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lunes, 12 de enero de 2015

DESFILE DE LOS GENITORES 2014



 Carmen Eliécer Quintero Torrado, creador del Desfile en 1959,
y doña Margarita Ujueta

CUADROS DEL DESFILE DE LOS GENITORES 2014

Por Luis Eduardo Páez García
Asesor histórico del Desfile de los Genitores

La Corporación Cultural y Artística Desfile de los Genitores, es una entidad cultural, sin ánimo de lucro, con Personería Jurídica, que tiene bajo su responsabilidad la organización, investigación, divulgación y puesta en marcha el certamen cultural que cada año se muestra a la comunidad ocañera, regional y nacional.

El Desfile de los Genitores es un gran espectáculo histórico y artístico, en el cual se integran elementos teatrales, dancísticos, musicales y plásticos, con el fin de escenificar la historia de la ciudad de Ocaña, relevando sus momentos estelares y los valores de la tradición popular. Se mezclan en este gran certamen de la historia de Ocaña, elementos plásticos, musicales, coreográficos, teatrales y artesanales que dan como resultado una imponente alegoría del desarrollo histórico de la ciudad.

Hace parte este certamen, del Patrimonio Inmaterial de la ciudad de Ocaña y así fue declarado mediante el Decreto 1144 de 2003 y luego por Ley de la República.
Fueron creadores del Desfile, don Carmen Eliécer Quintero Torrado y un grupo de ciudadanos, entre quienes se contaron Alfonso Carrascal Claro, Margario Quintero Pacheco, José Antonio Patiño y Carlos Torrado. La primera versión del Desfile data del 3 de enero de 1959.

¿Por qué el nombre de LOS GENITORES?
La palabra “Genitores” quiere decir: “genitor, ra. (Del lat. genĭtor, -ōris). 1. adj. Que engendra. U. m. c. s.” Cuando Carmen Eliécer Quintero Torrado tomó la palabra “Genitores”, del libro “Los genitores”, del doctor Alejo Amaya, quiso significar que el Desfile de los Genitores era la representación simbólica de aquellas personas que “engendraron” a Ocaña, es decir, sus fundadores. La misma obra narra la historia de la ciudad, desde su fundación hasta 1810, año del grito de Independencia.
Así, pues, tenemos que entender que el desfile es la representación de nuestra génesis histórica, así fue concebido y así se ha logrado mantener en el tiempo. Los cambios que se dan se relacionan con nuevos vestuarios, nueva utilería, agregado de comparsas, de carrozas, etc., pero siempre manteniendo el objetivo que se trazó cuando fue creado en 1959.
Son objetivos primordiales del Desfile de los Genitores:

a)      Recrear la historia de la ciudad de Ocaña
b)      Divulgar nuestro Patrimonio Inmaterial.
c)      Fortalecer nuestra memoria histórica.
d)     Promover hacia  nuestra  ciudad, el turismo cultural, haciéndola conocer nacionalmente, a través de eventos  como este, arraigados en el alma de nuestro pueblo.
e)       Afianzar entre los habitantes del municipio la identidad cultural de nuestra tierra, involucrándolos  de una manera agradable en nuestra historia.
f)       Transmitir a la gran cantidad de personas que están llegando a radicarse en nuestro municipio con diferentes culturas, el legado histórico cultural de nuestros mayores.
g)       Buscar el desarrollo de nuestra ciudad, a través de uno de sus mayores recursos, como es el Patrimonio Cultural acumulado en sus 444 años de historia. Fortaleciendo este tipo de eventos, fortalecemos el comercio, las empresas hoteleras, la mediana y pequeña industria, etc.  

Participan cerca de 800 personas, entre integrantes de comparsas, organizadores, contratistas, etc., en 29 comparsas, que salen en riguroso orden cronológico, representando las diferentes épocas, así:

LAS COMPARSAS DEL DESFILE DE LOS GENITORES 2014

Época Prehispánica:

1.- Los Indios Hacaritamas.

Comparsa dirigida por Nancy García.



A la llegada de los conquistadores españoles, la región de Ocaña se encontraba habitada por diferentes pueblos indígenas, cuya denominación genérica de “Hacaritamas” se ha conservado tradicionalmente. Las pocas investigaciones arqueológicas y etnológicas, realizadas hasta la fecha, nos indican que existían por lo menos dos culturas: la denominada “Cultura Mosquito”, “Cultura de las Urnas” o “Cultura del Magdalena”, que penetró a la zona de Ocaña desde los valles del Magdalena, por la cordillera, de origen típicamente Karib, y las tribus que habitaban los valles sobre los cuales se asentaron los poblamientos blancos, cuyos vestigios están representados en petroglifos diseminados en toda la antigua Provincia de Ocaña.
La indumentaria de este cuadro o comparsa, está constituida por el generalizado taparrabo y ropajes de algodón a manera de sayos. La armería la constituyen arcos, flechas y macanas.

Con base en documentos que reposan en la Biblioteca de la Real Academia de Historia de Madrid, el primer informe conocido sobre la descripción de Ocaña, que data del 24 de marzo de 1578, señala que el nombre nativo del asentamiento indígena fue el de ARGUTACACA.

En este mismo informe, se mencionan los pueblos indígenas de la región de Ocaña: SEYTAMA, BUXERAMA, CARACICA, BOROTARÉ, BEUXITARÉ, XINANE, MANANE, CARQUIMA, TEURAMA, CUCURIAMA, ASCURIAMA, BURGAMA, CARACACA, EQUERAMA, CHAMA y BISERAMA, BUCURAMA, ANARAMA, CARCOMA, TUSCURIAMA, CEQUERAMA, LANGUXAMA, SAOTAMA, OCAMA, LOS CARATES, XERGOMA, BUROMA, ORACICA, BUNEROMA, BISERA y ERCOSA, y AYTARA.


VESTUARIO: Los varones usaban taparrabo de algodón y las mujeres una especie de sayo, "a manera de un costal abierta por arriba y abajo sin costura puestas y presas de los hombros con unas cuerdas".

