FRANCISCO
FERNÁNDEZ (o Hernández) DE CONTRERAS
Con base en la biografía
que sobre el fundador de Ocaña escribiera Luis Eduardo Páez Courvel (Cf. Rev.
Hacaritama Nos. 116, 119, 122, 123, 125, 126, 127 y 128), Fernández "debió nacer en los años comprendidos entre 1524 y 1529,
si tenemos en cuenta su propia declaración, en la pesquisa secreta instaurada
contra don Pedro de Orsúa, en cuyo testimonio declara el Fundador tener
veinticuatro años de edad". Los documentos que reposan en el Archivo
General de la Nación, A.G.N., demuestran que el apellido del conquistador era
Hernández y no Fernández. Al respecto, Páez Courvel recuerda cómo este tipo de
confusiones se presentaba con frecuencia, debido a los caprichos de los
amanuenses de la época. El segundo apellido, "de Contreras", no
aparece tampoco en los documentos de los archivos históricos, y solo lo
hallamos en las "Genealogías del Nuevo Reino de Granada", de Juan
Flórez de Ocáriz. Era nuestro personaje, oriundo de Pedroche, jurisdicción de
Córdoba, en Extremadura. Su llegada a América, debió ocurrir entre 1536 y 1542;
la documentación relativa a su periplo conquistador, nos indica que Francisco
Fernández llegó primero a Santa Marta, pasó luego a Cartagena y después a
Mompox, donde sirvió bajó las órdenes del Capitán Luis de Manjarrés, en la
pacificación de los Cegua. En esta región permaneció por cerca de tres años. En
1544, las gobernaciones de Cartagena, Santa Marta, Río San Juan y Popayán,
quedaron bajo las órdenes del Licenciado Miguel Díez de Armendáriz, quien pasó
al Nuevo Reino hacia 1547. Don Pedro de Orsúa, pariente de Armendáriz, ya había
sido enviado a Santafe en mayo de 1545. Con la expedición conquistadora,
Fernández de Contreras llega a Vélez y allí se le ordena marchar con Orsúa
hacia el Reino del Perú, "en socorro del Licenciado Gasca contra Gonzalo
Pizarro". El mismo clérigo Gasca ordena a Orsúa no pasar de Tocaima por
considerar que no era necesario. Francisco Fernández, ya bajo las órdenes de
Orsúa, toma parte activa en varias expediciones punitivas contra las tribus de
la región de Vélez. Conquistados los Guane y derrotado el Cacique Chanchón,
Orsúa se dirige a la zona de Pore en busca de un desembarcadero para el Nuevo
Reino. Para 1550, Francisco Fernández se encuentra avecindado en Tunja y dice
tener para esta época, 24 años, según sus propias declaraciones. Su
participación como soldado expedicionario, ha sido valiente y osada, como
consta en los testimonios que se incluyen en la Probanza levantada en 1572.
Fue, incluso, herido por los aguerridos indígenas y estuvo a punto de fallecer.
En 1549, el gobernador
Armendáriz "había concedido licencia a don Pedro de Orsúa, su sobrino,
para la jornada de Cavoca y el Magdalena"; modificada la orden del gobernador.
Orsúa juntó 47 soldados y salió tras las huellas de don Ortún Velasco,
encontrándose los dos conquistadores en el valle del Zulia. Orsúa traía ya
órdenes del gobernador para "poblar un pueblo en Sierras Nevadas". Y
el 1 de noviembre de 1549, se produce la fundación de la ciudad de Pamplona, de
la cual tomó parte don Francisco Fernández de Contreras, como también se
demuestra en la Probanza de sus servicios y otros documentos y listados que se
encuentran en los archivos históricos.
Como premio a sus
servicios en la fundación de Pamplona, Fernández recibió las encomiendas de
Venumare, Beluca Lechila y Camia. Casó en Pamplona con doña Isabel de Rojas. El
20 de junio de 1565, el Cabildo de Pamplona designa a Fernández como Teniente
de Corregidor de esta ciudad, por don Lope de Orozco quien era para esta fecha
Teniente de Gobernador y Capitán General, Corregidor de Tunja, Vélez y
Pamplona. Hacia finales de 1565 o comienzos de 1566, Francisco Fernández recibe
órdenes de la Real Audiencia para marchar hacia la frontera con Venezuela y
contener a quienes pretendían salir de allí y poblar territorios de la
jurisdicción del Nuevo Reino, expediciones éstas que estaban expresamente
prohibidas por Real Cédula de Felipe II. En esta primera incursión, Francisco Fernández
llega hasta Valledupar con 73 soldados, encontrando terrenos adecuados para
establecer un puerto sobre el río Magdalena y fundar también una ciudad en
territorio de los Carates. Pamplona requería con urgencia de esta vía, puesto
que sus únicas vías se limitaban a las provincias de Maracaibo, por el oriente,
y las salidas hacia el Magdalena por Tunja y Santafé. Sin embargo, el
conquistador no pudo consolidar sus empeños puesto que carecía de la debida
autorización para ello. En 1567, el Cabildo de Pamplona faculta "al dho.
