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jueves, 19 de febrero de 2009





LOS APORTES DE LOS HISTORIADORES DE OCAÑA A LA HISTORIOGRAFÍA NACIONAL

(Ponencia presentada ante el VIII Congreso Nacional de Academias Departamentales de Historia y de Archivos Históricos, celebrado en Tunja entre el 15 y el 17 de septiembre de 2005).

Por Luis Eduardo Páez García

De la Academia de Historia de Ocaña


INTRODUCCIÓN

Dentro del proceso fundacional y colonizador del oriente colombiano, la ciudad de Ocaña se destaca como parte del tercer proyecto organizado por el Cabildo de Pamplona, después de Mérida (1558) y la Villa de San Cristóbal (1561). Esta nueva empresa conquistadora y colonizadora, fue encomendada al Capitán Francisco Fernández de Contreras, vecino de Pamplona, quien había actuado como fundador de ésta ciudad.

Con base en el estudio realizado por Luis Eduardo Páez Courvel en 1940, sobre la fundación de Ocaña, (1) el propósito de la misma fue el de establecer "un puerto cuyas condiciones topográficas facilitaran el comercio entre Pamplona y el Gran Río" (2), sin descartar, como fue intención sabida de los españoles en aquellos tiempos, el descubrimiento de placeres auríferos y el sometimiento de los indígenas. Con estos propósitos, Fernández de Contreras lleva a cabo tres expediciones a territorio de los Carates, entre 1565 y 1570. Durante la segunda, que Páez Courvel considera como la pre-fundación (1568-1569), el conquistador estuvo acompañado de 34 soldados, costeando él mismo la empresa, según se desprende de la Probanza de servicios del fundador (1572), reproducida en la revista Hacaritama Nos. 56 y siguientes. Según el informe del Cabildo de Ocaña al gobernador Lope de Orozco, en 1578, los primeros pobladores fueron 36.

Ocaña, de acuerdo a la investigación de Páez Courvel y a los documentos que reposan en los archivos de Colombia y España, fue fundada el 14 de diciembre de 1570, convirtiéndose en puerto terrestre al servicio de Pamplona y los valles cucuteños, gracias al establecimiento de Puerto Real o Puerto Nacional, sobre el río Magdalena, que facilitó igualmente las comunicaciones y abastecimiento con la zona minera de Antioquia y el interior del virreinato.

En el marco del proceso de conquista y colonización del actual departamento de Norte de Santander, se destacan dos núcleos de influencia hispana bien identificados, entre los siglos XVI y XVIII. Son ellos Pamplona (1549) y Ocaña (1570). El primero, tiene que ver con el inicio del poblamiento blanco en el nororiente colombiano, punto de partida para la colonización y explotación económica del área y, el segundo, con el mismo proceso pero ya delimitado a una región cuyas características, con el tiempo, van a diferir del núcleo primigenio de Pamplona. Ambas fundaciones y el desarrollo de las poblaciones asociadas con ellas, consolidan el poblamiento, la economía y la administración colonial en el nororiente colombiano.

Durante el proceso de lucha por la Independencia, Ocaña jugó un papel preponderante en la denominada Campaña Admirable, emprendida por Simón Bolívar desde Cartagena hasta Venezuela. Ya en la República, la ciudad fue escogida como sede de la Convención constituyente, instalada el 9 de abril de 1828 en el templo y claustro de San Francisco, donde se enfrentaron las facciones boliviana y santanderista. El fracaso de esta Constituyente, traería como consecuencias la dictadura de Bolívar, el atentado septembrino y, finalmente, la disolución de la Gran Colombia en 1830, que puso fin al proyecto integracionista del Libertador.

La ciudad de Ocaña, está localizada en la región nor occidental del departamento de Norte de Santander, y hace parte de un vasto territorio que, con base en las Capitulaciones otorgadas al Capitán Francisco Fernández de Contreras, tenía por límites, los siguientes: por el norte, el sur del territorio de Tamalameque; por el sur, los cerros de Cáchira; por el oriente, el Lago de Maracaibo, y por el occidente, el río Magdalena. El proceso fundacional vinculó durante la Colonia y las primeras décadas de la República, en el siglo XIX, los actuales municipios de Abrego, Convención, El Carmen, Hacarí, La Playa de Belén, San Calixto, Teorama, El Tarra, Ocaña y Villacaro, en el Norte de Santander, y Aguachica, Gamarra, González y Río de Oro, en el sur del departamento del Cesar.

