domingo, 19 de enero de 2014

OCAÑA EN LA DÉCADA DE 1940




Del libro "Historia de la Región de Ocaña. Luis Eduardo Páez García. Jaguar Group Producciones. Bogotá, 2009.
 
CAPÍTULO VIII

DÉCADA DE 1940
HECHOS DESTACADOS DEL DECENIO

El 10 de enero, se firma el contrato de nacionalización del COLEGIO DE JOSÉ EUSEBIO CARO, entre el doctor Alfonso Araújo, Ministro de Educación y el doctor Manuel Roca Castellanos, en representación del gobierno de Norte de Santander. El Colegio Caro venía funcionando como entidad departamental desde 1911.

EL ASILO DE ANCIANOS DE SAN ANTONIO. El 4 de febrero se inaugura esta entidad de beneficencia, quedando bajo la dirección y cuidado de las Hermanas de los Pobres de San Pedro Claver. Don Luis A. Sánchez Rizo, quien fuera uno lo de los benefactores e impulsores de la obra, señala que: ''Fue su primera directora la R.M. Norberta de San José a quien acompañó la R.H. Elvira, que después fue superiora en dos ocasiones distintas y se le recuerda con gratitud. La idea del Asilo la concibió el R. Padre Manuel Benjamín Pacheco, siendo Párroco de Santa Ana cuando fue decretado un auxilio para la celebración del primer centenario de la Gran Convención, de cuya Junta era Presidente''. La ceremonia de inauguración estuvo presidida por el Obispo  de Santa Marta, Monseñor Joaquín García Benítez.

1940. Con base en las anotaciones del historiador Luís A. Sánchez Rizo, conocemos que el 9 de marzo de 1940 se inauguró una primitiva emisora, denominada LA VOZ DE OCAÑA, cuyos propietarios fueron los señores Luís R. Linero G., y Samuel Paba Jaime, cuyos equipos consistían en micrófonos y altoparlantes. Para el 20 de julio de 1940, esta primera radiodifusora ocañera se vinculó a la efeméride patria con una programación especial que reseña la revista Hacaritama, (No. 66, julio de 1940) así: "Digno de especial mención fue el acto con que cerró el programa, consistente en la Audición anunciada en él y con la cual los señores Luís R. Linero G, y Samuel Paba Jaime,  propietario y locutor oficial de la Radio Emisora ´La Voz de Ocaña`, con el patriotismo que los distingue, por medio de sus micrófonos hicieron sentir en el mundo que aprovecha el maravilloso los Libertadores en la Epopeya que se inició el 20 de julio de 1810…Tomaron parte de este certamen de patriotismo, con bellos recitales y conciertos musicales, las señoritas doña Margarita Pacheco Ceballos, doña Graciela de la Rosa y doña Dorita Gómez Quintero; y los señores Jesús A. Lombo Bonilla, Astolfo Castilla y Samuel Paba Jaime (el locutor de la Emisora)".

Entre el 5 y el 10 de mayo de 1940,  se celebró en Bogotá el Congreso de Historia y Geografía, en la sede de la Academia Colombiana de Historia. Asistió al certamen el doctor Luis Eduardo Páez Courvel, quien presentó ante el Congreso su trabajo Historia de las Medidas Agrarias Antiguas, una de sus más importantes producciones bibliográficas, editada luego en Bogotá por la editorial Voluntad. Con el tiempo, este libro se convirtió en herramienta obligada de consulta, recibiendo altos elogios de los expertos en la investigación histórica nacional.

La Ordenanza Nº 32 de 17 de junio de 1940, autorizó la colocación de un busto del general Francisco de Paula Santander en la Plaza del 29 de mayo, como homenaje en el primer centenario del fallecimiento del héroe.

16 de septiembre. En la casa que fuera residencia del poeta Euquerio Amaya,  se inaugura la ESCUELA MODELO ADOLFO MILANÉS, como homenaje al destacado felibre.