Capitán Franco. Hernández bolbiese a la dha. probincia de los carates a
descubrir minas y pasificar siertos naturales e a otras cosas que conbenian a
la dha. ciud. y el dho. Capitan Franco. Fernandez hiso a su costa e mincion
treynta e quatro hombres, e bolbio a la dha. probincia de los Carates..."
En esta segunda expedición, que "debió durar de 1568 a 1569",
Fernández funda el puerto de Chingalé y, de acuerdo a la investigación
realizada por Páez Courvel, debe tenerse como la etapa de la prefundación.
Francisco Fernández
comienza su peregrinar por Santafé, Pamplona y Santa Marta, buscando la
autorización oficial para fundar una ciudad, hasta que logra obtenerla a
mediados de 1570. Con base en los documentos oficiales conocidos hasta ahora,
la ciudad se funda el 14 de diciembre de 1570. Francisco Fernández obtiene
entonces el título de Teniente de Gobernador, Capitán General y Justicia Mayor
de la villa naciente.
Sobre la vida del
fundador de Ocaña, en los años subsiguientes a la fundación, poco se conoce. El
año de su fallecimiento puede haber sido el de 1580, como bien lo deduce el
académico Aurelio Carvajalino Cabrales (cf. Francisco Fernández de Contreras
y sus tiempos, B.A.O. Vol. 16, 1979, p. 137).
El testamento del Capitán
Francisco Fernández, que reposa en la ciudad de Tunja, nos indica que tuvo 9
hijos con doña Isabel Rojas, que fueron:
"…con Ysabel de
Rojas
y ahora my ligitima mujer
y a la que nos casamos
e velamos veynte e dos
años hace poco mas o menos e
durante el dicho nuestro
matrimonio hemos avydo
e procreado por nuestros
hijos legitimos e de
legitimo matrimonio nueve
hijos e hijas
que los varones se llaman
Lorenzo Hernandez y Francisco
Hernandez y Pedro
Hernandez y Ana de Rojas y Maria
Hernandez y Juan Hernandez
y Ysabell de Rojas y Juana
de Rojas y Francisca que
todos son nueve hijos
e hijas y estan vivos al
presente y estan con
la dicha su madre en la
dicha ciudad de panplona…"
Lorenzo Hernandez
Francisco Hernández
Pedro Hernández
Ana de Rojas
María Hernández
Juan Hernández
Isabel de Rojas
Juana de Rojas
Francisca
Sobre la genealogía y
biografía del fundador de Ocaña, existen interesantes ensayos históricos
escritos por Jorge Pacheco Quintero (cf. Rev. Hacaritama No.58, 1939), Luis
Eduardo Pacheco (cf. Hacaritama No. 40, 1940) y Luis Eduardo Páez Courvel
(Ensayos críticos, Vol. II, Antares, 1952, p. 86; Biografía del Capitán don
Francisco Fernández de Contreras. En Rev. Hacaritama Nos. 116 y ss).
Igualmente, el académico Aurelio Carvajalino Cabrales publicó en la Biblioteca
de Autores Ocañeros, Vol. 16, Antología Histórica, el ensayo titulado
"Francisco Fernández de Contreras y sus tiempos".
ANTÓN
GARCÍA DE BONILLA (El
viejo, o el Conquistador)
La historia de don Antón
García de Bonilla, ha sido tema favorito de los historiadores ocañeros, como
quiera que el personaje aparece vinculado no solo a la fundación de Ocaña, sino
al establecimiento del primer colegio en esta ciudad y al poblamiento de Río de Oro, amén de
su exaltación legendaria por obra y
gracia de la tradición popular.
El primer historiador en interesarse por este personaje, es el doctor Alejo Amaya, en
su obra Los genitores, en la cual
menciona al Antón García de Bonilla fundador de Ocaña y a su hijo, del mismo
nombre, en cuya defensa sale por considerar que la leyenda popular no le hace
justicia. Más adelante, hacia la década de 1940, Luis Eduardo Páez Courvel
comienza a rastrear a los Antones y descubre en el Archivo Nacional el auto
sobre la testamentaria de Antón García de Bonilla, de fecha 12 de marzo de
1684, así como el de aprehensión, que constata la muerte del encomendero el 31
de mayo de 1696.
En 1962, el
historiador jesuita Juan Manuel Pacheco
publica el tomo 2 de Los jesuitas en Colombia, donde hace una completa
reseña del primer colegio de jesuitas en Ocaña, auspiciado por Antón García de Bonilla. En 1989, el profesor
Jorge Meléndez Sánchez, publica La tierra de don Antón. Estudio sobre
Aguachica colonial, mencionando la existencia de por lo menos cuatro
personajes con el nombre de Antón García de Bonilla.
Nuevos datos vienen a
enriquecer la investigación sobre el encomendero, cuando en 2007, la señora
Martha Pacheco encuentra en los archivos de Tunja el testamento de un Antón
García de Bonilla, fechado en 1617.
1525. Posible fecha de su
nacimiento (J. Meléndez)
1549. Figura en la lista
de fundadores de Pamplona (Cf. Pabón Villamizar, Silvano. Historia del
poblamiento y construcción del espacio hispánico en Pamplona. Nómina de
fundadores y pobladores de Pamplona, encomenderos en 1559). P. 185.