ALIMENTACIÓN

Cultivaban y consumían maíz, batata, yuca, ahuyama y frijoles.

VEGETACIÓN: En informe presentado al Gobernador Lope de Orozco menciona la existencia de gran cantidad de árboles frutales, entre ellos el Caymito, chiticomas y unos que producen frutas a manera de ciruelas endrinas.

FAUNA: La región contaba con venados, leones monteses, puercos monteses (baquiras), papagayos, guacamayas, pabas de monte y paujiles.

Época de la Conquista:

2.- Los Conquistadores.

Comparsa dirigida por Mónica Martínez.

Representa a los  Conquistadores y fundadores de Ocaña, encabezados por nuestro fundador don Francisco Fernández de Contreras.



Al Capitán español, nacido en Pedroche, don Francisco Fernández de Contreras, le fue encomendada la misión de hallar una ruta que comunicara rápidamente la Nueva Pamplona con el río grande de la Magdalena y los puertos de la Costa Norte. Después de expediciones exploratorias y de haber obtenido los permisos de rigor en Santafé y en Santa Marta, siendo gobernador de esta Provincia Don Pedro Fernández del Busto, el Capitán Fernández de Contreras fundó la ciudad de Ocaña el 14 de diciembre de 1570. La expedición fundadora estaba compuesta por 36 expedicionarios, según el informe oficial del Cabildo de Ocaña al gobernador de Santa Marta, escrito en 1578. Entre los conquistadores españoles que acompañaron a Fernández, mencionamos, entre otros a: Simón del Basto, Gaspar Barbosa de Marís, Leonardo de Acosta, Pedro Esteban Rangel, Pedro Quintero Príncipe, Jerónimo Arias, Diego Asensio Cervantes, Francisco Fernández de Rojas, Gómez Álvarez de Aguilera, Gonzalo Rodríguez.
El vestuario y utilería de los integrantes de esta comparsa, ha sido tomado de las representaciones iconográficas de la Conquista y la Colonia.

3.- Los Alabarderos.

Comparsa bajo la dirección de Mónica Martínez López.


 “Los alabarderos eran soldados armados de alabarda que, inicialmente, constituían un cuerpo de ejército y, posteriormente, daban guardia de honor o custodiaban a Reyes, Príncipes o Nobles.
Durante los siglos XV y XVI tuvieron su época de esplendor como cuerpo de combate, hasta la invención de las armas de fuego, momento en que dejaron de existir como tropa. Su misión era derribar a los jinetes y rematarlos en el suelo. También se mostraron muy eficaces en los combates cuerpo a cuerpo.
En los siglos posteriores su función fue meramente protocolaria, de guardia de honor y de escolta de los soberanos y Casas nobles, denotando su presencia la calidad e importancia de los personajes a los que custodiaba
Destacó por su importancia el Real Cuerpo de Alabarderos, guardia de honor de los Soberanos españoles, que existió hasta 1931. Con motivo de la reinstauración de la Guardia Real en 1975 fue establecida una unidad de alabarderos, que actualmente cumple sus funciones con los Reyes de España.
Así mismo, destaca, por su antigüedad y vistosidad, la Guardia Suiza de Alabarderos del Vaticano, al servicio de los Papas.
Al margen de su función junto a nobles, soberanos y Papas, las compañías de alabarderos desempeñaron también la misión de escolta y guardia de honor en procesiones de Santos, Semana Santa o Corpus Cristi, bien por existir una guarnición militar o ser creadas para este fin por las propias Cofradías”.

4.- Las Amazonas

Bajo la dirección de Paula Conde.

La compasa rememora los tiempos coloniales en que, no habiendo posibilidades de utilizar las cómodas literas debido a lo agreste de la topografía, las personas se veían obligadas a transportarse en cabalgaduras para efectuar los penosos viajes. Las bellas españolas que acompañaron a los españoles en la colonización de nuestro territorio, fueron pieza clave para el establecimiento definitivo del poblamiento y el desarrollo de la naciente ciudad.

Época de La Colonia:

5.- La Leyenda de Leonelda Hernández.

Directoras de la comparsa: Janith Quintero y María Luisa Caravaca.



La base histórica de esta comparsa, se remonta a finales del siglo XVII, coincidiendo con la “visita pastoral que en esos días hacía a sus feligreses de la comarca ocañera, el Ilustrísimo señor Obispo de Santa Marta, Monseñor Liñán de Cisneros”, es decir, hacia enero de 1667.

Cuenta la leyenda que una joven mestiza de la tribu Búrbura, que habitaba en el poblado donde actualmente se levanta el municipio de González, fue condenada a la horca acusada de prácticas de hechicería. Hacía parte de la joven de un grupo de mujeres que practicaban el arte de la curandería. Capturada la jefe del grupo, fue sacrificada por las autoridades españolas y Leonelda Hernández, remitida a Ocaña para que fuera juzgada por el Tribunal de la Inquisición. Al llegar frente al antiguo Alto del Hatillo, los esbirros deciden eliminar a la supuesta bruja, para evitar que fuera indultada por el Obispo de Santa Marta, Monseñor Melchor Liñán de Cisneros.

Cuando la soldadesca intentó ejecutar a la hechicera, cayeron sobre ella sus hermanos de raza, quienes los pasaron a cuchillo, rescataron a Leonelda y se internaron en las selvas. Esta leyenda ha sido transmitida de generación en generación hasta nuestros días y se mantiene viva gracias a certámenes como el Desfile de los Genitores.

6.- Antón García de Bonilla:

Dirige la comparsa Janith Quintero.


Poderoso encomendero que contribuyo al progreso de la región, cuyo nombre también se ha convertido en leyenda.

