Por Luis Eduardo Páez García
“Con certeza la lucha diaria por la libertad de prensa en Colombia hará evidente nuevos retos. Lo central es que quienes asuman esta loable tarea estén ligados a los intereses nacionales y populares, para que la solidaridad del pueblo en esta gesta se constituya en su muralla de hierro que los proteja de la cachiporra del fürer”. (Carlos Jaime Fajardo/Revista Viento del Sur).
Los más recientes sucesos en materia de libertad de expresión, en la ciudad de Ocaña, nos causan gran preocupación. Preocupación que viene desde hace ya un buen rato, cuando la ciudadanía y algunos miembros del gremio periodístico comenzaron a cuestionar el manejo de ciertos medios de comunicación en Ocaña, francamente inclinados hacia la gestión de la actual administración municipal sin beneficio de inventario, en detrimento de la verdad que no es como se quiera presentar, aprovechando la capacidad de manipulación que se tenga, sino como es. Es decir, producto de una confrontación racional e investigativa de los hechos y de los documentos, cuando el caso los requiera, con las versiones oficiales.
A raíz de un comunicado expedido por el EPL, grupo subversivo que viene asolando la zona de Ocaña desde hace tiempo, en el cual se acusa a la actual administración municipal de manejos corruptos y se emprende contra otros funcionarios públicos de la región, el Dr. Yebrail Haddad Linero, Alcalde de Ocaña, contestó con un comunicado de prensa que lleva las firmas de todos los secretarios del Despacho. En él, se contradice lo manifestado por el panfleto guerrillero y expresa que la labor desempeñada por el actual Alcalde de Ocaña y su equipo de gobierno ha sido ajustada del todo a la ley y al programa de gobierno propuesto. Lo que no deja de causar perplejidad, es que uno de los funcionarios cuestionados, de cuenta propia, expide otro comunicado al cual se dio lectura en la radio local el día 27 de abril, a través del cual acusa expresamente a los directores y columnistas del semanario ¿Qué pasa? de ser los causantes del panfleto subversivo, mencionando directamente sus nombres y manifestando que si algo le llegara a pasar a él o a su familia, los hace responsables.
Visto el planteamiento general de este complejo hecho, uno no deja de imaginar que, desde la administración municipal, se ha comenzado a ejercer una peligrosa presión contra los periodistas y columnistas ocañeros que discrepan de la actual administración municipal, violentando, de paso, el derecho a la libre expresión. Esto no es nada novedoso, ya hemos tenido la amarga experiencia de sentir en carne propia los embates del poder religioso y civil en épocas no muy lejanas y lo mismo han sentido algunos de nuestros colegas en cuyo poder reposan documentos que comprueban estos asertos.
Este es el comunicado expedido por el señor
Carlos Alvarado, en el cual se mencionan
los nombres de directivos y columnistas del
semanario "¿Qué Pasa?"
Pese a que no estoy totalmente de acuerdo con el manejo que se da a las informaciones desde el semanario citado, no puedo desconocer, ni nadie puede hacerlo, que sus directivos y columnistas están en todo el derecho constitucional de controvertir las ejecutorias de la administración Haddad Linero. Uno no puede simplemente acallar las voces de la oposición echándoles encima las turbas o sugiriendo que son los causantes de un panfleto que tiene origen en una agrupación que opera al margen de la ley. Eso sería tanto como afirmar que la oposición política en la ciudad de Ocaña, cualquiera que fuese, opera desde las montañas de la región bajo el amparo de las armas. Esto no deja de ser monstruoso y muy peligroso para los comunicadores que, seguramente, van a ser ahora objeto de minuciosas indagaciones por parte de los organismos del Estado.Así no es la cosa. Siempre he condenado la acción guerrillera y la acción paramilitar, porque no es nada civilizado imponer doctrinas o ideologías por medio de las armas. La región de Ocaña ya ha sufrido bastante con estos delincuentes y narcoterroristas como para que ahora se agregue la perla negra de tildar a quienes discrepan de la administración, de simpatizantes de la guerrilla colombiana.
Desde estas líneas, convoco a todos y cada uno de los periodistas de la región de Ocaña para que, de una parte condenen la execrable costumbre de amenazar desde la sombra a la dirigencia política y, de otra, rechacen tajantemente el contenido del comunicado divulgado por el señor Carlos Alvarado, Secretario de Vías, Infraestructura y Vivienda de la administración municipal de Ocaña.
No creo que el Alcalde Municipal comparta el criterio manifestado por el señor Alvarado en el comunicado leído hoy, porque, de ser así, toda la administración se vería inmersa en un flagrante atentado contra la libertad de prensa y de expresión que los ciudadanos del común no podemos tolerar. Por ello, sería bueno que el Dr. Haddad Linero se pronunciara lo antes posible sobre este bochornoso incidente que pone el grave peligro la vida de quienes no están de acuerdo con su gestión.