La región de Ocaña ha sido cuna de ilustres patricios, políticos, historiadores, sacerdotes y artistas de renombre nacional e internacional. Ha tratado de sobrevivir en medio de las inclemencias de la guerra que afecta todo el territorio nacional resquebrajando su tejido social, su comercio, su patrimonio cultural y sus valores más significativos. Nombres como los de Francisco Aquilino Jácome, Pedro Alcántara Ibáñez, José Eusebio Caro, José Trinidad Gaibrois, Guillermo Quintero Calderón, Luis Eduardo Páez Courvel, Lucio Pabón Núñez, Adolfo Milanés, Luis Tablanca, Justiniano J. Páez, Juan Roca Lemus "Rubayata", Fernando Galvis Salazar, Leonardo Molina Lemus, el sacerdote jesuita Juan Manuel Pacheco Ceballos, Francisco Sánchez Arévalo, Jorge Pacheco Quintero, los músicos y compositores Rafael Contreras Navarro y Carlos Guillermo Lemus Sepúlveda, los pintores Noé León, Edgar Silva y Martín Quintero Pacheco; el gramático Ciro A. Lobo Serna, entre otros, son apenas una parte del acervo humano que la región de Ocaña ha entregado al Norte de Santander y a Colombia. Y en cuanto a la reserva intelectual de hoy, valga mencionar nombres como los del pintor Jorge Riveros, del director cinematográfico convencionista Ciro Durán; de los historiadores y académicos Raúl Pacheco Ceballos; Monseñor Leonel Pineda Guerrero, historiador de la iglesia en Ocaña; Aurelio Carvajalino Cabrales; Euclides Jaime González; Jorge Meléndez Sánchez y Mario Javier Pacheco García, de Ocaña; Guido Pérez Arévalo, de La Playa de Belén; José Antonio Amaya Martínez, de San Calixto; José de la Cruz Vergel Jaimes, de Abrego; Pedro Santana Barbosa y María Argénida García, de Río de Oro, y Miguel Ángel Santiago Reyes, de Convención, entre otros.

Desde la celebración del Primer Congreso de Academias Departamentales de Historia, entre el 5 y el 7 de agosto de 1988, la participación de las Academias regionales en los debates sobre la historiografía nacional ha sido factor decisivo en la conformación de una nueva tendencia que privilegia las diferentes historias regionales de Colombia, con el propósito, bien acertado por cierto, de ampliar los referentes interpretativos tradicionales, basados en el secular centralismo político y administrativo, e incorporar a la gran historiografía nacional el acontecer de las ciudades no capitales de departamento y aisladas provincias desde las cuales se genera, día a día, el verdadero sentido de identidad y de nacionalidad con base en la diversidad étnica y cultural.


LOS APORTES HISTORIOGRÁFICOS

La historiografía de la región de Ocaña se inicia en el siglo XVIII, con los primeros informes escritos sobre la aparición de la Virgen de Torcorma, debidos a los sacerdotes Agustín Francisco del Rincón (Auténtica información sobre la formación, figura y milagros de Ntra. Sra. María Stma, titulada de Torcoroma, que se venera en Ocaña, desde el año 11. 27 de octubre de 1774. Reproducido en revista Hacaritama No. 90, Ocaña, julio de 1942), y Joaquín Gómez Farelo (Reseña histórica de la aparición de Nuestra Señora de la Concepción en el Monte de Torcoroma en Ocaña. Manuscrito de 1788. Primera edición, Imprenta Real, 1805; segunda edición en Ocaña, Imprenta de José A .Jácome, 1881). En el siglo XIX, el interés por la escritura de la historia de Ocaña tendría como pionero a Eustoquio Quintero, cuyos trabajos fueron publicados en el Boletín de Historia y Antigüedades y en los periódicos de Ocaña de finales de ese siglo. Con Quintero, se inicia también el rescate de la memoria cultural regional y la escritura de algunas tradiciones y leyendas que venían transmitiéndose por tradición oral.

Pero los aportes realmente significativos de la historiografía regional a la historia de Colombia, sólo comenzarían a partir de la publicación de la obra Los Genitores. Noticias históricas de la ciudad de Ocaña del doctor Alejo Amaya. Imprenta Departamental, Cúcuta, 1915, que abarca un período comprendido entre la fundación de la ciudad y 1810. Comprende el trabajo aspectos relativos a la Conquista, colonización de la región, encomiendas, autoridades civiles y eclesiásticas, economía, vida religiosa y social, visitas oficiales de funcionarios reales, fundación de conventos, informaciones genealógicas, entre otros temas. Los Genitores incorpora cronológicamente, la información proveniente de los archivos Notarial y Eclesiástico, así como de acervos documentarios particulares.