El 1 de octubre, fallece el general César Paba. El notable hombre público participó en las guerras civiles del siglo XIX y obtuvo el rango de general durante la guerra de los Mil Días. Fue periodista y aficionado a las matemáticas, llegando a pertenecer a la Sociedad Astronómica de Francia. Se desempeñó también como Prefecto de la Provincia de Ocaña, Gerente de la Empresa de Energía Eléctrica y Alcalde de Cúcuta en 1900. Fue también uno de los miembros fundadores del Centro de Historia de Ocaña, en 1935, hoy Academia.

1941
Mediante Proposición  Nº 195 de 1941, la Asamblea de Norte de Santander protestó ante el gobierno nacional por los atropellos cometidos por funcionarios de la South American Gulf Oil Company, quienes construyeron una carretera afectando los caminos comunales que conducían a la zona del Catatumbo. Las regiones más afectadas fueron Convención y El Tarra, cuyos cultivos de café se vieron desatendidos por la falta del tránsito libre. En este mismo sentido, se pronunció la Sociedad Provincial de Agricultores de Ocaña, la cual envió la correspondiente nota al Gobernador Guillermo Eliseo Suárez. La magnitud de la afectación a los labriegos locales y a la economía general de la región, hizo necesaria la intervención de personalidades políticas de la época, como don Luciano Jaramillo y Januario Sarmiento, Sixto Reyes Peinado, Alejandro Fernández Yáñez y funcionarios oficiales que comenzaron a cuestionar el contrato Chaux-Folson, por considerar que la compañía extranjera estaba violando sus estipulaciones 67

En el mes de junio, el arquitecto italiano Aladino Benigni,  inicia los trabajos de construcción de la Plaza de  Mercado  de Ocaña.

El 30 de junio, se constituyó el Comité de Cafeteros del Municipio de Ocaña, el cual quedó integrado, así: Presidente, Francisco A. Gómez; Vicepresidente, Martín Quintero R.; Vocales, Pablo Carrascal A., Temístocles Osorio P., Luis Becerra; suplentes:
Benito Cabrales Pacheco, Octavio Montaño y Félix Zurek; secretario, Marco T. Jácome

En el mes de octubre, la prensa local registra las peticiones de los ciudadanos habitantes del barrio de Tacaloa, para que se construya un parque y se lleven a cabo obras que pongan fin a las arremetidas del río Chiquito, en época invernal. El sector de La Piñuela también se vio afectado por las avenidas del río, dejando pérdidas en este mes, por la suma de cinco mil pesos

El distinguido y competente médico, Ramón Cabrales Pacheco, contrae matrimonio con la señorita Eva Aycardi Cabrales. El galeno, Director del Centro de Higiene de Ocaña, se destaca en este año, por sus campañas en pro de la salud pública de los ocañeros.

En el mes de diciembre, es elegido como Alcalde Municipal el señor Carlos Daniel Lemus S.
1942

Este año, por iniciativa de don Francisco Arévalo, se conforma la Banda Municipal en La Playa de Belén. Un interesante trabajo, realizado por Álvaro Claro Claro en octubre de 1984, titulado Reminiscencias de la Banda Municipal La Merced, recoge los pormenores de la creación de aquella agrupación musical que desapareció dos años después. Narra el autor del escrito, que don Francisco Arévalo convocó inicialmente a don Julián Arenas Pérez "Cayán", quien a la sazón residía en Convención. "Cayán" se traslada a La Playa y allí se logra organizar la agrupación musical que estuvo integrada por los siguientes personajes: Benjamín Claro (clarinete), Jesús Bayona (flauta), Juan de Dios Claro (cornetín corto), Julián Arenas Pérez "Cayán" (marcante), Samuel Guillermo Claro Arenas (bajo), Carmito Jesús Ovallos Arenas (bombo), y Benjamín Franco (caja). La Banda de La Merced se organizó sin contar con apoyo oficial. Durante su corta existencia, fue la encargada de amenizar los festejos de La Playa, misas de aguinaldo y recrear a la población con las retretas en el atrio de la iglesia. El municipio les cancelaba cinco pesos por retreta. El famoso "Cayán", entrevistado por el autor de la reseña que citamos, fue quien suministró los interesantes datos, agregando que la Banda también tocaba los bailes a razón de cinco centavos por pieza. En 1944, al desintegrarse la Banda, "El bombo, los platillos y el marcante fueron vendidos a Guillermo Sarmiento, de Convención, quien más tarde los vendió al municipio de San Calixto".