En el siglo XVII vivió en Ocaña este importante encomendero dueño, entre otros bienes, de la hacienda de San Roque de Aguachica, quien contribuyó decididamente en la fundación de Río de Oro y en el establecimiento del primer colegio de Ocaña. Narra la leyenda que en una de sus haciendas, sus sobrinas cayeron víctimas de una terrible epidemia. Desesperado, tomó su cabalgadura y viajó hasta Ocaña, postrándose ante la puerta de la modesta capilla de Santa Rita, la abogada de imposibles; allí le hizo una promesa solemne a la santa a cambio de la salud de sus queridas niñas. Pasados los años, don Antón envejeció y murió sin haber cumplido su promesa, siendo condenado a vagar eternamente pro aquellos lugares que frecuentó en vida, entre ellos, la capilla de Santa Rita y la famosa “Calle del embudo”. Casó con doña María Téllez y falleció en San Roque de Aguachica en 1696.

7.- La Aparición de la Virgen de La Torcoroma,

Dirección de Nahún Barbosa.


El 16 de agosto de 1711, según la tradición local, los labriegos Cristóbal Melo y sus hijos José Y Felipe, al derribar un árbol con el propósito de hacer un dornajo para su trapiche, hallaron la imagen de la Virgen María, labrada en la corteza. El pueblo devoto bautizó el hallazgo milagroso con el nombre de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, debido al nombre del monte donde fue encontrada la imagen.

El informe más antiguo sobre la milagrosa imagen, data de 1774, y se debe al doctor Agustín Francisco del Rincón, Cura Rector Beneficiado de Ocaña y Vicario Eclesiástico, en cumplimiento de una solicitud que se hiciera a "los curas párrocos de las ciudades de Ocaña, Varinas (sic), Girón y pueblo de Tota que sin dilación alguna informen con certificación al Concilio de los hechos, que se expresan en el pedimento presentado por el Dr. D. Agustín Manuel Alarcón, así del aparecimiento de la Virgen de piedra (sic), que parece se venera en dicha ciudad de Ocaña; de la circunstancia de su aparecimiento; de la aprobación que hubiere tenido de los Ordinarios; de su figura y representación; como también de las de la Virgen del Real de la ciudad de Varinas; del crucifijo del pueblo de Tota; y del que también se venera en una capilla en el distrito de Girón, que se llama el Santo Cristo de los Milagros; y su Vicario recoja el librito manuscrito de la historia de ellos, y sin dilación le remita al concilio para su inspección". Esta solicitud está firmada por el eminente sabio, doctor José Celestino Mutis, quien era a la sazón, notario del Concilio que se celebraba en Santafé.

8.- La Romería. 

Comparsa dirigida por Jesús Quintana.

En 1716, una vez cumplidos todos los requisitos exigidos por la iglesia católica, se produce el traslado desde la montaña de Torcoroma hacia la ciudad de Ocaña, de la milagrosa imagen de la Virgen.
Las crónicas de la época dan cuenta que cuando se quiso traer inicialmente aquella imagen, sin protocolo y sin el ceremonial debido, cayó una terrible tempestad que impidió cumplir con el cometido. Hubo necesidad de llevar a cabo todo el protocolo requerido para  un oficio religioso de aquella envergadura, el cual incluía el acompañamiento de las autoridades locales y el cura y vicario para que, al fin, la imagen de María, bajo palio, pudiera llegar hasta iglesia matriz de Santa Ana, donde fue puesta en sitial especial.

9.- Damas y Caballeros de La Colonia

Dirige la comparsa Clemencia Patiño Pacheco.


Constituye uno de los cuadros más vistosos del Desfile. Está compuesto por señores y damas que marchan luciendo los atuendos lujosos del siglo XVIII. Se destaca la belleza proverbial de la mujer ocañera. Las damas llevan traje largo, mantillas, abanicos y peinetas, y los caballeros, sombreros, chambergos y capas.

Época de la Independencia:

10.- Llegada de Simón Bolívar a Ocaña en 1813

Director de la comparsa Heriberto López


Después de la derrota sufrida en Puerto Cabello y la Guaria, que sofocó la rebelión de los criollos venezolanos contra los españoles, Simón Bolívar viajó hasta Cartagena y se unió allí a las tropas patriotas de la Nueva Granada. El gobernador Torices aceptó la vinculación militar de Bolívar, quien comenzó la famosa campaña para despejar de realistas las poblaciones asentadas en la ribera del río Magdalena. Comenzó así la llamada “Campaña Admirable”. Después de tomar Tenerife, atacó las fuerzas españolas acantonadas en Mompóx, siguió a El Banco, Chiriguaná y Tamalameque, hasta llegar a Puerto Real, sin que los realistas obstruyeran su vertiginosa marcha. De Puerto Real, pasó a la ciudad de Ocaña.

“Al atardecer de uno de los primeros días de enero de 1813, a semejanza de aquella tarde del año de 1625 en que “una multitud abigarrada y parlanchina amontonábase en la Punta del Llano con el decidido ánimo de presenciar la entrada del primer Obispo que venía a visitar la ciudad”, aparecía en el mismo sitio una inmensa y alegre muchedumbre de todas las clases, condiciones y edades, después de haberse oído los disparos que eran la señal de la aproximación de las fuerzas patriotas, disputándose la vista del vencedor del Magdalena. Los primeros jinetes que penetraron en la empinada entrada de la plazuela hacen despejar el paso. Son los oficiales venezolanos que, por insinuación del cura párroco doctor Alejo María Buceta, y del alcalde ordinario, hacen alto y comunican  a su jefe los deseos de la población”. Para tan memorable ocasión, los ocañeros habían preparado un apoteósico recibimiento, que inició con las aclamaciones de la multitud y siguió con la presentación de una corona y  palabras de bienvenida por la jovencita Bárbara María Vicente Lemus, y una comisión de preciosas señoritas ocañeras, cuyos nombres fueron: María de Jesús Patiño, Saturnina Patiño, Juana de Dios Lemus, Nicolasa Ibáñez y Eusebia Sarabia. (Llegada de Bolívar a Ocaña, año de 1813. Rubén Sánchez N. y Carlos Molina López. En Revista Hacaritama; Noticias Históricas de Ocaña. Justiniano J. Páez. BAO Vol. 9, 1972).