1570. Figura en la lista
de fundadores de Ocaña
1577. Aparece
"asociado con Gaspar Barbosa, Leonardo de Acosta, Cristóbal de Malaver,
Antonio García de Bonilla, Juan Muñoz Guerrero, Pedro Esteban Rangel, Juan de
Pineda, Juan de Figueroa, Pedro Molinedo, Diego Durán y Juan Ramírez El Mozo,
comprometiéndose por escritura pública otorgada ante el Notario en 1577, a
poner un servicio inmediato un número suficiente de acémilas para el transporte
de toda la carga que al nuevo puerto llegare", privilegio concedido a
Francisco Fernández de Contreras por el Rey Felipe II. (Cf. Amaya, Alejo. Los
genitores, p. 63).
1578. Aparece
suscribiendo el Informe que el Cabildo de Ocaña envía al gobernador de Santa
Marta, Lope de Orozco. "Los muy magníficos señores Antón García de Bonylla
y P(edr)o Hestevan Rangel alcaldes hordinarios, hel muy mag(nifi)co señor
Leonardo de Acosta alguazil mayor los muy magnificos señores Alonso Lopez y
Juan de Valderrama y Antonio Muñoz de Corcuera rregidores".
1599. Figura como
integrante del Cabildo de Ocaña.
1616. Era encomendero de
"los pueblos de indios y caciques y quebradas siguientes: -los indios que
llaman los Porqueros - y Pescadores -
con más de cien casas de indios las más cercanas al valle de Búrbura, corriendo
el río abajo de los carates - con los caciques del valle de Antón, que en
lengua palenque se llaman Vite Yuaquija Manebati, con todas sus tierras y
estancias" (A.G. N. Fondo Encomiendas T. 32, fls. 225 a 234, cit. J.
Meléndez, La Tierra de don Antón, p.99).
Casado con doña Isabel
Rodríguez.
ANTÓN
GARCÍA DE BONILLA
(El Mozo)
Casado con María Téllez
Blanco, hija de Luis Téllez Blanco
Girón.
Sobrinos: Antonio García
Rayo y María Rayo.
1629. Figura como titular
de encomienda por 2a. vida.
1640. Isidro Madero,
apoderado de Antón García de Bonilla,
presenta solicitud para que se prorrogue la encomienda por una vida más
"para que suceda en ella uno de sus herederos" (Apuntes L.E. Páez
Courvel). La posesión se dio el 1o. de diciembre de 1640.
Veamos las notas inéditas
de Luis Eduardo Páez Courvel, con relación a este Antón García:
"Antón García de
Bonilla
Encom.-Tomo 32- folios
225 a 240
"Isidro Madero,
(apod. De A. G. de Bonilla hijos), vecino de la ciu. De Ocaña, aclara que su
poderd. Posee en aquella jurisdicción la encom. De la Loma del Viento, en cuya
sucesión entró "por fin y muerte del otro Antº G. de B, su padre, y
habiendo llegado a a quella ciudad la noticia de la Real Ced. Facultativa para
prorrogar nuevas vidas en las encomiendas"
se propone la suya por una vida más, "para que suceda en ella uno
de mis herederos. Aduce el apoderado los incontables méritos de los García de
Bonilla y pide y suplica se le admita, a composición, etc.
"Esta solicitud fue
presentada en Santafé en octubre
"La encomienda
referida declaran los jueces oficiales de la Real Hacienda, tiene 7 indios
útiles. Don Antón, el viejo, la poseía en última vida.
"El nuevo memorial,
el propio don Antón pide sea admitida a indulto de composición en una vida más
en otra encomienda y suplica se le reciba información de los indios útiles y de
lo que puedan rentar anualmente. Esta solicitud fue presentada ante el Alcalde
Ordinario de Ocaña, Bernardino Pérez, el año siguiente.
"Presentó por
testigos para la otra información a Manuel González, Juan Guerrero, y Sebastián
Muñoz Guerrero, todos vecinos de Ocaña, quienes dijeron que en la encomienda de
la Loma del Viento solo había siete indios útiles y que la renta que de ellos
percibía Antón García de Bonilla sería de unos cuarenta pesos de a ocho reales.
"Refieren los
documentos contenidos en este expediente, que Antón García de Bonilla fue hijo
legítimo del Capitán Antón García de Bonilla, el mayor de todos los hijos. Y
que el otro García de Bonilla, el Viejo, había adquirido dicha encomienda por
merced a él dada por el Gobernador Diego
Fernández de Argote, título de fecha 11 de abril de 1616. Diósele a don Antón,
fuera de la citada encomienda, y por los mismos títulos, y otros más antiguos,
"Todos los pueblos de indios y caciques y quebradas siguientes: los indios
que llaman Carates, del valle de la Loma el Viento; y los que llaman Los
Porqueros; y el valle de Búrbura; y Auriama; y Pescadores, más de cien casas de
indios cercanas al valle de Búrbura corriendo el rio debajo de los carates, con
los caciques del valle de Antón que en lengua Palanque llaman Vite yuaqueya y
Manibati con todas sus tierras estacias y labranzas con todo se contenía en el
título".