El 10 de febrero de 1942 aparece el periódico Favonio, publicado en Convención por el intelectual  Ezequiel Quintero  Solano. A la  fecha, ha sido el órgano periodístico más destacado de este municipio.

En junio de 1942 sale la primera edición de la revista Antena, órgano del Centro de Estudios Pedagógicos "Luis Tablanca". Fue su director Carlos C. Sepúlveda, redactores José López Manzano y María Cristina Serna de Velandia, administrador Víctor Vera y encargada de la publicidad Bertha Luisa Uribe. La Mesa Directiva del Centro estaba conformada, así: Presidente, Lucas Valderrama G., Vicepresidenta Elisa Barrera Rincón, Tesorera Bertha Luisa Uribe y Secretario José López Manzano. Más adelante, se vinculó a la redacción de la revista Carmen Eliécer Quintero Torrado.
En el mes de julio falleció el empresario y hombre cívico, don Temístocles Osorio P., en Ocaña. La Asamblea de Norte de Santander aprobó una proposición en su homenaje, el 8 de julio de 1942.

En el mes de diciembre tiene lugar la inauguración del Mercado cubierto de Ocaña.

La edición Nº 492 del periódico El Iris, 20 de diciembre de 1942, trae una interesante nota relativa a las Ferias y Fiestas a celebrarse, organizadas por  una Junta designada para el caso. "La Junta de Ferias y Fiestas parece venir animada de los mejores propósitos porque las tradicionales fiestas públicas de Ocaña, que ocupan casi todo el mes de diciembre y parte de enero, revistan el mayor esplendor y entusiasmo. Al efecto, ya inició su labor práctica con el establecimiento de cantinas y de juegos públicos, en forma más o menos decente para que, si aún así el aspecto no  es muy agradable, al  menos no se prive el pueblo de un derecho al que está acostumbrado a través de tantos años, prescindiendo de fogones y de cocinas de pésimo aspecto bajo todo punto de vista.

"Ahora vamos a ocuparnos ligeramente del nuevo número que se piensa agregar a los ya acostumbrados: el carnaval. Este en sí, interpretado bajo el sentido de una verdadera civilización, es un regocijo aceptable en su acepción más decente: las comparsas, las carrozas, las serpentinas, etc., etc., al compás animador de los acordes de música popular. Así entendemos y esperamos que lo patrocinará la Junta, mas nunca como algunos desconfiados se figuran que habrá de sucederse: con disfraces anónimos, con empleo de sustancias mortificantes y repulsivas, con borracheras diabólicas y en fin con un cortejo de irrespetos al sentimiento humano.
"Ello sería una afrenta y hasta un peligro, y nunca una función decente y divertidora".

1943.
El 16 de noviembre de este año se reciben los primeros bachilleres del Colegio Nacional de José Eusebio Caro, siendo rector el doctor Luis Eduardo Páez Courvel. Los primeros bachilleres fueron los señores José Vicente Godoy, Urbano Pérez Sepúlveda, Hernán Arias, Fernando Pacheco Osorio y Gustavo Posada.

En el mes de diciembre, tiene lugar la bendición de la primera piedra del monumento a la Santa Cruz, en el cerro de El Molino. El acto estuvo presidido por el Administrador Apostólico Monseñor Daniel Sánchez Chica, el doctor Luis F. Pabón Portilla, y amenizado por la Banda "El Progreso". Así mismo, colaboraron con los actos, miembros del Batallón Cartagena, del Ejército Nacional. La iniciativa de construir este monumento, fue de don Rafael Pineda G., uno de los habitantes principales del barrio de La Costa.

1944.
El 1 de abril se encarga de la Prefectura de la Provincia don Carlos Eugenio Lemus, quien reemplazó a don Manuel Guillermo Jácome. Fue alcalde en este año don Plutarco Cabrales.

En este mismo mes de abril de 1944, comienza a funcionar la Escuela Normal Rural de Ocaña, creada mediante Ordenanza No. 28 de 1941. Fue su primera directora Belarmina González Olmos y profesoras Eva María Acosta, Bertha Luisa Uribe y doña Ligia Urquijo de Arévalo.