Hasta el año de publicación de Los Genitores, la historiografía del Norte de Santander, Santander y sobre todo la de Ocaña, era bien escasa, como se evidencia en el listado de publicaciones que consigna Luis Febres Cordero en su libro Del antiguo Cúcuta, escrito en 1918 (3), y "De los libros antecesores" que registra Enrique Otero D´Costa en su Cronicón solariego, para el caso de Santander (4).

Algunos historiadores contemporáneos han juzgado de manera irreverente el valor histórico de Los genitores, acercándolo, en algunos casos, a la categoría que con sorna se le dio en algún momento a El Carnero, de Juan Rodríguez Freile, tildando la compilación de chismes y pleitos judiciales extraídos de los archivos. Otros, no menos inconsecuentes, le endilgan toda suerte de adjetivos descalificadores y le niegan su valor como pieza historiográfica. Gracias al doctor Alejo Amaya, Ocaña y la región lograron conservar los textos de muchos documentos hoy desaparecidos de nuestros archivos históricos.

En 1924, se publica la segunda obra en importancia para la historiografía regional y departamental: Noticias históricas de la ciudad y provincia de Ocaña, desde 1810 hasta la guerra de los tres años, publicada en Cúcuta por la Imprenta del Departamento (2a. edición, Biblioteca de Autores Ocañeros Vol. 9, 1972), y cuyo autor es Justiniano J. Páez. En síntesis, la obra continúa la cronología de Alejo Amaya y concluye en 1903. Se destaca aquí el papel de Ocaña durante la Independencia, resaltándose la participación regional en la Campaña Admirable, cuyos alcances e importancia sólo hasta ahora comienzan a reconocerse por parte de los historiadores nacionales. Para el período de la Reconquista y el sometimiento de la guerrilla realista de Los Colorados, J. Páez incorpora a su estudio valiosos documentos del archivo particular del doctor Francisco Aquilino Jácome, cuyo paradero hoy desconocemos. Lo relativo a las guerras civiles de finales del siglo XIX y a la Guerra de los Mil Días, merecen en estas Noticias Históricas un tratamiento especial debido, entre otras cosas, a la participación del autor como sujeto activo durante la última contienda civil. La erudición de J. Páez, su abundante material de consulta y los nexos que ya existían con historiadores nortesantandereanos y nacionales, contribuyeron a la elaboración de un texto bastante ajustado a los acontecimientos narrados. Incluye la obra, incluso, cuadros estadísticos que hacen de las Noticias Históricas una fuente constante de consulta por parte de los historiadores regionales.

1934. Monografía eclesiástica de la Parroquia de Ocaña, del Presbítero Manuel Benjamín Pacheco Aycardi. Tipografía Iris, Ocaña. 2a. edición en Historia de la Ciudad de Ocaña, Biblioteca de Autores Ocañeros, Vol. 5, 1970. Este se constituye en el tercer compendio historial de la región de Ocaña. Como lo indica su nombre, el estudio se centra en la vida eclesiástica de la región, visitas pastorales, vida y obra de prelados y sacerdotes, aspectos económicos y sociales, construcción de templos, entre otros temas. Destacamos la preocupación de Monseñor Pacheco por el patrimonio cultural de Ocaña, sus congregaciones y asociaciones, construcciones civiles, obras y vías públicas, y su sentido de organización archivística, que le permitió rastrear metódicamente el archivo eclesiástico de la ciudad que él mismo puso en orden.

En este mismo año de 1934, se publica la Guía de Turismo, órgano de propaganda de Norte de Santander, que incluye la Monografía de Ocaña, escrita por J. J. Páez. En esta oportunidad, el investigador hace especial énfasis en la vida cultural, educativa y periodística de Ocaña, así como una completa reseña sobre el Cable aéreo Gamarra-Ocaña. En esta misma Guía, se publica una completa Monografía de Convención, que será el primer trabajo publicado sobre este municipio, y sobre el cual se irán construyendo las demás investigaciones históricas. No aparece autor del ensayo.

1936. Monografía de Ocaña. Luis A. Sánchez Rizo. Publicaciones del centro de Historia de Ocaña, Vol. IV, Ocaña, Imprenta del Comercio. 2a. edición, Biblioteca de Autores Ocañeros Vol. 5, 1970. Cuarto compendio histórico sobre Ocaña. Su estructura metodológica se basa en similares trabajos monográficos publicados en Colombia durante aquella época. La participación directa del autor en muchos sucesos consignados en la obra, permiten el acercamiento a perspectivas más humanas de los hechos históricos registrados, al igual que los casos de J. Páez y Monseñor Pacheco Aycardi. Don Luis Sánchez Rizo estuvo vinculado durante toda su vida a la actividad periodística de Ocaña, bien como trabajador raso, como articulista, redactor y fundador de periódicos. Por ello, es de destacar la reseña cronológica que hace de las publicaciones periódicas locales, desde 1851 hasta 1936. De igual manera, constituyen valiosos aportes al la historia de la economía local, sus registros sobre la pequeña industria, manufacturas, artesanías y actividad comercial en general.