"En vista de que don
Antón, el joven, llenó a cabalidad los requisitos y exigencias legales, se le
concedió la merced de la encomienda de la Loma del Viento, "según lo tuvo
y poseyó el otro vuestro padre y se contiene comprenden el otro título que le dio el otro gobernador
don Diego de Argote".
Esta merced fue dada en
Santa Marta el 7 de septiembre de 1640.
"Eran alcaldes ordinarios
en 1640, don Pedro de Mora de Estrada, Teniente de Tesorero, Juan de Quiróz del
Barco, Escriano, Sebastián Suárez.
"La posesión se le
dio el 1 de diciembre de 1640"
"Los indígenas de la
encomienda eran llamados Palenques". (Hasta aquí, la transcripción de las
notas de Páez Courvel).
1675. Antón García abre
la suscripción para la compra de un colegio de jesuitas. Donó las haciendas de
Buturama (jurisdicción de Ocaña) y La Honda (jurisdicción de Mompós), "con
sus cacaos y cañas, más algunas casas en el marco urbano" (J. Meléndez).
Encomiendas: Loma del
Viento o de Los Carates (Loma de González).
Contribuyó al poblamiento
de Río de Oro (Cesar)
Hermanas: Juana Bonilla,
casada con Juan Carrascal Casquete en 1653
Isabel Bonilla, casada
con Luis Téllez Blanco en 1637
1681. Antón García
aparece a la cabeza de los notables ocañeros para iniciar la suscripción del
colegio de Ocaña.
Según los datos, vivió en Mompós, Aguachica
(hacienda de San Roque) y Ocaña (posiblemente,
sus propiedades urbanas fueran el actual Museo Antón García de Bonilla y la casona localizada en la esquina de la antigua Droguería La
Abundancia, de propiedad de la familia Jácome, donde llegó el
Pacificador don Pablo Morillo).
Se le atribuye también la
propiedad de la hacienda "Manitas", en las cercanías al puente sobre
el río Tejo, antes de iniciar el camino tradicional hacia el santuario de la
Torcoroma.
El 12 de marzo de 1684
fue otorgado su testamento, cuyos principales apartes y notas corresponden a
los apuntes inéditos de Páez Courvel, tomados del Archivo Nacional, Fondo
Encomiendas, Tomo 32, folios 225 a 240 (la foliatura y el tomo respectivo
pueden haberse modificado a la fecha, dados los procesos de clasificación del
actual Archivo General de la Nación):
GASPAR BARBOSA DE MARÍS.
Encomendero de Borotaré. Casó con doña María de Bonilla. Mencionado entre los acompañantes de Fernández, por Alejo Amaya, en su libro "Los Genitores; J. J. Páez también lo menciona en su "Relación del fundador, conquistadores y demás personas notables que actuaron en Ocaña, desde la época de la Conquista hasta el año de 1666" (Cf. Rev. Hacaritama No.31, 1937, p. 741). Esta relación fue consultada por J. Páez y Amaya en los Protocolos de la Notaría Pública de Ocaña.
PEDRO QUINTERO
PRÍNCIPE.
Nacido
hacia 1522 en Villa de Palos, Provincia
de Huelva "Hijo legítimo de don
Juan Quintero Príncipe y doña Leonor
González Tariega; nieto paterno de don Cristóbal Quintero Príncipe y de doña
Isabel Pérez Pedraza, y materno de don Diego González Calvo y doña Ginesa
Galdín, originarios todos de la nombrada villa, donde fueron tenidos por
hijosdalgos notorios y reputados ´por personas honradas y principales, hispanos
viejos de buena y limpia parte, sin mácula ni raza de moros ni penitenciados,
ni reconciliados por el santo oficio de Inquisición`". Los datos
biográficos de este fundador de Ocaña, corresponden a la investigación
realizada por el historiador Luis Eduardo Pacheco, titulada "La Familia
Quintero Príncipe", que se publicó en la Gaceta Histórica Nos. 5, 6, y 7,
Cúcuta, 1937, órgano de la Academia de Historia de Norte de Santander, p. 109
ss. La documentación respectiva reposa en el Archivo General de la Nación,
Fondo Real Audiencias, Santander, vol. 2. La probanza a que hacemos referencia,
fue levantada en agosto de 1538, cuando don Pedro Quintero contaba con 16 años.
Estuvo en Santa Marta y luego se enroló en la expedición comandada por Orsúa y
Velasco, en 1549, que culminó con la fundación de Pamplona. En esta ciudad, fue
Regidor, Personero de Cabildo (1553), Alcalde Ordinario y Teniente de Justicia
Mayor. Casó "con doña María Sánchez Castellanos, hija de don Francisco
Sánchez y doña Isabel Sánchez Castellanos". Entre sus doce hijos,
destacamos al Capitán don Juan Quintero Príncipe, "tronco del apellido
Quintero en Ocaña, ciudad en la cual fue capitán de infantería, encomendero y
de sus primeros pobladores". Casó con doña Luisa Arias Maldonado,
"dama tunjana de la sangre del conquistador García Arias Maldonado, de
cuyo enlace vino crecida progenie de doce hijos". Su participación en la
segunda expedición para la fundación de
Ocaña, está demostrada en la Probanza de servicios de Francisco Fernández de
Contreras, donde don Pedro Quintero sirve como testigo al fundador de Ocaña:
"...bio como el Cabildo Justicia e rregimiento de esta ciud. (Pamplona) y
el señor Capitán Hortún Belasco, justicia mayor de ella mandaron al dho.