1945.
La modalidad festiva del Carnaval, se llevó a cabo por iniciativa del escritor y periodista Henrique Ruiz Machuca, barranquillero hijo de padres ocañeros, y emparentado con la familia Páez Courvel. La organización de este primer certamen fue dispuesta por el Concejo Municipal de Ocaña, a través de una Resolución, cuyo contenido fue reproducido en la revista Trofeos de noviembre de 1945:

"Por Resolución del Honorable Concejo Municipal fueron nombrados miembros de la Junta del Carnaval los siguientes caballeros: José Vicente Navarro, Ciro A. Osorio, Alejo Conde Pacheco, Henrique Ruiz, Gustavo Quintero B. y Orlando Trigos. Los mencionados caballeros tomaron ya posesión de sus cargos, eligiendo la directiva que quedó constituida así:
Presidente………...Henrique Ruiz M.
Vice-Presidente..…Alejo Conde Pacheco
Tesorero…………..José Vicente Navarro
Secretario…………Gustavo Quintero B.
Vocales………..….Ciro A. Osorio y Orlando Trigos
De modo, pues, que los Carnavales ya son un hecho" 68

El 24 de enero, se crea la Escuela Hogar de Ocaña, gracias a la iniciativa de doña Carmen Gallardo de Ibáñez y del doctor Carlos Hernández Yaruro.

El 6 de mayo, se efectuó la bendición solemne del monumento a la Santa Cruz, dándosele este nombre al antiguo cerro de El Molino. El R.P. Gelves fue el encargado de impartir la bendición, en representación de Monseñor Daniel Sánchez Chica. En el solemne acto, tomó la palabra don Luis A. Sánchez Rizo, secretario del entonces Centro de Historia de Ocaña. El monumento está constituido por una base de material sobre la cual reposa una esfera  que simboliza el mundo y sobre ella una gran cruz. Todo el monumento fue hecho en ladrillo, cemento y hierro.

En este año, se organiza el CLUB DEL COMERCIO, gracias a la iniciativa de un grupo de pequeños y medianos empresario que venían incursionando en la economía local desde las décadas de 1920 y 1930, así como de varios intelectuales y periodistas de la localidad. La fundación de este centro social inaugura una época de competencia socio cultural con los miembros del Club Ocaña, hasta este año líderes de la dirigencia ocañera. Fueron socios fundadores de este Club: Martín  Álvarez  A., Milciades  Álvarez A., Martiniano Arévalo P., Ismael Arévalo Claro, Oscar Arévalo P., Manuel Canosa Rodríguez, Martiniano Carrascal A., Pablo Carrascal A., Vicente Castellanos M., José Antonio Contreras, Juan D´Biasse, Carlos A. Gómez G., Miguel Espera H., Virgilio González C., José González Reyes, Luis Eduardo Guerrero R., Ángel Jácome A., Marco Tulio Jácome A., Pablo Helí Jácome A., Pablo Jácome Vergel, Rodrigo Jácome Vergel, Juan de Dios Lobo S., Octavio Montaño S., Felipe Montaño S., Chaid Neme, Hares Neme, Amado Numa Baene, Esteban E. Numa Baene, César Numa Baene, Elías J. Numa L., Name R. Numa, Ciro A. Osorio Quintero, Efraín Pacheco Yaruro, Miguel Ángel Rincón, Enrique Ruiz Machuca, José del Carmen Sabbagh C., German Sánchez Picón, José Vicente Sánchez, Jorge A. Tacilla R., Carlos Julio Torrado S., Luis Felipe Torrado. La primera sede del centro social, funcionó en la Calle 11 carrera 10, esquina, cerca al Colegio Nacional de José Eusebio Caro. Posteriormente, se trasladó a la carrera 12 Nº 11-40, casona de propiedad de doña Felisa de Jaramillo. En 1964, volvió a cambiar de sede, esta vez en la calle 13 Nº 13-37 y, una vez más retornó a la sede originaria de la calle 11 con carrera 10. En 1977, comienzan las negociaciones para adquirir la actual sede el Club, en el sector de El Lago, definiéndose la transacción hacia el mes de abril de 1978.