“El 15 de diciembre de 1812, el Libertador pronunció el Manifiesto de Cartagena, punto de partida de la Campaña Admirable para tomar rumbo a Cúcuta, y el 14 de mayo de 1813 salir hacia Caracas, donde entrara triunfante el Ejército Libertador el 6 de agosto de 1813.

“El ejército conducido por el Libertador está integrado por brillantes oficiales granadinos y venezolanos, entre ellos Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Atanasio Girardot, Antonio Ricaurte, Luciano D`Eluyar, Francisco de Paula Vélez, José María Ortega, Manuel y Antonio París, Tomás Gutiérrez, eminentes civiles como Don Cristóbal Mendoza (que había sido el primer Presidente de Venezuela), Pedro Briceño Méndez, entre  otros.

“El Coronel Bolívar partió de Barranca, sobre el río Magdalena, con doscientos reclutas, en champanes (embarcaciones de la época), autorizado por el Presidente Torices; en quince días derrota a los realistas en Tenerife, El Banco, Mompox, Chiriguaná, Tamalameque, Puerto Real, Ocaña. En quince días queda libre el Bajo Magdalena y toda una provincia. De allí le llama Manuel del Castillo, en su ayuda, pues está rodeado en Pamplona por las fuerzas de Ramón Correa. Bolívar obtiene autorización de Torices; atraviesa, febricitante, la inhóspita cordillera, por los desfiladeros de Salazar de las Palmas; liberta a Pamplona, pasa el Zulia y ataca a los españoles en Cúcuta. ¡El parte de la batalla está firmado en Cúcuta libertadora!” (www.campana-admirable.org)

11. Compañía Libres de Ocaña

Bajo la dirección de Fernando O´Meara y el batallón de Infantería No. 15 General Francisco de Paula Santander.


Representa esta comparsa el batallón cívico conformado por nobles y plebeyos ocañeros y de la región quienes, atendiendo instrucciones de Simón Bolívar en 1813, le acompañaron hacia los valles de Cúcuta durante la famosa “Campaña Admirable”. La financiación de esta Compañía, fue posible gracias a los aportes económicos del don Miguel Ibáñez y Vidal y a la gestión del padre Alejo María Buceta. Bolívar delegó en don José Quintana la tarea de organizar una fuerza militar con voluntarios de la región, entre quienes se encontraban ciudadanos de Ocaña y Río de Oro. Señala el historiador J.J. Páez que, “Nombró, además, como segundo de Quintana, al señor don Juan B. Sánchez, y Quintana nombró como su secretario al señor don Luís Jácome Morinely. Como Bolívar había creado ya especial estimación por los jóvenes Antonio Quintero Copete y Juan Francisco García, resolvió nombrar al primero su ayudante de campo y al segundo, jefe de una compañía que él formara con voluntarios, la cual llevaría por nombre Compañía libres de Ocaña. Esta compañía la componían los señores: Manuel Rincón, Jesús María Sánchez, Tomás Molinares, Antonio Ballesteros, Fidel Avendaño, Rafael Ballesteros, Juan Antonio Gutiérrez, Pedro Molina, Manuel Toro, Miguel Barriga, Guillermo garcía, Luís María Santiago, Julián Avendaño, Fermín Acosta, Santos Pacheco, Venancio Gómez, Víctor López, Manuel Bayona, Julio Santiago, Carlos Mantilla, Martín Casadiego y Jesús Sánchez. La mayor parte de estos individuos, inclusive su jefe, perecieron en el combate de Cúcuta”.  También formaron parte de esta fuerza los señores José María Cano (tambor de la compañía), Quintín Sánchez, Nazario Díaz, Andrés Cáceres, Francisco J. Arévalo, Eugenio Barbosa, José Manuel Ibáñez, Sebastián Llaín P., Bernardo Pacheco, Natividad Posada y otros”. El cuadro está encabezado por Juan Francisco García, jefe de la Compañía, montado a caballo y vestido a la usanza de la época. Sostiene en sus manos la bandera de Ocaña. Lo sigue un grupo de voluntarios armados con machetes y fusiles.

12. Firma del Acta de la Independencia- Abril 7 de 1813

 Dirige la comparsa Carlos Rochels.


"El 7 de abril de 1813, congregados en la plaza de Santa Ana de Ocaña los ciudadanos partidarios de la causa de la independencia de América, en un comisio popular hicieron pedazos los sellos de España, los escudos de armas de los oficiales. Es voz común y tradicional, que con la madera de dichos escudos, hicieron fogonadas en las que hicieron chocolate algunos graciosos. Este comisio depuso a los antiguos regidores del cabildo, y a todas las autoridades realistas, y nombró nuevas. Los regidores que compusieron el nuevo cabildo fueron los señores don Sebastián Álvarez Llaín y Sarabia, don Juan Pino, don Bernardo Barbosa y don Miguel Martínez Troncoso.
"Este cabildo levantó el acta de independencia de esta ciudad que fue suscrita por los señores dichos, por José de Jesús, don Francisco Antonio, don Rafael, don Gabriel, don Nicolás, y don Pablo Lobo; don Miguel Pacheco, don Juan de Dios Illera, don Antonio Luis Jácome, don Francisco de Robles, don Bernardo Pacheco, don Ignacio Lobo de Rivera, don Francisco Gómez de Castro, don Gabriel Barriga, don José Quintana, don Francisco, don Bernabé y don Antonio Pacheco, don Martín y don Antonio Quintero Copete y el padre de ellos, don Gregorio Quintero, don José Antonio Quintero (Montaño), y otros muchos ciudadanos. En aquel precioso documento se desconocía el gobierno español y se reconocía el que emanaba del Libertador D. Simón Bolívar, se adherían a la revolución que este ilustre americano acaudillaba, se constituían a sostenerla y a no ahorrar sacrificio para lograr la emancipación de España. Como dicha acta se ha perdido, tuve el cuidado de tomar datos que aquí consigno de los verídicos labios de don Casimiro Pinto, vecino de Río de Oro. En conformidad con lo pactado en aquella acta, marcharon 180 ciudadanos de esta ciudad, formando un batallón con el nombre de "Libertador de Ocaña", a cuyo cuerpo pertenecía una compañía de los vecinos de Río de Oro constante de 70 hombres. Estas fuerzas con 150 hombres que trajo el general Bolívar de Mompós, son los 400 momposinos a quienes él decía que debía su gloria.

