoteósico certamen religioso que convocó a toda la sociedad local y regional, incluyendo a muchos visitantes del país y el exterior.


Aplausos y alegría de los ocañeros
ante la presencia de Monseñor Gómez Aristizábal.

Igual de risueño, de locuaz, de modesto, de culto; con la palabra precisa en los labios y el comentario oportuno; con la deferencia de siempre para con sus viejos amigos.

Monseñor ignacio Gómez Aristizábal conoce a fondo la multitud de problemas que embargan a Ocaña y su antigua Provincia. Él mismo sintió esos embates de la maledicencia, las amenazas de los violentos y una que otra ingratitud. Nada lo ha hecho cambiar, sigue siendo el mismo Pastor Bueno que reemplazó a Monseñor Rafael Sarmiento Peralta y le legó a la región obras materiales, orientación y consuelo espiritual.


Monseñor Ignacio Gómez en la sala de Arte Religioso
del Museo Antón García de Bonilla

Por eso cuando le recibimos en el Museo Antón García de Bonilla y acompañamos sus pasos en la exposición dedicada a la Virgen de Torcoroma y la visita a las otras salas del museo, nos sentimos complacidos como muchisimos otros paisanos que nunca olvida su figura y su voz pausada, alegre y comprensiva.


Doña Mary Sánchez Gómez, Monseñor Ignacio Gómez
y el sacerdote de la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia,
acompañante de Monseñor.

Ocaña siempre estará en deuda con este hombre dedicado a Dios y al pueblo.

El mensaje de Monseñor Ignacio Gómez
con motivo del tricentenario mariano de Ocaña

"El santuario llamado del Agua de la Virgen, la Capilla y las fiestas en honor a Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, son los lugares y momentos más significativos del culto que nuestras feligresías rinden a la Santísima Virgen. Este culto practicado a lo largo de tres siglos ha contribuido para que el amor y la práctica del culto ocupen un lugar muy central dentro de la cultura ocañera. En esta forma, esta región mariana por excelencia, que tiene el país colombiano, se incorpora al culto que  la Iglesia universal tributa a María desde el siglo cuarto cuando tomó una fuerza especial..." (Aparte del  mensaje del Arzobispo Emérito de Santa Fe de Antioquia y Administrador Apostólico de Tibú. Tibú, 9 de agosto de 2011).

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