Capitán Franco. Fernández que con cierta gente bolbiese a los dhos. carates y
despoblados y descubriese minas y contase siertas cosas de yndios...y ansí en
cumplimiento de ellas se aderezó de armas y caballos a su costa y minción y
juntó más de treynta hombres y fue con ellos a las probinsias de los carates y
despoblados hasta donde este to. fue con él y bio lo susodho. y allí lo dejó
este to. con la dha. gente y se bolbió y de allí el dho. Fernández pasó
adelante..." (Cf. Páez Courvel, Luis Eduardo. Probanza del fundador de
Ocaña. En Rev. Hacaritama Nos. 61 y 62, 1940). Don Pedro Quintero Príncipe
falleció en la ciudad de Pamplona.
ALEJO MARÍA BUCETA (BUXETA, BUCETA)
Insigne clérigo ocañero.
Era hijo legítimo de don Domingo Buceta y doña Juana Antonia González Hidalgo.
Fue cura rector de Ocaña desde el 15 de julio de 1804 hasta su muerte acaecida
en Santa Marta el 8 de octubre de 1817, después de haber legalizado su
testamento el 3 de octubre del mismo año, en la propia capital samaria. Al
padre Buceta le cupo el honor de recibir al Libertador, bajo palio, desde el
barrio de la Punta del Llano hasta la iglesia de Santa Ana de su ciudad natal,
en febrero de 1813. Su decidida participación en la independencia le mereció el
enojo de Morillo, quien ordenó la confiscación de sus bienes como insurgente.
Buceta enterró sus tesoros en Ocaña para salvarlos de la codicia realista,
parte de los cuales fueron hallados en 1942, en un solar de la antigua calle La
Carrera, junto al cementerio de la ciudad.
MIGUEL
IBÁÑEZ Y VIDAL
El 12 de enero de 1813,
con base en la proclama de Simón Bolívar a los ocañeros, entra el alto militar
a la ciudad de Ocaña, después de haber despejado la ribera del río Magdalena de
enclaves realistas, en lo que se constituyó como la Campaña Admirable. En su
obra Ilustrados y Bolivarianos, del historiador ocañero Jorge Meléndez Sánchez
(Códice editores, Bogotá, 2007), se rescata la memoria del sacerdote Alejo
María Buceta (o Buzeta), y del doctor Miguel Ibáñez y Vidal, destacándose el
compromiso de estos dos patriotas con el movimiento autonomista que comenzó a
gestarse en el virreinato, años antes del grito de independencia del 20 de
julio de 1810.
Cita Meléndez a Indalecio Liévano Aguirre
(Bolívar. Editorial Iberoamericana de Publicaciones, S. México, D.F. 1956, p.
97), quien señala, sobre la llegada del
libertador a Ocaña:
"Noticiado Bolívar
del entusiasmo republicano que reinaba en la ciudad de Ocaña -camino obligado
hacia Venezuela- dejó parte de sus tropas en el Magdalena y en jira de
observación por la región montañosa del oriente, se dirigió a esta ciudad. No
bien se supo en ella su proximidad, toda la población engalanó las calles y se
preparó a recibirle con los honores del vencedor. En Ocaña, donde 15 años
después haría crisis su obra política, se efectuó la primera de esas grandes
entradas triunfales con las cuales los pueblos americanos premiarían las
victorias de Simón Bolívar"
El doctor Miguel Ibáñez y
Vidal era un abogado cartagenero, egresado de la universidad de Santo Tomás,
quien llegó a Ocaña en 1785. "Hijo de Antonio Miguel Ibáñez de Aguirre,
natural de Cartagena, España, y de María Nicolasa Vidal, nacida en Cartagena,
Colombia". Fue nombrado como Oficial Real y Juez de Puertos, y Comisionado
para la reducción de los indios Motilones, y se enamoró de una linda y linajuda
quinceañera con la cual casó en ocaña. Su esposa era Manuela Jacoba de Arias y
Rodríguez (1772), hija de Manuel José Arias procedente de Valledupar y la
ocañera Juana de la Cruz Rodríguez" (Pacheco Ceballos: 2006. 163). "El rango de Oficial Real -señala Jorge
Meléndez Sánchez- era bien destacado entre los cargos coloniales. El título
oficial del Dr. Miguel era el de Consultor del Santo Oficio de la Inquisición
de Cartagena, Ministro Oficial Real de Puerto y subdelegado de Rentas de
Aguardiente desde agosto de 1786, y por tal, tenía la función de certificar la
eficiencia de los Alcaldes Ordinarios". Más adelante, agrega: "Las
raíces genéticas que el Dr. Ibáñez sembró en Ocaña casi llegaron a una docena.
La mayoría de sus hijos e hijas contestaron presente en los albores de la
guerra y fueron figuras estelares por diferentes circunstancias en la vida".
MIGUEL IBÁÑEZ. Padre de
las famosas Nicolasa y Bernardina Ibáñez. Procesado, logró escapar.
Bibliografía: Martínez Reyes, Gabriel.