"Ocaña, octubre 25 de 1884.
"Justiniano Sánchez Lobo, Pbro."

Es copia del Libro de Bautismos Nº 25

13. Régimen del Terror

Director de la comparsa Javier Pinto.


Con el nombre de “época” o Régimen del terror”, la historia nacional hace referencia al al lapso histórico comprendido entre 1815 y 1819, cuando las tropas del general Pablo Morillo iniciaron la reconquista de las colonias americanas que se habían sublevado contra la autoridad del Rey desde 1809.

La saña y la violencia utilizada contra los patriotas y sus familias fue de tal magnitud que la Nueva Granada se tiñó con la sangre de sus más ilustres hijos: Bajo el cadalso, la horca o el paredón, cayeron el sabio Caldas, Camilo Torres, Mercedes Ábrego, Policarpa Salavarrieta, y centenares de patriotas, incluyendo a los ocañeros Miguel Pacheco, Salvador Chacón, don Juan Pino, don José Mora, don Eugenio Barbosa, don Juan de Dios Illera, don Gabriel Quintero, don Bernardo Pacheco y don José Posada.


14. Mártires de Ocaña y Los Colorados

Director de la comparsa Diego Quintero.


Con el nombre de “Colorados”, se conoce en la historia del oriente colombiano y de la región de Ocaña, en particular, la facción o guerrilla realista que operó entre 1818 y 1822, causando grandes estragos en las filas patriotas. Dice el historiador Páez Courvel que “en 1819 esta guerrilla estaba acaudillada por Juan Manuel y Cleto Jácome, Bernabé Ruedas, Juan Esteban Toscano, Dionisio Barbosa, Juan José García y otros…En vista de esto, el Libertador resolvió, en 1820, enviar a Ocaña un Ejército al mando del Coronel Francisco Carmona, para que acabara con los núcleos de facciosos realistas. Carmona ocupó a Ocaña el 10 de marzo de 1820 y los Colorados se retiraron a las montañas de Presidente. Pero obligado Carmona a marchar sobre Chiriguaná, lo reemplazó en la Jefatura Militar de Ocaña el coronel Jacinto Lara, quien con el Coronel Ramos, persiguió a los empecinados realistas por las comarcas de Teorama y La Palma  (hoy Hacarí). Pero luego, hallándose Figueredo en Ocaña, fue atacada nuevamente esta plaza por los Colorados, quienes desbarataron a los patriotas y se apoderaron de la ciudad, en noviembre de 1820, capitaneados por los mulatos Jácomes y por el cabecilla Javier Álvarez. Fue preciso, entonces, enviar una división al mando del Coronel Manuel Manrique, quien persiguió a los guerrilleros y recuperó la ciudad”. Los integrantes de este grupo, vestían pantalón rojo (razón de su denominación) y llevan como armas machetes y fusiles.



15.- Danzón. Música de la época de la Independencia.

Director: Brisas de Torcoroma.


La música fue uno de los factores que estuvo siempre ligado a las contiendas militares durante el periodo de la Independencia. De hecho, las piezas musicales se interpretaban en  medio del fragor de los combates o para celebrar hazañas, como el triunfo de Boyacá por las fuerzas republicanas.
Trajes de época y aires de los antiguos danzones, recrean aquellos tiempos que determinaron la libertad americana del imperio español.

16.- Las Ibáñez

Dirige la comparsa la Junta Directiva de la Corporación.



Del matrimonio de Don Miguel Ibáñez y Vidal y doña  Jacoba Manuela Arias, se destacan en la historia de Colombia todos sus hijos, pero muy especialmente, Doña Nicolasa y Doña Bernardina Ibáñez.
La primera comienza a figurar en nuestros anales, cuando en 1813, a la llegada de Simón Bolívar a Ocaña por primera vez, hace parte del grupo de jovencitas que coronan la frente del patriota con laureles. Culminada la gesta de la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, corresponde a Bernardina, ya en Santafé, coronar a Bolívar en su entrada triunfal a la capital de la Nueva Granada. Doña Nicolasa casó con el español Antonio José Caro, de cuya unión nació el poeta hispanoamericano José Eusebio Caro Ibáñez; Doña Bernardina, casó con Florentino González. Esta familia se destacó durante el proceso de Independencia, por sus significativos aportes a la libertad. Don Miguel Ibáñez, padre de las hermosas damas, entregó los fondos de las Cajas Reales al Libertador para que continuara la Campaña Admirable; fue tánto el aporte de la familia Ibáñez, que el Pacificador, Don Pablo Morillo, al entrar a Santafé, sometió a sus miembros a los oprobios de los tribunales que confiscaron los bienes familiares y desterraron a las mujeres a La Mesa y a Ocaña después de sufrir indignantes tratos, como ocurrió con buena parte de los ciudadanos comprometidos con la Independencia.

Época de La República: Siglo XIX

17.- La Gran Convención de Ocaña

Director de la comparsa José Isaac Mendoza Lozano


Este cuadro representa a los convencionistas participantes en la constituyente reunida en Ocaña en 1828, con el propósito de reformar la Constitución expedida en Cúcuta en 1821. Pese al fracaso de este certamen político, los ocañeros y colombianos guardas un respetuoso recuerdo del acontecimiento que reunió a 64 de los 108 diputados de las provincias de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador.