Debemos destacar la creación del Centro de Historia de Ocaña el 13 de mayo de 1935, elevado a la categoría de Academia mediante Ley 76 de 1968, primera institución en su género fundada en el departamento Norte de Santander, que produjo la conformación de un destacado grupo de investigadores históricos, liderado por los fundadores del Centro, señores: Belisario Matos Hurtado, Justiniano J. Páez, Manuel María de la Rosa, Luis Felipe Molina López, Emilio A. García Carvajalino, Jorge Pacheco Quintero, César Paba, Luis Eduardo Páez Courvel y Marco A. Carvajalino Caballero. A ellos, se unirían en este mismo año de 1935 y subsiguientes, personalidades de la vida intelectual regional, como Luis A. Sánchez Rizo, Presbítero Gabino Courvel Núñez, Rubén Sánchez N., Monseñor Manuel Benjamín Pacheco Aycardi, Presbítero Alfredo Sánchez Fajardo, Alejo Amaya Villamil, Leonardo Molina Lemus, Juan Manuel Pacheco Ceballos, Lucio Pabón Núñez, Ciro A. Osorio Quintero, Martín Quintero Pacheco, Felipe Antonio Molina, Enrique Pardo Farelo, Manuel Roca Castellanos, José María Peláez Salcedo, Fernando Galvis Salazar, Francisco Sánchez Arévalo, entre otros. De ellos, siete llegarían a pertenecer a la Academia Colombiana de Historia: Luis Eduardo Páez Courvel, Justiniano J. Páez, Jorge Pacheco Quintero, Lucio Pabón Núñez, Fernando Galvis Salazar, Juan Manuel Pacheco Ceballos S.J., y Leonardo Molina Lemus.

Aparece también en 1935, el Opúsculo historial de la fundación del Convento de Río de oro y erección de la parroquia, del Presbítero Alfredo Sánchez Fajardo, publicaciones del Centro de Historia de Ocaña, Vol. III, Imprenta del Comercio, Ocaña, 1935.

El Opúsculo historial del padre Sánchez Fajardo, basado en los archivos eclesiásticos de Ocaña y Río de Oro, es una interesantísima pieza historiográfica, antecedente de los sucesivos trabajos que sobre este municipio del Cesar, se elaborarían con posterioridad.

Las cuatro primeras obras que reseñábamos atrás: Los Genitores, Noticias Históricas de la ciudad y Provincia de Ocaña, Monografía de la parroquia y Monografía de Ocaña, se constituyen en los pilares fundamentales sobre los cuales se estructura la escritura histórica en la región de Ocaña. Su difusión inicial, aunque precaria, da a conocer al país los pormenores de una región que hasta 1936, aproximadamente, era desconocida en Colombia, incorporándose a los estudios de la historia del oriente colombiano que apenas tenían alguna divulgación, gracias a los cronistas de la Colonia. Incluso, la historiografía nortesantandereana, como se evidencia en la obra de Febres Cordero, no contaba sino con unos pocos estudios, entre ellos, los relativos a Pamplona y la importancia del general Francisco de Paula Santander como organizador de la República. Alejo Amaya, Justiniano J. Páez, Monseñor Manuel Benjamín Pacheco y Luis A. Sánchez Rizo, aparecen entonces como los primeros historiadores que aportan sus investigaciones al conocimiento general de la historia del oriente colombiano, circunstancia que se beneficia con la publicación de la revista Hacaritama, órgano del entonces Centro de Historia de Ocaña, cuyo primer ejemplar circuló el 9 de junio de 1935, bajo la dirección de Luis Eduardo Páez Courvel. Así mismo, el Opúsculo historial, del padre Sánchez Fajardo, inicia la investigación sobre la historia del sur del departamento del Cesar, actualmente enriquecido con su Centro de Historia “Miguel Jerónimo Niz”.


LUIS EDUARDO PÁEZ COURVEL

Historiador, ensayista, poeta, periodista, crítico y académico.

Nació en Ocaña el 30 de junio de 1906 y falleció en Cúcuta el 20 de junio de 1950. Hijo del historiador Justiniano J. Páez y Ana Dolores Courvel Serrano. Hizo sus estudios primarios en el Colegio de la Presentación, bachillerato en el Colegio de José Eusebio Caro y en el de San Bartolomé, de Bogotá (1927). Adelantó estudios superiores en la facultad de Derecho de la Universidad Nacional.

