martes, 27 de octubre de 2015

HISTORIA DEL CINE EN OCAÑA, APUNTES




Por Luis Eduardo Páez García

La afición por el cine en Ocaña comienza a principios del siglo XX cuando la firma Pacheco Hermanos crea el Kine Pacheco y alquila luego el antiguo Teatro Municipal, hacia 1915, para llevar a cabo allí aquellas proyecciones del cine mudo que hoy aún pueden apreciarse en los archivos cinematográficos de Bogotá. 
 Kine Pacheco

Los registros publicitarios de aquella época, señalan lo siguiente:

''…con capacidad para 1000 personas, 15 palcos, 300 lunetas y 600 asientos de gradas; planta eléctrica propia, aparato cinematográfico Simplex. Se proyectaban dos funciones semanales, ''empleándose 1300 metros de película en cada una de ellas, relacionado con el gran Cine Pathé de Cúcuta, de los señores A. Berti y Compañía. ''El Kine Pacheco es el único en la ciudad que goza de gran fama, por lo escogido de las cintas, sobre todo en moralidad y grandes enseñanzas''. [1]

Como quiera que Ocaña no tenía aún luz eléctrica permanente, la empresa adquiere una planta para garantizar las proyecciones. El historiador Mario Javier Pacheco [2] nos dice que: “En 1912 llega a la ciudad la primera planta eléctrica, la traen Leo Grau y Raúl O´Birne por encargo de la Casa Pacheco e hijos para servir al Kine Pacheco, que sería el primer establecimiento en utilizar la electricidad para su reflector”. Al parecer, según la tradición oral de la familia Pacheco,  para amenizar las películas se contrataba un grupo de músicos que iban tocando melodías mientras se desarrollaba la cinta.

Es importante recordar que el TEATRO MUNICIPAL fue iniciativa de don Rubén Sánchez N. y del periodista Juan Manuel Barrera, “el primero como Inspector rescató la renta nominal que estaba perdida porque la cobraba el departamento, y el segundo ya como Personero, ya como de la Junta Escolar, tomó mucho empeño en su construcción. Después la Junta de Obras Públicas, presidida por don Hernando Osorio… le hizo importantes mejoras”. Señala el historiador Luis A. Sánchez Rizo, que desde 1920 se adelantaron obras de mejora y embellecimiento del Teatro que funcionaba en un local del Instituto Industrial y Primario, justo donde hoy se levanta la Escuela de Bellas Artes Jorge Pacheco Quintero. [3]

En la década de 1934 aparece el TEATRO OCAÑA, creado por la empresa Numa y Canosa, cuya publicidad, decía:

“Las mejores películas. El mejor equipo parlante. La proyección más nítida. El teatro de todos y para todos. Cada función un éxito. Una novedad diaria. Producciones americanas, Suramericanas y europeas. Todas las películas de la exclusividad de Cine Colombia S.A.” [4]

Los empresarios que organizaron el Teatro Ocaña fueron César Numa y Manuel Canosa Rodríguez, este último era ciudadano español recién llegado a Colombia desde Cuba.

En la década de 1940 aparecen los teatros Morales Berti, cuyos propietarios fueron Morales Berti y su esposa Agripina Pacheco de Morales Berti, el Teatro Granada, de don Hacip Numa y Cine Avenida, de la familia Numa; hacia finales de los años 60 se crea el Cine Urama, de propiedad del doctor Raúl Romano Marún, en el barrio de La Primavera.

 Teatro Morales Berti, a la derecha


 Cine Avenida

Cine Urama
Eso de filmar eventos, viajes, paseos, etc., se remonta en Ocaña por allá a la década de 1940 cuando llegaron las primeras cámaras a la ciudad. Se conservan algunas filmaciones de aquellos tiempos, gracias a personajes como don Alejo Conde, exquisito fotógrafo de la época y a don Eloy Anderson, pastor protestante a quien se debe el único registro fílmico del Cable aéreo Gamarra – Ocaña. De igual manera, aún se conservan películas de don César Numa, aficionado a la cinematografía y quien trajo a Ocaña modernos equipos de filmación.

Tuvieron también cámaras de filmación el doctor Aurelio Carvajalino Cabrales y otros pocos ocañeros privilegiados, debido al alto costo de aquellos equipos.

En cuanto a los primeros intentos de filmar películas en Ocaña, recordamos allá por la década de 1970 a Orlando y Alfonso Carrascal Claro quienes trajeron a la ciudad a un productor de cine para hacer una película con actores ocañeros. Que sepamos, estos intentos no resultaron plasmados en ningún cinta, al menos no hemos podido localizar en Ocaña alguna copia de ellas ni razón alguna de si efectivamente las filmaciones que comenzaron a hacerse, utilizando la casona del Museo Antón García de Bonilla como una de las locaciones produjeron un resultado positivo. 