En 1827 los diferentes personajes de la vida política de la gran Colombia, discutían acerca de la necesidad de realizar una reforma   a la constitución que se había expedido en Cúcuta, en 1821.Como esta constitución no podía reformarse  hasta después de pasados 10 años y las disputas entre los partidarios de Bolívar  y Santander se iban volviendo mas graves, el congreso decidió convocar una convención constituyente, la cual debería reunirse en la ciudad de Ocaña el 2 de marzo de 1828.


¿POR QUÉ SE ESCOGIO A OCAÑA COMO SEDE DE LA CONVENCION?

Ocaña fue escogida por que las condiciones de aislamiento y seguridad para el trabajo de los diputados permitían que no hubiese influencias directas de los partidarios armados de los simpatizantes políticos del bando de  Santander y Bolívar además, la cercanía con Venezuela garantizaba la asistencia de sus representantes.
El templo de san francisco  fue escogido debido a que ya existían antecedentes similares de este tipo de  reuniones en otros templos de las ordenes franciscanas y de san Agustín

DESARROLLO DE LA GRAN CONVENCION

Después de haber revisado las credenciales  de los diputados, se acordó  que la convención iniciara labores el 9 de abril de 1828. Asistieron a la inauguración de las sesiones, 64 delegados de todas las provincias  de la gran Colombia, de los 108 que le correspondían a la población. Inicialmente, fue elegido como presidente de la gran convención José María del Castillo y Rada, de Cartagena y como vicepresidente, Andrés Narvarte, de Caracas. Toda la fuerza pública de Ocaña fue retirada hacia Mompox, para evitar incidentes. El tema central de las discusiones  fue el sistema político que debería adoptar la gran Colombia, lo cual dividió a los asistentes en dos bandos: los que defendían el centralismo, que apoyaban a Bolívar y los que apoyaban el sistema federal los amigos de Santander.
Los debates que se presentaron fueron violentos y nada pudo adelantarse, hasta que, viendo que su proyecto no podía derrotar al de los santanderistas, los partidarios de Bolívar deciden retirarse hacia la cruz, hoy Abrego y así quedo disuelta la convención.

CONSECUENCIAS DE LA DISOLUCION DE LA GRAN COLOMBIA

Como consecuencia del fracaso de la gran convención de Ocaña  Bolívar asume la dictadura, dictando una serie de medidas económicas de emergencia. Santander es enviado como embajador de los Estados Unidos. Pero lo más grave del fracaso de esta convención fue el intento de asesinato contra Bolívar, el 25 de Septiembre de 1828 y luego la disolución total de la gran Colombia, que se produce con la muerte del libertador en 1830.

Entre los diputados Bolivianos más importante, se destacan José del Castillo y Rada, Pedro Briceño  Méndez.
Se destacan, el general Francisco de Paula Santander, Luís Vargas Tejada y el Almirante Padilla. Los demás convencionistas realizan una dramatización de las sesiones acaloradas que tuvieron lugar. Cierra el cuadro una representación del templo de San Francisco que sirvió de sede al magno acontecimiento.

18.- La Liberación de los Esclavos

Directora de comparsa Jacqueline Peña Camargo.


Desde la época colonial comenzó a darse el fenómeno de la manumisión, por parte de algunos propietarios de esclavos negros. Ya desde 1809 don Antonio Villavicencio había propuesto la libertad de vientres de esclavas, fijando un lapso entre los 20 y los 25 años para que la esclavitud expirara definitivamente, “de hecho y de derecho” “en todas nuestra posesiones de América”. Durante el proceso de independencia, los amos reclutaron a sus esclavos y los armaron para defender, bien la causa del Rey o bien la Independencia. Muchos esclavos aprovecharon el caos de la guerra para huir a lugares seguros, entre 1810 y 1820. Simón Bolívar, después de 1816, hizo énfasis en la necesidad de librar a todos aquellos esclavos que se enrolaran en las filas patriotas. Sin embargo, el concepto de la liberación de los esclavos chocaba francamente con los intereses patrimoniales de sus amos, por encima de cualquier consideración humanitaria o idealista. Fue así como se propuso la figura de la indemnización para compensar, por lo menos en parte, la pérdida económica que sufriría el dueño de esclavos. El debate se agudizó e hizo parte de la agenda de los constituyentes de Cúcuta en 1821, obligando al Congreso a decretar la libertad de vientres. Don Félix Restrepo, ponente de esta ley “reconoció que era necesario destruir la esclavitud sin destruir a los propietarios. Para ello, propuso la libertad de partos y la obligatoriedad de los dueños de vestir y alimentar a los hijos libertos, quienes en contraprestación deberían servir a los amos hasta los 16 o 18 años. Así, el 19 de julio de 1821, el Congreso declaró libres a los hijos de las esclavas que nacieran ´desde el día de la publicación de esta ley en las capitales de provincia´…los amos podían liberar a los esclavos antes, siempre que pagaran los que se hubiera invertido en su crianza” (Hermes Tovar Pinzón. Credencial Historia No.59, noviembre de 1994, p. 4 ss).
En 1823, se prohibió el comercio de esclavos “aunque se abrió una brecha al disponer que sólo podrían ser comercializados si iban a ser utilizados para los servicios y no se reexportaban. Indudablemente que el tráfico continuó, pues todos los esclavos que corrían las rutas del comercio eran sirvientes”. La ley nuevamente volvió a señalar la prohibición en 1825. Desde la expedición de la Ley de 1821, se crearon las Juntas de Manumisión compuestas por el juez de la población, el cura, dos vecinos y un tesorero. Las manumisiones no fueron significativas. Las luchas entre esclavistas y liberacionistas continuaron durante varios años, hasta 1828 cuando Bolívar dictó normas reglamentando las Juntas de Manumisión. Entre 1839 y 1842, el conflicto interno del país retrasó el debate que se reanudó con toda su fuerza entre 1849 y 1850, cuando “la prensa, la sociedad civil liderada por grupos radicales y por las Sociedades Democráticas y el Congreso generaron un ambiente de difusión y discusión de la libertad de los esclavos que llevó el gobierno de José Hilario López a proponer la libertad absoluta”: El historiador Tovar Pinzón señala que por esa época se produjo un verdadero movimiento social en pro de la liberación que, finalmente, produjo la Ley de 21 de mayo de 1851 por medio de la cual todos los esclavos quedarían libres a partir del 1º de enero de 1852. La Ley creo las Juntas de manumisión en las cabeceras de cada cantón y en las cabeceras provinciales. Para compensar a los amos, se creó un bono especial y un fondo enriquecido con el 1% del salario de empleados oficiales y pensiones, así como aportes del presupuesto nacional, las importaciones, mortuorias y rentas de la iglesia.
Entre el 6 y el 22 de diciembre de 1851 se construye en Ocaña el único monumento en Colombia que recuerda la Ley que dio libertad definitiva a los esclavos en todo el territorio nacional. Esta columna, declarada como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional mediante Decreto 0620  de 11 de abril   de 2002, está construida en ladrillo y calicanto; está compuesta por cinco anillos que representan las cinco repúblicas libertadas por Simón Bolívar. El cuadro hace alusión al gobernador provincial, doctor Agustín Núñez, quien bailó con la esclava liberta más vieja, la negra Nicanora Rincón. Hace parte de esta comparsa una carroza representando el monumento nacional, seguida de un grupo de esclavos.