En 1924 produjo sus primeros poemas y ganó un concurso realizado en el Colegio Caro, con el tríptico La tempestad, siendo jurados del certamen, Adolfo Milanés y el padre Ignacio María Egaña, S.J. Desde 1922 se vincula al periodismo ocañero. En 1935 participa en la fundación del Centro de Historia de Ocaña. En ese mismo año, publicó la Interpretación estética y lírica de Adolfo Milanés, ensayo con el cual se dio a conocer nacionalmente como escritor.

Entre 1941 y 1950, Páez Courvel ocupó diversas posiciones como juez, rector del Colegio de José Eusebio Caro, vicerrector del Colegio Santander de Bucaramanga, concejal, diputado y Representante a la Cámara y, finalmente, Secretario de Hacienda del Norte de Santander.

Cultivó la poesía durante un corto tiempo, para dedicarse luego al ensayo literario y a la crítica artística; más tarde, se consagró como investigador histórico, campo en el cual se le reconoció nacional e internacionalmente.

Perteneció a los Centros de Historia, hoy Academias, de Ocaña, Norte de Santander, Santander, Pamplona, Santa Marta, Pasto, Academia Boyacense de Historia y Academia Colombiana de Historia. Delegado del Centro de Historia de Ocaña al Primer Congreso Bolivariano de Historia reunido en Bogotá en 1939, y representante al Segundo Congreso de Historia y Geografía de Colombia, reunido también en la capital de la República en 1940

Los críticos han considerado a Páez Courvel como uno de los mejores exponentes de la literatura nortesantandereana, dada la calidad en la estructura literaria y el manejo elegante del idioma castellano. El Ministerio de Educación Nacional, para honrar su memoria, fundó en 1952, la Biblioteca Pública de Ocaña, que lleva su nombre.

Para la historiografía nacional, los aportes significativos de Páez Courvel se sintetizan en sus obra: Historia de las Medidas Agrarias Antiguas, publicada en 1940, sobre la cual destacados historiadores colombianos conceptuaron, así:

"A deferencia especial del señor director de la sección II del Congreso, debo el que hubiera pasado a mi estudio una de las obras de mayor originalidad y trascendencia práctica, de las inéditas presentadas en esta corporación. El tema mismo, la diligencia, el método y la exactitud con que se desarrolló el dilatado estudio; la abundancia de fuentes inéditas y originales que sirvieron al autor para componer su trabajo, me atrajeron desde el primer momento.

"Tal es la HISTORIA DE LAS MEDIDAS AGRARIAS ANTIGUAS, de que es autor calificado y joven historiógrafo doctor Luis Eduardo Páez Courvel, que honra como delegado en este congreso al Centro de Historia de Ocaña...

"La bibliografía histórico-científica nacional hallábase huérfana hasta ahora dos años de una obra similar. Débese el primer ensayo al meritorio trabajo del doctor Peregrino Ossa, laborador paciente y benemérito, quien mucho ha logrado en tan delicado ramo científico como este de la agrimensura colonial...

"Hasta hoy, nuestra Corte Suprema de Justicia no ha podido, precisamente por la falta de un conocimiento exacto de la legislación y ordenanzas provinciales al respecto, sentar doctrina en los innumerables y frecuentes litigios que sobre alinderación de propiedades rurales se le ofrecen en esta hora del petróleo y de la minería. En lo venidero, gracias a la obra de nuestro colega, encontrarán los abogados, jueces e ingenieros de todo el país, una pauta definitiva para dirimir los derechos sobre tierras que se les confíen...

No quiero concluir sin hacer notar que para la perfecta inteligencia del trabajo ha sido complementado con tablas exactas de los valores que en cada lugar del país estudiado tuvieron las diferentes medidas agrarias coloniales, cuyos nombres de caballerías, estancias de ganado mayor, menor, pan coger, pan llevar, etc., evocan toda la obra admirable del aprovechamiento económico que España a sus colonias de América". (Del Informe presentado a la consideración del 2o. Congreso de Historia y Geografía, por el académico Guillermo Hernández de Alba, miembro de Número de la Academia Colombiana de Historia, y que fue aprobado unánimemente por dicho Congreso en su sesión de clausura, el día 10 de mayo de 1940).

El doctor Enrique Ortega Ricaurte, Jefe del Archivo Histórico Nacional, por su parte, señalaba: "De hoy en adelante, desde el severo magistrado a quien en última instancia toca conocer en los pleitos relacionados con éstas (medidas), hasta el humilde corregidor de la más apartada aldea de la República, tendrán que recurrir a sus enseñanzas si quieren proceder con la integridad, pulcritud y eficacia que es necesaria en el desempeño de las múltiples ya variadas funciones que les han sido encomendadas. Igualmente tendrán que valerse de ellas los cronistas e historiadores que, ya en una o en otra forma, estén interesados en conocer y en divulgar lo que fue en los primeros años de la conquista y colonización de estos territorios la oscura legislación española a este respecto, la institución y desarrollo de las encomiendas, etc., etc."