 Orlando Carrascal Claro, "Galas"

Orlando Carrascal Claro fue tal vez el primer actor ocañero de que tengamos noticia. Hizo estudios de actuación en México y participó en varias películas al lado de reconocidas figuras del cine azteca. Una de esas cinta fue “Aquileo venganza”. Por fortuna, su familia conserva un archivo fotográfico de Orlando Carrascal, de aquella época. Todavía hay amigos que recuerdan aquellos ejercicios fílmicos en el hoy Museo Antón García de Bonilla, que sirvió como una de las locaciones, en la década de 1970.

Regionalmente, se han destacado Ciro Durán, de Convención, director, entre otras películas, de “La nave de los sueños” y Ciro Guerra, de Río de Oro, cineasta autor de la renombrada cinta “Los viajes del viento”. Así mismo, está hoy Luis Pacheco, radicado en Panamá quien dirige la productora Jaguar Films, coproductora de la película “Los Colores de la Montaña”.

 Ciro Durán

Ciro Guerra



  Luis Pacheco
 Hoy en día, el cine nacional tiene varias actrices y actores oriundos de la región, como Betto Claro Arévalo, Luigi Aycardi Batista, Jessica Sanjuán y Ana Karina Soto, entre otros.

En Ocaña, sólo comienza a hacerse cine, a partir del largometraje histórico “El hijo de la Independencia”, dirigido por Miguel Páez en 2013 con libreto de María Fernanda Figueroa, con actores y actrices ocañeros y locaciones en Río de Oro y Ocaña. La película narra el proceso de independencia en Colombia y, particularmente, en la región de Ocaña, y fue apoyada por el Programa Nacional de Concertación del Ministerio de Cultura y la Gobernación de Norte de Santander.

Miguel Páez Pacheco

 María Fernanda Figueroa y Miguel Páez Pacheco

 A “El hijo de la Independencia” siguió “Leonelda, la rebelión de los Búrburas”, dirigida también por Miguel Páez con libreto de María Fernanda Figueroa, en la que participaron igualmente actores y actrices ocañeros, filmándose totalmente en la zona urbana y rural del municipio de Ocaña. Los recursos para adelantar el proyecto provinieron del programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura y la Gobernación del Departamento.


 Premier de la película "El hijo de la Indepenencia", 
Auditorio del Museo Nacional, Bogotá

 Leonelda, la rebelión de los Búrburas

 Otra figura ocañera en el campo de la cinematografía nacional, es Ana Piñeres, gerente de CMO producciones, quien ha venido adelantando un gran labor junto con su equipo, en la producción de cintas basadas en obras literarias renombradas, y cuyo impacto nacional e internacional ha sido significativo.


 Ana Piñeres

Desde el punto de vista de las producciones cinematográficas que han tenido en cuenta a la ciudad, especialmente la locación del Complejo Histórico de la Gran Convención, es importante señalar a la productora venezolana Montesacro Films y SPM Producciones, con el apoyo de CONATEL, que filmó algunas escenas de la película “Diario de Bucaramanga”, dirigida por Carlos Fung, y “La Convención de Ocaña”, serie del Canal TRO dirigida por Roberto Reyes, que también utilizó el Complejo Histórico incluyendo escenas donde participa el grupo “La Convención de Ocaña” del Desfile de los Genitores y la joven María Mónica Infante Martínez, quien aparece como Fanny Du Villars.

Algo que bien merece la pena destacar, es que  las películas hechas en Ocaña por ocañeros, han contado con actores y actrices la mayoría de los cuales no poseen formación actoral, excepción hecha de unos pocos que han trabajado en teatro. Se fueron haciendo en la marcha, con todas las dificultades propias de los bajísimos presupuestos.

La belleza tradicional de la mujer ocañera se destaca, tanto en “El Hijo de la independencia” como en “Leonelda, la rebelión de los Búrburas”; allí aparecen los viejos caserones y paisajes nativos llenos de encanto que evocan épocas doradas de esta ciudad que sigue apostándole a la cultura desde diferentes perspectivas.