La Columna de la Libertad de los Esclavos tiene las siguientes medidas:
Altura: 10 varas. Con base en el estudio de medidas coloniales, realizado por el historiador Luis Eduardo Páez Courvel (3), la vara de Castilla para Ocaña, equivalía a 0.84 metros, es decir, que la columna tiene 8.4 metros de altura. Su base mide 2.5 metros y tiene cinco (5) anillos que representan las cinco naciones libertadas por Simón Bolívar, cada uno con un diámetro de 1.20 metros.


19.- La llegada de las Hermanas de La Presentación

Dirige la comparsa Judith Sánchez.

 La Asamblea Departamental de Santander expidió la Ordenanza No.05 de 1888, sancionada por el General Guillermo Quintero Calderón en su condición de Gobernador del Departamento de Santander, creando el Colegio de Señoritas en Ocaña, a cargo de una comunidad religiosa. El Colegio, que fuera iniciativa del Presbítero Doctor Ramón Anaya y Rubio y de ciudadanos locales, se entregó para su administración a las Reverendas Hermanas de la Presentación de Tours, bajo la dirección de la Hermana Marie Dosithée, quien regentó el Colegio hasta 1915. El importante centro educativo funcionó en el claustro de San Francisco hasta 1974, continuando aún su labor en el seno de la sociedad ocañera.

20. Inmigrantes Sirios y libaneses

Dirige la comparsa Samira Numa.


Las primeras familias sirias y libanesas llegaron a Ocaña y la región a finales del siglo XIX. Su laboriosidad y sentido de unidad lograron, con el correr de los años, afianzarse en la comunidad provincial de la cual son hoy exponentes destacados. En su gran mayoría, estas familias se dedicaron a la actividad comercial, creando prósperas empresas que se han mantenido con el correr del tiempo. Sobre su interesante odisea que los condujo desde sus lugares de origen hasta Colombia y nuestra zona, don Zajia M. Numa escribió un interesante relato titulado libaneses y sirios en Ocaña. Apellidos como Numa, Neme, Haddad, Marún, Romano, Esper, Zurek, Latiff, Assaf, Gandur, Baene, Chaya, Elam, Raad, Busaíd, Chalela, Sagra, Férez, entre otros, conservan aún

21. Los inmigrantes. REINO UNIDO: (Inglaterra, Escocia e Irlanda), ALEMANIA, FRANCIA

Director de la comparsa Fundación Folclórica y Cultural de Ocaña.




Nueva comparsa. A finales del siglo XIX, debido al auge económico que cobró Ocaña con la libre importación de mercancías de Europa y los Estados Unidos, comienzan a llegar ciudadanos extranjeros, provenientes de Alemania, Francia, Italia, Irlanda, Inglaterra y del medio oriente, especialmente de Siria y el Líbano.

Pronto organizan compañías comerciales en a ciudad, aprovechando la cercanía de Puerto Nacional y Gamarra, donde atracaban los vapores procedentes de Barranquilla. Así surgen las conpañías: Wolff, & Hno; Guillermo R. Quin & Cía; B. Batestti & Cía; las empresas de los italianos Lébolo, las de los alemanes Meyer y Hein, las de los Brokate, W. Strieck, etc.   
      
22, Las floristas

Directora de la comparsa Emilse de Gentil.


 Como “Las floristas”, se conoció en la Ocaña de finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, a las jóvenes que dedicaban su esfuerzo laboral a surtir de flores y de frutas a las gentes. Esta comparsa muestra todo el colorido y la frescura de los jardines locales y la belleza de nuestras jóvenes trabajadoras. Rostros amables y gentiles y cuerpos espigados y cadenciosos, se unen a la policromía floral de esta llamativa comparsa.

23. Aguateros y lecheros.

Director de la comparsa, Paola Castellanos Lemus.


El cuadro revive la época en que tanto el agua como la leche eran llevados a la ciudad a lomo de mula por los campesinos de la región. Las mujeres, cumplían la tarea de la venta directa, cargando sobre sus espaldas un recipiente metálico que, a veces, también sostenían sobre sus cabezas con un pretal. Los integrantes, vestidos como campesinos desfilan con sus mulas cargadas de barriles de madera.


24 - La llegada de los gitanos

Directora de la comparsa Astrid Sarmiento.