En este mismo sentido, se pronunció el Presidente de la Academia Nacional de Historia, doctor Enrique Otero D´Costa y el académico Pedro María Carreño ( 5 ).

En este mismo año de 1940, las investigaciones históricas de Páez Courvel producen otra obra de importancia para la historiografía regional y nortesantandereana: La fundación de Ocaña, publicada inicialmente en el Boletín de Historia y Antigüedades (6). Allí, previo estudio comparativo de las obras de los cronistas Fray Pedro Aguado, Juan de Castellanos, Lucas Fernández de Piedrahita, Juan Flórez de Ocáriz, Fray Pedro Simón, José Nicolás de la Rosa, y otros, con los documentos hallados en el Archivo General de la Nación, demuestra la fecha exacta de la fundación de Ocaña cerrando la discusión que se había generado por las diferentes versiones de la misma, dada por los cronistas, y que se propagó luego a los historiadores de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Sobre el particular, valga la pena anotar que el documento denominado: "Descripción de la ciudad de Ocaña de la gobernación de Santa Marta y de las cosas de su provincia y naturales de ella mandada a hacer por el Ilustre Cabildo de la dicha ciudad, la cual se ha de presentar y entregar al muy Ilustre señor Don Lope de Horozco, gobernador perpetuo y Capitán General de Santa Marta y su distrito por su Magestad, para que su Merced la envíe con las demás de los pueblos de la gobernación ante su Magestad real y ante su Real Consejo de Indias". 24 de marzo de 1578, publicado parcialmente en Relaciones Geográficas de la Nueva Granada (siglos XVI a XIX). Víctor Manuel Patiño, Cali, 1983. Transcripción completa en Relaciones y Visitas a los Andes, siglo XVI, Tomo 2. Región Caribe. Hermes Tovar Pinzón. Colección de Historia de la Biblioteca Nacional. Publicaciones de Colcultura y el Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, ratifica el año de 1570 como el de la fundación.

Otros dos estudios importantes para la historiografía nacional, son: Estudios históricos sobre Pamplona y Ocaña y Precursores, mártires y próceres santandereanos de la Independencia, obras póstumas que vieron la luz gracias a los buenos oficios del doctor Lucio Pabón Núñez

Obras: Historia de las medidas agrarias antiguas (1940); La fundación de Ocaña (1940); Estudios históricos sobre Pamplona y Ocaña (1950); Precursores, mártires y próceres santandereanos de la Independencia (1951); Ensayos críticos, volúmenes I y II; Biografía del doctor Alejo Amaya (1952); Interpretación estética y lírica de Adolfo Milanés, y otros estudios publicados en la revista Hacaritama y la prensa regional y nacional.


LUCIO PABÓN NÚÑEZ

Ensayista, crítico, historiador, periodista, político y académico. Nació en Convención el 21 de octubre de 1914 y murió en Bogotá el 19 de julio de 1988.

Hijo de Crispín Pabón y Victoria Núñez. Cursó estudios de primaria en Villacaro, de secundaria en el Colegio de José Eusebio Caro y de San Bartolomé, en Bogotá. En la Universidad Javeriana obtuvo su título de abogado, en 1943.

En Bogotá se desempeñó, entre 1937 y 1943, como bibliotecario de la Universidad Javeriana, jefe de redacción de la revista Colombia y director de la página literaria de El Siglo. Luego fue diputado y Representante a la Cámara por el Norte de Santander; diputado a la Asamblea Constituyente (1953-1957), concejal de Ocaña, gobernador del Norte de Santander, Ministro de Guerra y de Gobierno, diplomático y catedrático de varias universidades de Colombia y el exterior. Colaboró con periódicos y revistas regionales, departamentales, nacionales y extranjeras, y perteneció a las más prestigiosas academias del país, como la Colombiana de la Lengua y la Colombiana de Historia. Por sus servicios prestados a Colombia, se le otorgaron numerosas distinciones, entre ellas, la Orden de Boyacá.