FECHAS PARA RECORDAR

1997. El 28 de enero se proyecta en el Cine Leonelda, la película La nave de los sueños, del director Ciro Durán, natural de Convención, quien visita la ciudad y su tierra natal, después de muchos años de ausencia. [5]

2007. En el mes de abril se inicia el traslado de la Cámara de Comercio hacia sus nuevas instalaciones del antiguo Cine Leonelda, localizadas sobre la calle 11 con carrera 15. Debe destacarse que, después de la liquidación del Cine, por parte de la administración departamental, el edificio fue vendido a particulares, temiéndose la desaparición completa de la sala de cine que durante muchos años contribuyó al sano esparcimiento de los ocañeros. Por fortuna, las directivas de la Cámara de Comercio, bajo la responsabilidad del doctor Silvio Torrado y del Director Ejecutivo, doctor Rubén Darío Álvarez, lograron la adquisición del inmueble que, después de largos trabajos de adecuación permitieron albergar a la Cámara de Comercio la cual se comprometió con la sociedad a mantener la sala de cine, incluyendo un nuevo escenario para el servicio de la comunidad.

2013. 6 de abril. Se presenta la premier de la película “El hijo de la Independencia” en el Cine Leonelda.

2014. 13 de marzo. Premier de la película “Leonelda, la rebelión de los Búrburas”, en el Cine Leonelda


UNA NOTA AL MARGEN
Si hay algo que recordamos con cariño las personas de mi generación, son las salas de cine de Ocaña, que alcanzaron hacia la década de 1960 la no despreciable cantidad de cuatro sumándose una más en 1971, cuando se construyó el Cine Leonelda.

Estos escenarios se colmaban en sus funciones nocturnas, sabatinas y dominicales, permitiendo el encuentro de las gentes y el disfrute de una sana actividad recreativa que unía a las familias y a los amigos que se ponían cita a la entrada de los teatros para ingresar luego a la sala y allí comentar los pormenores de la cinta. No creo que hay existido otra diversión más hermosa y más frecuentada que el cine en Ocaña, antes que aparecieran los DVD y la televisión se popularizara en todos los estratos sociales.

El Teatro Granada, estaba localizado en el inmueble donde ahora se levanta el edificio Cañaveral. Su propietario era don Hacip Numa y las películas que allí se presentaban eran, en su mayoría de productoras como la Metro, la Universal, entre otras, destacándose las cintas de carácter histórico, de acción o las grandes producciones dramáticas. El Teatro Morales Berti y el Cine Avenida, pasaban con más frecuencia películas mexicanas, pero tenían la ventaja de contar con auditorios en los cuales se llevaban a cabo graduaciones, certámenes políticos, festivales de música o teatro y actividades culturales varias.

Muchos de mis viejos amigos de generación recuerdan aún el entusiasmo de los sábados o domingos cuando, con el sistema de “gancho” podíamos ingresar al cine “dos por uno”. Y allí, antes de dar comienzo a la función, nos esperaba la lectura rápida de los “paquitos”, cuentos o historietas de Disney, o de vaqueros, o de acción, que pequeños pero muy dinámicos empresarios alquilaban quince o diez minutos antes de la proyección. No faltaba tampoco la compra de las habas, papas fritas o dulces, material indispensable para poder concentrarse en la cinta. Y tampoco faltaba la ocasión para el encuentro amoroso bajo la penumbra de la sala y el grito destemplado del amigo chistoso, en medio del silencio: “Hola, ¡soltála!”.

Creo que muchos ocañeros se volvieron comentaristas de arte, periodistas o escritores en aquellas jornadas inolvidables del cine en Ocaña.

Por eso hoy, cuando sólo tenemos el Cine Leonelda, funcionando gracias a la Cámara de Comercio y al esfuerzo de Leonidas Bayona, director de la Fundación Cine Leonelda, no podemos hacer otra cosa que invitar a viejos y jóvenes para que vuelva a disfrutar de la magia del cine.


BIBLIOGRAFÍA

Álbum de la república de Colombia.
Archivo fotográfico LEPG
Libro Azul de Colombia
Pacheco García, Mario Javier. Ocaña. Monografía histórica. Publicaciones de FUNEDUCAR, p. 51
Páez García, Luis Eduardo. Historia de la Región de Ocaña. Bogotá, Jaguar Group Producciones, 2009.
Sánchez Rizo, Luis A. Monografía de Ocaña. Biblioteca de Autores Ocañeros, Volumen 5. Instituto Caro y Cuervo, 1970. P. 125


[1] Libro Azul de Colombia.
[2] Pacheco García, Mario Javier. Monografía histórica. Ocaña. Publicaciones de FUNEDUCAR, p. 51
[3] Sánchez Rizo, Luis A. Monografía de Ocaña. Biblioteca de Autores Ocañeros, Volumen 5. Bogotá. Instituto Caro y Curvo, 1970: 125.
[4] Álbum de la República de Colombia. 1934.
[5] Páez García, Luis Eduardo. Historia de la Región de Ocaña. Bogotá. Jaguar Group Producciones, 2009.

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