Los prisioneros neogranadinos en la cárcel de Cádiz. En Boletín de Historia
y Antigüedades Volumen LXV Nº 722, julio, agosto, septiembre 1978.
JUAN BAUTISTA QUINTANA.
Oriundo de Ocaña.
Acérrimo defensor de la justicia y de la humanidad y valiente paladín de la
causa republicana. Al estallar la revolución de 1810, Quintana fue encerrado en
una cárcel junto con el doctor Vicente Azuero y otros beneméritos insurgentes
pero logró fugarse. Su gran talento y la lealtad con que sirvió a la república,
lo hicieron merecedor a un asiento en la Gran Convención de Ocaña en 1828.
Hallábase Quintana establecido en Santa Marta, como comerciante, cuando tuvo
lugar el fallecimiento del Libertador. Con el capitán Márquez contribuyó que se
hicieran con la debida pompa, las honras fúnebres del fundador de cinco
repúblicas. Costeando, además, la loza que cubrió su sepulcro. Quintana murió en Santa Marta el 21 de agosto de 1854.
DOÑA
AGUSTINA FERRO
Desde 1818 se había
constituido en la región de Ocaña un cuerpo de tropa irregular, afecto al Rey,
denominado Los Colorados debido al color del pantalón que utilizaban sus
efectivos. Esta guerrilla causó bastantes perjuicios a los patriotas durante
varios años, hasta que fue finalmente liquidada en 1822. El 1819, el Coronel
Fernando Figueredo puso sitio a Ocaña que había caído bajo el poder de los
guerrilleros monarquistas, entrando triunfalmente a la ciudad y restableciendo
el orden. El 12 de noviembre del mismo año, Los Colorados, bajo el mando de
José María y Javier Álvarez y los mulatos Jácomes, ''volvieron a atacar la
ciudad y desalojaron a los patriotas, que huyeron hacia La Cruz (hoy Abrego),
en compañía del jefe Figueredo, que ayudado por fuerzas de Cúcuta en número de
200 hombres, quiso recuperar lo perdido pero con tan mala suerte que el día 12
de enero de 1820 sucumbieron íntegramente, dejando en el teatro de batalla más
de 300 cadáveres''. Figueredo se refugia entonces, en casa de doña AGUSTINA
FERRO y ésta, ''desafiando todos los peligros, permitió su evasión''. ''Sabedor
Javier Álvarez de la fuga que se le facilitó, ordenó seguirle a la FERRO un
proceso verbal y se la condenó a muerte. El 20 de enero de 1820, a la tres de
la tarde, el capitán Barrera, de orden de Javier Álvarez, ordena al verdugo que
anuncie a la prisionera que a las 4 de la tarde sería fusilada. A las tres y
media, las campanas de la Iglesia tocan los dobles anunciando su sacrificio,
los guardias tocan los clarines y tambores. El sacerdote practica los últimos
auxilios espirituales y en presencia de numeroso público de la Plaza principal,
se ordena pasar a la acusada al banco donde también había sido fusilado el
Capitán ocañero HIPÓLITO GARCÍA, el 11 de marzo de 1816, y atadas las manos
hacia atrás, el Oficial Barrera lee en alto la célebre sentencia del Consejo
Militar. La acusada pide por favor no sean vendados sus ojos y el oficial
accede. Pocos minutos después, los esbirros descargan sus fusiles y consuman el
más atroz de los asesinatos''
LA
FAMILIA IBÁÑEZ - ARIAS
Desde la Colonia, Ocaña
ha sido considerada como cuna de hermosas mujeres, como lo consigna Juan Flórez
de Ocáriz en sus Genealogías del Nuevo Reino de Granada, donde nos habla de la
ciudad "de temple fresco y hermoso mujeriego".
La figuración de la
familia Ibáñez Arias en la historia de la región de Ocaña, se inicia con la
participación activa que tuvo el doctor Miguel Ibáñez y Vidal en la
financiación de la Campaña Admirable de Bolívar en 1813. Así mismo, la
hermosura de las damas de esta distinguida familia, se evidencia con la
participación de doña Nicolasa Ibáñez en el grupo de damas que recibieron y
coronaron a Simón Bolívar en la Plaza
Mayor de Ocaña, a su entrada triunfal a comienzos de 1813 En esta ocasión
memorable, las jóvenes y bellas mujeres ocañeras, Bárbara Vicenta Lemus,
Eusebia Sarabia, Juana de Dios Lemus y Nicolasa Ibáñez, entre otras,
representaron la sociedad patriótica de aquella época, participando en el
recibimiento y más tarde en el agasajo que tuvo lugar en casa de doña Carmen Ibáñez.
La familia Ibáñez- Arias,
que se haría célebre en la historia local y nacional, estaba representada por
don Miguel Ibáñez y Vidal, nacido en Cartagena el 26 de septiembre de 1761,
quien se titulara de bachiller, Licenciado en Derecho Canónico y Doctor en el
Colegio de San Bartolomé, en 1785. Fue Oficial de la Dirección general de
Rentas Reales, y en 1785 fue nombrado por el Arzobispo Virrey Caballero y
Góngora como Oficial Real y Juez de Puertos en Ocaña. La esposa de don Miguel,
fue la ocañera Manuela Jacoba Arias, con quien casó en la iglesia de Santa Ana
el 24 de noviembre de 1787, siendo cura don Ramón Anaya.