El 7 de agosto, aparece la  revista Trofeos, órgano del Centro Fernández de Contreras, dirigida por Henrique Ruiz Machuca, Jefe de redacción Guillermo Hundek y Administrador Gustavo Quintero. Este Centro Deportivo y Cultural contaba entre sus miembros a: Adolfo Carrascal, Alfredo Quintero, Alirio Pérez, Emiro Meisel, Guillermo Hundek, Hares Neme, Henrique Ruiz Machuca, Jorge E. Rubio, José Antonio Contreras, Luis Guillermo Roca, Orlando Picón, Orlando Trigos, Oscar Osorio, Pablo L. Jácome, Rafael Jácome y Víctor R. Paba.

21 de noviembre. En esta fecha se inaugura  el TEATRO MORALES BERTI, obra que tuvo como impulsor a don José María Morales Berti. Fue su autor el italiano, Aladino Benigni, quien construyó también las instalaciones del Mercado Público y la Escuela Adolfo Milanés. Según los datos que suministran los historiadores locales, el teatro fue construido en terrenos de la antigua casona de don Antero Lemus, que sirviera como  lugar de hospedaje a don Juan Salazar, Ayudante de Campo del General Pablo Morillo, en 1816, y que estaba localizada frente a la iglesia de la Virgen de Torcoroma, en la Calle Real.
1946
Entre el 4 y el 6 de enero comienza el primer Carnaval de Ocaña, al estilo del celebrado en Barranquilla. El Carnaval ocañero revistió, durante las décadas de 1940, 50 y 60, características de agradable encuentro cultural y recreativo, que permitía a las gentes de la ciudad y a los visitantes de otras regiones, departir amablemente y apreciar las innumerables muestras de artesanía, disfraces y comparsas típicas, esplendidas carrozas y alegres bailes en los clubes sociales y los barrios. Pese a que al comienzo sólo era permitido el uso de confetis y serpentinas, poco a poco el Carnaval fue influenciado por comportamientos vulgares y grotescos traídos de otras poblaciones. Comenzó entonces a emplearse toda suerte de tintes y aguas sucias, que se lanzaban al rostro de las personas; esto, unido a una buena dosis de agresión física y de acciones vandálicas contra quienes no querían participar del Carnaval, vino degenerando el certamen año tras año.

En el mes de mayo de 1946, se funda el CLUB DE LEONES, siendo su primer Secretario don Víctor Ramón Paba Fuentes.

El 27 de mayo fallece en Barranquilla el político, poeta y académico Joaquín Roca Niz, nacido en Ocaña en 1888. Fue Senador y Representante a la Cámara, gerente del Banco Comercial de Barranquilla y Presidente del Club Barranquilla. Durante su gestión como Prefecto de la Provincia de Ocaña, se iniciaron los trabajos del edificio del Colegio de José Eusebio Caro.

1946. El 30 de julio se inaugura la CARRETERA CÚCUTA - OCAÑA, cubriendo las poblaciones de Abrego, Sardinata, Lourdes, Gramalote y Santiago

El doctor Lucio Pabón Núñez es nombrado miembro de la Comisión Nacional del Folclor en 1946.

El 7 de agosto, fallece el  abogado y escritor convencionista Juan Sarmiento Herrera, autor de la investigación histórica Gobernantes de Santander. El intelectual había nacido en Convención en el hogar de don Juan Nepomuceno Sarmiento y doña Gabriela Herrera. Hizo estudios de bachillerato en el Liceo de San Luis Gonzaga, fundado por el sacerdote Ramón Anaya y Rubio en 1880. En Bogotá se recibió como abogado, radicándose luego en Bucaramanga donde fue Magistrado del Tribunal Superior de Santander y Secretario de Hacienda del mismo departamento. Perteneció a los Centros de Historia (hoy Academias) de Ocaña y Norte de Santander, y al Colegio de Abogados de Bucaramanga.