La polifacética obra del doctor Pabón Núñez, abarca, desde la reseña de obras literarias e históricas, pasando por estudios biográficos enjundiosos, hasta el tratamiento de asuntos concernientes a la ideología del partido conservador y el llamado "nacionalismo católico" en Colombia. La rígida formación jesuítica del académico Lucio Pabón, y su acendrado sentido de la religiosidad católica, amén de su gran erudición, le permitieron investigar críticamente la vida política de su época y reproducir en sus libros el proyecto conservador que caracterizó su existencia vital. La figura de José Eusebio Caro, como uno de los más profundos ideólogos del Partido Conservador, unida a su inquebrantable lealtad al ideario bolivariano, se conjugó para crear un homogéneo cuerpo de literatura política, donde el humanismo cristiano está siempre presente. El imperio de la ley y el orden, del Estado de Derecho y de las tradiciones de la más rancia estirpe española, fueron los fundamentos de sus ejes temáticos, en la literatura, la crítica y la escritura de la historia.

En materia historiográfica, propiamente dicha, el doctor Lucio Pabón Núñez produjo interesantes artículos publicados en la revista Hacaritama, de Ocaña y un par de obras que hacen parte del contexto histórico nacional, como producciones histórico-políticas relevantes. En este sentido, destacamos El conservatismo y el programa católico bolivariano del Presidente Rojas Pinilla (1954); El pensamiento político del Libertador (1955); Los grandes problemas de la política colombiana en nuestros días (1964); Bolívar, el hombre de las constituciones (1974) y Bolívar, alfarero de Repúblicas (1983). Existe un marcado énfasis en el tratamiento histórico de los procesos constitucionales que se encuentran en el trasfondo de algunos idearios políticos, debido quizás, a su formación como jurista. Para la historiografía latinoamericana de Bolívar, obras como el Pensamiento político del Libertador tienen gran importancia, como lo señala el historiador venezolano Vicente Lecuna. "En 26 capítulos, en forma ordenada y con subtítulos y glosas al margen, se recoge lo mejor del ideario de Bolívar, desde los manifiestos de Cartagena en 1812, cuando despierta su genio hasta entonces dormido, hasta la última proclama de Santa Marta en 1830", escribe el académico Rafael Gómez Hoyos; y más adelante, agrega: "Desde entonces (1953), de tal modo ha multiplicado Pabón sus ensayos, conferencias y estudios sobre los aspectos de la vida del genio de América, que me haría interminable y fatigante si quiera enumerar los títulos y calificar sus méritos, que hacen de él acaso el más autorizado intérprete y comentador de los ideales bolivarianos" ( 7 )

Entre 1936, cuando se publicó su primer ensayo, Alberto de Mun: en torno a una vida de pensamiento y acción, y 1984, publicó 13 obras sobre literatura, crítica y política, y cerca de 20 folletos, lo cual nos indica su gran capacidad creadora y los diversos temas que dominaba con propiedad.

Destacamos, entre su numerosa producción, las siguientes obras: La tridivisión del poder público (1943); Muestras folclóricas del Norte de Santander (1952); El conservatismo y el programa católico bolivariano del Presidente Rojas Pinilla, Bogotá, 1954; El pensamiento político del Libertador, Bogotá, 1955; La acción europea en Iberoamérica, Madrid, 1961; Por la mancha de Cervantes y Quevedo (1962); La linterna y el búho, 1963; Los grandes problemas de la política colombiana en nuestros días, Bogotá, 1964; Palas atenea: poetas, humanistas y políticos (1967); Bolívar, el hombre de las constituciones, Caracas, 1974; ; Valores intelectuales de Ocaña: Adolfo Milanés y Luis Eduardo Páez Courvel (1982); Rafael Maya y Rafael Gómez Hoyos, Bogotá, 1982; Bolívar, alfarero de Repúblicas. Biblioteca de Autores Ocañeros, Vol. 19, 1983; El libro de las prosas familiares (1984).


JORGE PACHECO QUINTERO

Poeta, ensayista, historiador y académico nacido en Ocaña en 1911 y fallecido en Bogotá el 30 de mayo de 1982.

Hijo de Ricardo Pacheco e Isabel Quintero. Hizo estudios en el Colegio de José Eusebio Caro. En 1928 hace su primera aparición como escritor en el periódico local Pétalos; luego, en 1930, publica el semanario Hélitros. En 1935 se une a los intelectuales que fundan el Centro de Historia de Ocaña, siendo su primer secretario.

Los primeros trabajos de este autor sobre historia regional y nacional, ven la luz en la revista Hacaritama. En 1940 publica Efemérides biográfica del General Santander (Imprenta Departamental, Barranquilla), y en 1943, Influencia de la masonería en la emancipación de América, aspecto colombiano (Edit. La Gran Colombia, Bogotá)

Pacheco Quintero cultivó la poesía desde su juventud, pero no fue sino hasta 1965 cuando se conoció su primera obra lírica titulada Entre sombra y espacio. Andeles; en 1966 concluye esta serie, con los volúmenes II y III, Raíz desnuda y La palabra perdida; y en 1971, la Biblioteca de Autores Ocañeros incluye en su volumen 8, Los júbilos del amor y abecedario de ausencias.