A su llegada a Ocaña, en
enero de 1813, Bolívar recibió el apoyo incondicional de la familia
Ibáñez-Arias. Don Miguel pone a su disposición los fondos del gobierno español
y la decidida voluntad de sus hijos de participar activamente en la gesta
emancipadora.
Al poco tiempo de la
marcha de Bolívar sobre Cúcuta, los Ibáñez-Arias se trasladan a Santa Fe donde
les sorprende, en 1816, la época del terror que inaugurara don Pablo Morillo.
Debido a sus
actividades en pro de la causa patriota,
doña Manuela y sus hijas son desterradas a La Mesa (Cundinamarca), y de allí la
madre es enviada nuevamente a Ocaña, separándola de su familia. Todos los
bienes le fueron confiscados, sometiendo a las jóvenes y a la madre a vivir en
la miseria, al igual que aconteció con las esposas e hijas de la mayoría de
nuestros próceres.
Del matrimonio de don
Miguel Ibáñez y doña Manuela Jacoba Arias, hubo once hijos: 5 hombres y 6
mujeres.
DON JOSÉ MIGUEL. Nació en 1792. Fue
médico, alcalde de Bogotá en 1833 y miembro del Congreso Constituyente de
Cúcuta en 1821, y también Senador.
Graduado en París, escribió varios folletos científicos en la rama de su
profesión y fue adicto a los estudios históricos. Casó con doña Juana Lozano,
hija del prócer Jorge Tadeo Lozano. Falleció en Tocaima en 1873. (Lozano y Lozano,
Fabio. El doctor Miguel Ibáñez. En Boletín de Historia y Antigüedades No. 79,
p. 441)
DON ANTONIO. Casó con doña Mercedes
Nariño, hija del Precursor Antonio Nariño.
DON MANUEL. Fue coronel del ejército
patriota, peleó en Carabobo y fue Edecán del Libertador. Murió en Lima en 1859.
DON VICENTE. Nacido en 1801; fue
comerciante y falleció en Bogotá en 1855.
DON PEDRO ALCÁNTARA. Nació en Ocaña el 19 de
octubre de 1787. Fue bautizado por el Presbítero Joaquín Gómez Farelo.
"Los servicios del prócer Pedro Alcántara Ibáñez comienzan al lado del
Libertador, quien le confió el cargo de Intendente Comisario de Guerra...
Creada la provincia de Ocaña por la Ley 64 de 29 de mayo de 1849, fue nombrado
el prócer Ibáñez como su primer gobernador, sirviéndole como secretarios don
Gabriel Gutiérrez de Piñeres y don Agapito Lobo" 25.
NICOLASA IBÁÑEZ ARIAS. Nació en Ocaña el 30 de
abril de 1794 y falleció en París en enero de 1873. Casó en Ocaña en 1813 con don Antonio José Caro. Su
belleza, así como la de su hermana Bernardina, fue celebrada por los próceres,
entre ellos el General Santander con quien tuvo un romance.
Doña Nicolasa conformó en
Santa Fe una agradable tertulia frecuentada por personalidades de la época, en
especial, por los partidarios de Santander de quien fue furibunda defensora.
De su matrimonio con don
Antonio José Caro, hubo los siguientes hijos:
JOSÉ EUSEBIO CARO IBÁÑEZ. Político, periodista y
renombrado poeta romántico, nacido en Ocaña el 5 de marzo de 1817 y fallecido
en Santa Marta el 28 de enero de 1853. Casó con doña Blasina Tovar, de cuya
unión nacieron MIGUEL ANTONIO, EUSEBIO LIBORIO Y MARGARITA CARO TOVAR. Ésta
última, casó don Carlos Holguín.
MANUELA CARO IBAÑEZ. Casó con don Clímaco
Ordóñez
DIEGO CARO IBÁÑEZ.
CARMEN IBÁÑEZ ARIAS. Nacida en Ocaña, casada
con el hacendado local Manuel María Trigos. En su residencia se ofreció el
agasajo a Simón Bolívar en 1813. El Libertador le obsequió a esta ilustre dama
una daga de oro que, a su vez, le había sido regalada por Napoleón.
MARÍA JOSEFA IBAÑEZ
ARIAS.
Casó en Ocaña en 1827 con el Coronel Pedro Antonio de la Peña. El Coronel de la
Peña oriundo de Popayán, nació el 19 de octubre de 1805 y falleció en Bogotá el
7 de agosto de 1861. Fue "Comandante del Cantón Militar de Ocaña en
1831... y en 1840 prestó inteligente concurso en destacados episodios de la
guerra de aquel año. En el mismo año fue designado gobernador de Ocaña y
Mompós; en 1846 sirvió como Comandante del Batallón 7, y en 1848, con
asentimiento del Senado, fue ascendido a Coronel efectivo". Por sus
invaluables servicios a la causa independentista, le fue otorgada la medalla
"A la lealtad de los más bravos", concedida por los generales San
Martín y Monteagudo, el 27 de diciembre de 1821. Sirvió bajo las órdenes del General
Sucre recibiendo la medalla de Ayacucho y el Escudo de Junín, por parte de
Simón Bolívar, a nombre del Congreso de Colombia.