19 de agosto de 1946. Se inaugura la Escuela de Música y Pintura. Fueron sus primeros profesores y directores, los maestros Rafael Contreras Navarro, de música, y Luis Navarro, de pintura. Su primera sede se localizaba en la calle 12 con carrera 10, diagonal a las actuales instalaciones del SENA. Se destacaron como docentes de esta institución: Luis José Navarro en pintura; Carlos Julio Melo y Pablo E. Pino, en música y canto; Marielena Morales de Prince, en piano y José del Carmen Carrascal en modelado. En 1956, la Escuela se traslada a la calle 10 Nº 9-31, y en 1960 a la calle 10 con carrera 11, en el último piso del edificio donde funciona hoy la Secretaría de Tránsito y Transporte del Municipio. Finalmente, hacia 1964, cambia nuevamente de sede y se traslada a la calle 10 con carrera 14, inmueble que fuera de don Januario Sarmiento, donde ahora se levanta el edificio Andalucía.

El 8 de septiembre de 1946, fallece en Cali el pintor y escultor Juan Manuel Roca G. Este  artista ejecutó los frescos del camarín de la Virgen del Rosario de Río de Oro, en 1905,  sobre la cual se pintaron después otras obras. Fue  Alcalde de Ocaña, efectuándose durante su administración las obras del primer camellón (oriental), del Parque del 29 de mayo. Los comentarios periodísticos de la época, lo señalan como excelente caricaturista e iniciador en Colombia del fotograbado, a finales del siglo XIX.

En octubre, fallece el general José María Morales Berti, esposo de doña Agripina Pacheco de Morales Berti, destacada  matrona dedicada al servicio de las clases menos favorecidas y al sostenimiento de instituciones de Caridad, como el Asilo de San Antonio, en el barrio de La Piñuela.

1947
Este año visita la ciudad el caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, quien después de presidir una multitudinaria concentración, se hospeda en casa del dirigente don Alejandro Prince, en la casona donde funcionaba la «Botica de los Pobres», barrio de San Francisco.
1948
En este año, un grupo de liberales dona el terreno a la iglesia Evangélica Alianza, para la construcción de un cementerio no católico en Ocaña. Debe recordarse que el Cementerio Central católico, discriminaba los enterramientos e, incluso, se había destinado un espacio aislado para los suicidas, circunstancias estas que causaban malestar entre los miembros de confesiones no católicas asentadas en la región desde la década de 1930.

En el mes de octubre, aparece la revista Lámina, como órgano del Club del Comercio, bajo la dirección de Ciro A. Osorio Quintero, jefe de Redacción Bernardo Silva Gómez, Comité de Publicidad Manuel Canosa Rodríguez y Jorge Liévano, Administrador Antonio Hernández, y Editor Carlos A. Gómez.

1949.
El 1 de septiembre fallece en Aguachica el Presbítero Gabino Antonio Courvel Núñez, orador sagrado, poeta, periodista, historiador y académico. Había nacido en Convención el 19 de agosto de 1891 en el hogar de don Pedro Lesmes Courvel y doña Mercedes Núñez. Fue ordenado sacerdote en 1919, desempeñándose como cura en Bogotá, Fúquene, Silvania, Viotá, Vianí, Nemocón, Arbeláez y en Ocaña y su provincia. En 1922 fundó y dirigió el Adalid Católico, órgano de la parroquia de Santa Ana. Fue miembro del Centro de Historia de Ocaña, en el mismo año de fundación de éste (1935). Entre sus trabajos históricos destacamos: Monografía de la Quinta de San Pedro Alejandrino y la Monografía de la Parroquia de Aguachica. Nombrado como párroco de Aguachica, vivió sus últimos años bajo el cuidado de doña Heriberta Quintero, hija del General Guillermo Quintero Calderón.

El 10 de octubre se posesiona como  Gobernador de Norte de Santander el doctor Lucio Pabón Núñez.

El 24 de octubre, se posesiona como Alcalde de Ocaña don Pedro Medina Jácome, a quien le tocaría sortear la difícil situación política del municipio. La historia recuerda a este personaje por su posición tolerante con relación al liberalismo, que sufrió los embates de la persecución en estos años trágicos. Durante su administración comenzaron las gestiones para construir el aeropuerto "Páez Courvel", que se inauguró después con el nombre de Aguas Claras, y el pabellón de carnes del Mercado.