 Recuerda esta comparsa a los grupos de gitanos que ya hace mucho tiempo solían venir a Ocaña, creando con ello todo un acontecimiento cultural y recreativo. En este cuadro se observan las famosas carrozas gitanas y sus integrantes con las vestimentas propias de su cultura.
Al igual que lo indios, los gitanos son otra especie milenaria en nuestro país. En Bogotá viven solo algo más de tres mil gitanos que se aferran a sus tradiciones. Los gitanos tienen cuarenta siglos de historia. Historia que para muchos se resume en la vida nómada, en las carpas, en los naipes, en la adivinación, en el rebusque, en su fama de avivatos. En Colombia esa historia apenas supera los ochenta años. Provenientes de Rusia y Egipto los gitanos llegaron para quedarse. Aquí echaron raíces, por eso sus carpas ahora son de ladrillo. Atrás van quedando las épocas en las que las doncellas leían la suerte y deseaban buena fortuna. Ahora sus manos no se tienden para predecir sino para bendecir. De las nostalgias de sus cantos ancestrales, han pasado a los himnos de alabanza en castellano. Sí, los gitanos sin tierra y sin patria, hoy son cristianos. Siguen pensando, como antaño, que son una raza elegida. Mantienen las costumbres familiares en torno a un patriarca. Las mujeres no pueden llegar a casa después de las cinco de la tarde, y si son casadas, no deben pasar frente a los hombres, a menos que haya un niño de por medio. Conservan su idioma, su vestuario, sus largas fiestas, su inclinación por la música y sus bailes ancestrales con ritmos rusos y nostalgias españolas. Dejaron la fiebre del oro por la orfebrería. Desde los diez años trabajan el aluminio, el cobre y la forma de acabar con su fama de avivatos; por eso denigran de los adivinadores que se hacen pasar por gitanos de quienes dicen que sólo tienen una gota de sangre gitana y el resto es colombiana. Por lo pronto ya tienen un escriba que se encargará de contar los secretos de la leyenda gitana, confiados como están que su raza tendrá una segunda oportunidad sobre la tierra.

25- La danza del Tigre. Tradición del corregimiento de Otaré.

Director de la comparsa Iván Durán Lanzziano.


Patrimonio inmaterial del corregimiento de Otaré (antes Brotaré) y también de las poblaciones de Río de Oro (Cesar) y  Teorama. La denominada Fiesta del Tigre tiene lugar en Otaré, los días 5, 6 y 7 de enero.

La danza recoge la historia de un tigre que asolaba la región, hacia finales del siglo XIX, lo cual dio lugar a que se formaran partidas caza para acabar con la fiera. Se cuentan entre los participantes, algunos pintados con hollín, que representan a los negros cazadores. El certamen recrea la aparición de la fiera, los daños causados por ella, su cacería, matanza y la venta del cuero.

26. Las tamborinas

Director Mario Castellanos Chinchilla, Programa del Adulto Mayor.


 Se conocen en la historia festiva de Ocaña las famosas “Tamborinas”, que eran grupos de niños y jóvenes que interpretaban canciones y bailes al son de tambores rudimentarios, en las plazas y parques y frente a las residencias, solicitando dinero por su actuación. Con aquellos pesos recogidos entre las gentes, los muchachos compraban ropa o comida en épocas de diciembre y enero,
Fueron famosas las “Tamborinas” de los barrios La Costa, La Piñuela, El Carretero y Villanueva.

27. Carnaval de Ocaña

LOS CAPUCHONES

Dirige la comparsa la Secretaría de Educación, Cultura y Turismo de Ocaña.


Estos singulares disfraces, tomados en 1945 del Carnaval de Barranquilla, fueron incorporados al Carnaval de Ocaña a partir de su primera versión el 3 de enero de 1946. Niños, jóvenes y adultos adoptaron este disfraz y todavía se recuerda con entusiasmo los bailes de coronación realizados en el Hacaritama (localizado en el actual Palacio Municipal), donde los capuchones constituían mayoritariamente  el vestuario festivo. Tamborinas y disfraces de indígenas, y la inolvidable “Gigantona”, solían recorrer los barrios y el centro de la ciudad, alegrando las festividades decembrinas y los días del Carnaval.

28. Desfile de carros antiguos.

Director Melwin Anteliz.


Cerrando el Desfile de los genitores varios ciudadanos Ocañeros se han vinculado al evento para mostrar aquellos vehículos antiguos que recorrieron la ciudad y la región cuando la ciudad aún mantenía el tradicional empedrado. Recordamos que los primeros carros llegaron a Ocaña en 1919. Su colorido y estado de conservación son una muestra de dedicación y esmero de sus propietarios a estas antiguas máquinas que engalanan el Desfile de los genitores.


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El Desfile  marcha desde el Complejo Histórico de La Gran Convención, por toda la calle Real, hasta la Cancha del barrio Maravel. Durante el trayecto se llevan a cabo algunas representaciones teatrales (“Leyenda de Leonelda Hernández”, “Llegada de Bolívar a Ocaña”, “Fusilamiento de Agustina Ferro”, “Marcha de los colorados”, “Debates de la Gran Convención”, etc.), danzas de la Independencia,  Ocañerita, Danza del Tigre, etc.) que causan mayor atractivo e impulsan a las gentes a indagar sobre el significado histórico de los cuadros.

El Desfile de los Genitores es organizado y gestionado por la Corporación Cultural y Artística Desfile de los Genitores; se realiza con recursos adjudicados para este fin, mediante proyectos presentados al Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación, quien ha venido apoyando el certamen desde el año 2004, al Departamento Norte de Santander, Secretaría de Cultura, y Municipio de Ocaña, el cual lo tiene incluido en el Plan de Desarrollo del Municipio, como un renglón independiente, con recursos fijos.

Adicionalmente, se cuenta con el apoyo de instituciones como el SENA, el Batallón de Infantería No. 15 general Santander, CENS, Oficina del Espacio Público, ESPO S.A., Canales de televisión de Ocaña (TV San Jorge e Ingepec Televisión), medios radiales y escritos, y otras entidades culturales como la Academia de Historia de Ocaña y los Museos de Ocaña, del Ministerio de Cultura.

La Corporación trabaja en pleno, junto a los directores de las comparsas, los Vigías del Patrimonio y la Academia de Historia en la organización y ejecución del Proyecto.

FOTOGRAFÍAS DE MIGUEL PÁEZ PACHECO Y RICARDO JAIME TOSCANO.