ISABEL IBÁÑEZ ARIAS. Casó en Ocaña con el
Coronel Picón (venezolano)
BERNARDINA IBÁÑEZ ARIAS. Fue la menor. Casó en
Bogotá con don Florentino González. En 1819 hizo parte del grupo de señoritas
que coronó al Libertador en su entrada triunfal a la capital después de la
batalla de Boyacá. Antes del triunfo de las armas patriotas, sirvió como
mensajera clandestina de las proclamas que Bolívar y Santander hacían llegar a
los habitantes de Santa Fe, instándolos a unirse a la causa.
Simón Bolívar cortejó sin
éxito a esta agraciada dama ocañera.
Doña Bernardina tuvo un
romance con don Miguel Saturnino Uribe,
quien era Cónsul de Dinamarca, y de esta unión nació doña Carmen Uribe, quien
casó con don Carlos Michelsen en 1849, troncos de la familia del ex presidente
Alfonso López Michelsen. Doña Bernardina murió en Valparaíso (Chile) en 1864.
Otro personaje destacado
de la estirpe IBÁÑEZ, fue el doctor
PEDRO MARÍA IBÁÑEZ TOVAR, hijo de don Silvestre Ibáñez y Clara Tovar Gutiérrez. Era, pues, nieto de
don Vicente Ibáñez Arias. Fue médico, diplomático e historiador, y le cupo el
honor de haber sido cofundador de la Academia Colombiana de Historia.
Nació en La Cruz (hoy Ábrego) el 19 de Junio de 1.817 y fue bautizado por el sacerdote José María Fernández Carvajalino el 23 de Junio del mismo Año. Hijo de Don Martín Quintero Copete, quien fuera edecán del Libertador Simón Bolívar. Se incorporó a las fuerzas revolucionarias del General Lorenzo Hernández a la edad de 14 años destacándose en el combate que se libró en Ocaña el 8 y 9 de Septiembre de 1.841, donde cae derrotado el general Pedro Alcántara Herrán. En esta misma contienda participó por parte de las fuerzas gobiernistas, el poeta ocañero José Eusebio Caro, quien era de la misma edad del militar Quintero Jácome.
Fue hecho prisionero y luego desterrado a Venezuela.
El 21 de Diciembre de 1.861 ejerció la presidencia del Estado de Santander como primer designado hasta el 29 de Julio de 1.862.
En el Año 1.864 fue nombrado como jefe del Departamento de Ocaña.
Falleció en Ocaña el 10 de marzo de 1868. Sobre su vida Lumar H. Quintero Serpa publicó la obra "El general Pedro Quintero Jácome. Magistrado y soldado de la República". Bucaramanga, SIC Editorial, 2008.
JUAN MANUEL BARRERA
ROMERO.
Para 1866, habían aparecido en el periódico El Mercurio (Nº 28, 34 y
35), de Santa Marta, avisos que anunciaban el remate de los bienes
desamortizados de manos muertas existentes en Río de Oro. Entre ellos, se
incluían terrenos que comprendían desde Venadillo hasta el actual corregimiento
de Otaré. En octubre de 1867, se produce el remate de estos bienes involucrando
las siguientes personas: Rematador, Juan Manuel Barrera; administrador, Miguel
N. Zúñiga y como Notario, actuó José N. Zúñiga. Don Juan Manuel Barrera, le
vende estos bienes a los señores don Andrés Solón Lozano, Coronel Felipe
Santana, Bernardo Santana, Tiburcio Herrera y Juan Vargas. El coronel Felipe
Santana, era hermano de don Pedro Santana, (bisabuelo del académico Pedro
Santana Barbosa), casado con doña Genoveva Lozano, hija esta de Juana Librada
Lozano quien era hermana de Andrés Solón Lozano.
Ya en 1868, aparece el
nombre del destacado abogado y político Juan Manuel Barrera Romero vinculado a
Río de Oro, como rematador del estanco de aguardiente. Es importante señalar,
que el doctor Juan Manuel Barrera
Romero, nacido en Chiriguaná el 3 de abril de 1828 y fallecido en Río de Oro
(Cesar) en 1888, tiene una figuración destacada en los sucesos políticos del
país, en especial aquellos que tuvieron ocurrencia en el Estado del Magdalena y
la región de Ocaña.
2 comentarios:
Reciban un cordial saludo desde Venezuela, actualmente estudio mi genealogía y en una rama que fue agregada en @geni me aparecen un Quintero Principe de nombre desconocido quien casa con Teresa Cepeda de santa Cruz de la unión de estos nace entre otros María Ana Quintero Príncipe y Cepeda de Santa Cruz quien casa con Diego Suárez de Acero y Velasco, ahora bien mi pregunta es ¿tienen ustedes registros de estas personas? ya que no consigo ninguna fuente que me indique la veracidad de los mismos, agradecido por su respuesta de antemano se despide
LESLIE ABRAHAM MUÑOZ OCANDO abra1976@hotmail.com.
Los mencionados estan en mi trabajo la tiera prometida del sur del Lago de Maracaibo deben estar en el T. II y el T. IV. luis ramirez811@gmail.com
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