El 16 de noviembre de este año, tiene ocurrencia la toma sangrienta de El Carmen por parte de la policía política "Chulavita", de filiación conservadora, y espontáneos reclutados en Ocaña y  Convención. Sobre este delicado tema, se mantuvo un silencio preocupante antes de establecerse el Frente Nacional. Los comentarios sobre la masacre apenas eran susurrados en las cafeterías y tertulias intelectuales, durante las décadas de 1950 y 1960. En la misma población de El Carmen, los luctuosos hechos que ocurrieron en su suelo, parecían esconderse en el mismo dolor y resentimiento de los familiares de las víctimas y en las voces autorizadas de la dirigencia política local.

Los sucesos del 16 de noviembre, en El Carmen, no fueron producto del acaso. Fríamente, el gobierno nacional comenzó una estrategia para destruir los reductos políticos donde el liberalismo había tenido tradicionalmente mayorías, incluso, desde las jornadas militares de la guerra de los Mil Días. Así las cosas, y existiendo ya la temible Policía Política "Chulavita" que contaba a su haber con siniestras incursiones en otras regiones del país, se preparó el ataque disfrazado de actividad "pacificadora". Recordamos aquí, que por aquel año de 1949, se produjo también en Betania un asalto similar, cuyos pormenores se recogen en algunos textos, entre ellos, uno del escritor Gustavo Avaras Gardeazábal.

Para 1949, el Gobernador de Norte de Santander era el doctor Lucio Pabón Núñez, oriundo de Convención, cuya posición política representaba el sector más ortodoxo del Partido Conservador. Su formación jesuítica y sus nexos con la alta jerarquía de la Iglesia Católica, lo mostraban ante el país como el defensor a ultranza del ideal cristiano, que reñía, según los teóricos católicos y conservadores, con el liberalismo ateo y el comunismo. Los atropellos contra los liberales estaban, entonces, más que justificados en aquellos tiempos oscuros de represión a las libertades públicas. Más que por las denuncias de los liberales, que nunca se tuvieron en cuenta, los hechos de aquel 16 de noviembre nos llegan por los comentarios de los conservadores que, horrorizados ante la matanza, optaron por dar refugio en sus casas a las familias liberales en El Carmen y en toda la Provincia, incluyendo a Ocaña donde, pese a que la violencia no tuvo las características dantescas del Tolima, sí se cometieron atropellos que produjeron el éxodo masivo de los liberales hacia la Costa, especialmente hacia Barranquilla y Valledupar.

Dos testimonios sobre la violencia en El Carmen, recogidos en publicaciones más o menos recientes, pueden poner al  lector en contacto con aquella realidad espantosa de la violencia conservadora y con lo que, sin lugar a dudas, constituye un crimen de Estado: el testimonio de don Valentín Quintero, en la obra Don Vale. Ejemplo de trabajo y superación, de la periodista vallenata Lolita Acosta Maestre, y los datos que consigna el abogado, periodista, escritor y académico Ferdinando Casadiegos Cáceres, en su reciente libro Momentos fugaces de una vida, publicado en 2007. Los dos personajes, son oriundos de El Carmen.

Veamos sus testimonios tomados de las obras citadas:

"Y esta persecución sistemática del gobierno, ya generalizada, es la que hizo que miles de familias emigraran hacia la Costa Atlántica en busca de nuevos horizontes. La de los Quintero fue una de ellas. "Los hechos del 16 de noviembre de 1949 me dejaron en la ruina. Yo me salvé porque la noche de la masacre y no sé cuánto tiempo más, permanecí escondido con Ramiro Sánchez y Roberto Portillo, en un cerro aledaño, desde donde teníamos una buena visión del pueblo y podíamos estar alertas de la llegada de la autoridad, que en ese momento era nuestra enemiga", testimonia Don Vale.
"Este año de 1949 tiñó de sangre el Pabellón Nacional. La violencia del Gobierno conservador se desató por todo el territorio colombiano y los liberales fueron ultimados en alto porcentaje. El Carmen sufrió en carne propia la persecución y así fue como el 16 de noviembre de 1949 agentes del Gobierno en contubernio con maleantes de los pueblos circunvecinos, se tomaron nuestro terruño en forma salvaje: balearon a sus gentes y saquearon sus casas y almacenes. No era raro ver en Ocaña, días después del antes mencionado, desfile de menores y aun de mayores, vender libremente el fruto de sus pillerías, que sin rubor alguno, nos ofrecían por las calles de la ciudad. Fue un genocidio. Un crimen atroz".
El comienzo del abaleo fue muy sencillo. La Policía había llegado ese día. "El borracho del pueblo, en cualquier cantina, eufórico por la llegada de la autoridad, dio un grito: ¡Viva el Partido Liberal! Ese fue el motivo. De inmediato comenzaron los fusiles oficiales a disparar y no al aire, sino a las gentes que se encontraban en la plaza. Después vinieron las requisas y los fusilamientos porque traían listas especiales. Se encarceló a mucha gente. Se les daba libertad y les ordenaban que corrieran, para luego dispararles. Pero no solo la gente del Gobierno disparaba. También lo hacían los maleantes que se hicieron presentes. Entre tanto el saqueo fue general y duró varios días" (Tomado de la obra Don Vale. Ejemplo de trabajo y superación, de Lolita Acosta Maestre. Editora Guadalupe. Bogotá, 2006, pp. 20 y 21).

"No obstante ser un pueblo sencillo y noble, El Carmen ha tenido un sino trágico con la Policía: en 1949 la tenebrosa "Chulavita", enviada desde Cúcuta arrasó la población y asesinó en sus calles a 40 de sus hijos más queridos. Esa masacre se quedó impune en aras de la paz y del Frente Nacional…" (El Carmen, nacimiento, martirio y agonía. En Momentos fugaces de una vida. Ferdinando Casadiegos Cáceres. Rodríguez Quito Editores, Bogotá, Bogotá, 2007). Conocemos la existencia de otro documento sobre este mismo tema, escrito por el intelectual  Enrique Pardo Farelo (Luis Tablanca), que fue publicado en el periódico Problemática Liberal, en los años setenta, en Bogotá. Lamentablemente, no pudimos encontrar el ejemplar donde se reproduce ese testimonio conmovedor del ilustre carmelitano, cuya casa fue respetada durante el asalto.

Quien esto escribe, tuvo la ocasión de compartir la amistad con varios carmelitanos, en una residencia para estudiantes localizada en la calle 43 con carrera 17, en Bogotá, en 1971. Los años han borrado de mi memoria los nombres de aquellos universitarios, recordando sólo el apellido de uno de ellos: Ropero. Durante los ratos en que departíamos charlando sobre temas diversos, recuerdo sus constantes menciones a los hechos ocurridos en su tierra natal, en 1949, año en el cual tanto ellos como yo aún no habíamos  venido al mundo. Sin embargo, la historia horrenda de lo acontecido vivía en estos jóvenes como una gigantesca sombra. Recuerdo que mencionaron, incluso, el nombre del oficial que comandó la partida de chulavitas que asaltó la población y que, según ellos, había sido encontrado por carmelitanos en Barranquilla, quienes le propinaron un serio escarmiento.

La  presunta participación directa del doctor Lucio Pabón Núñez en estos dolorosos sucesos, no es  demostrable históricamente. Personajes de la talla del músico y compositor convencionista, Gilberto Núñez Sarmiento, e incluso destacados liberales de la región, siempre destacaron la inocencia del entonces gobernador de Norte de Santander en aquella masacre cuya ocurrencia sí hizo parte de una política de exterminio  de los enclaves liberales, emprendida por el gobierno conservador de Bogotá

Hoy, después de transcurridos 59 años de ocurrida la matanza, el recuerdo permanece imborrable en el corazón de este pueblo altivo y culto, ejemplo de templanza y laboriosidad, cuyos hijos siguen luchando para que las futuras generaciones crezcan libres y en paz. Desde estas páginas, rendimos homenaje de afecto y admiración a los habitantes de El Carmen, aspirando que el porvenir compense los sufrimientos impuestos por la barbarie, el sectarismo y el fanatismo de una época cuya memoria histórica nos queda como lección amarga.

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