La obra de Jorge Pacheco ha sido juzgada positivamente por diversos críticos para quienes, incluso, la poesía de este autor supera la de José Eusebio Caro.

Pacheco perteneció a las Academias de Historia de Ocaña, Colombiana de Historia y Colombiana de la Lengua. Contribuyó decididamente a la construcción y dotación del actual Instituto de Cultura y Bellas Artes de Ocaña que lleva su nombre.

Otras obras de Pacheco Quintero, son: Breve historia de la deuda pública nacional. Imprenta Nacional, Bogotá, 1951; - Antología de la poesía colombiana Tomo 1. Serie Minor, Caro y Cuervo, Bogotá, 1970; -La administración y ejecución del Presupuesto.


JUAN MANUEL PACHECO CEBALLOS S.J.

Sacerdote jesuita, historiador, catedrático y académico. Nació en Ocaña el 3 de marzo de 1914 y falleció en Bogotá el 30 de diciembre de 1986.

Hijo de Luis Macario Pacheco y Dolores Ceballos de Pacheco. Cursó estudios en el Colegio de José Eusebio Caro y la Escuela Apostólica de San Pedro Claver. Ingresó a la Compañía de Jesús, ordenándose como sacerdote el 3 de diciembre de 1941. Fue catedrático de la Universidad Javeriana y del Colegio San Bartolomé de Bogotá.

Sus calidades intelectuales y sus aportes a la investigación histórica nacionales, lo hicieron merecedor de varias distinciones, entre ellas, La Cruz de Boyacá, otorgada por el gobierno colombiano.

Fue Miembro de la Academia Colombiana de Historia, de las Academias Boyacense de Historia, Norte de Santander, Antioquia y Ocaña. Director de la Revista Javeriana y miembro fundador de la Academia de Historia Eclesiástica. Colaborador de la revista Hacaritama, El Mensajero del Corazón de Jesús, Eclesiástica Xaveriana, Revista de Indias, Boletín de Historia y Antigüedades, y otras publicaciones. Se le ha considerado como el historiador oficial de la iglesia en Colombia, dada la profundidad y rigurosidad en el tratamiento de sus temas de investigación. Leonardo Molina Lemus, al comentar la obra del padre Pacheco Los jesuitas en Colombia, dice: "Diversos críticos americanos y europeos coinciden en señalar al ilustre jesuita nortesantandereano como uno de los más eruditos y amenos investigadores de nuestra historia".

"Y tal el cuadro y tal el mundo, dice el jesuita Antonio de Egaña -que nos da el autor, sólidamente cimentado en una abundante y selecta bibliografía que recoge las obras de mayor importancia: investigador profundo de los archivos principales de su patria colombiana, de Sevilla, de la Compañía en Roma, Madrid y Quito. La obra se nos presenta con esa seguridad que garantiza una firma ya reputada en la historiografía americana. Acertado en darnos el cuadro geográfico, social y económico; en descubrirnos el clima psicológico, religioso y político; objetivo en apreciar las reacciones de las personas, sin paliar sus deficiencias. Obra riquísima en datos históricos, y satisfactoriamente lograda en su interpretación". Por su parte, el académico Lucio Pabón Núñez, destaca así la obra del padre Pacheco: "Uno de los más completos historiadores de la Colombia actual es el padre Juan Manuel Pacheco S.J. Investigador paciente de archivos oficiales y particulares, narrador veraz y ordenado, filósofo de la historia, escritor vivaz y correctísimo. Sus estudios en publicaciones periódicas como el Boletín de Historia y Antigüedades y la Revista Javeriana, son numerosos y de singular valor. Cuatro gruesos volúmenes ha publicado hasta ahora: dos tomos de los Jesuitas en Colombia: el primero comprende el período 1567-1654, y fue editado en Bogotá en 1959; el segundo va de 1654 a 1696, y apareció también en Bogotá, en 1962. En esta misma ciudad vieron la luz, dentro de la colección Historia Extensa de Colombia (de la Academia Colombiana de Historia) en 1971 y 1975 los otros dos: Historia eclesiástica, t. I. La evangelización del Nuevo Reino, siglo XVI; t. II, La consolidación de la Iglesia, siglo XVII. En 1975 apareció asimismo en la capital colombiana la biografía de Jesús María Fernández, S.J.: Itinerario de un gran hombre. En el mismo año salió en Caracas el libro La Ilustración en el Nuevo Reino, trabajo de extraordinaria valía por su originalidad, la profundidad y la transparencia" (8). A esta reseña de publicaciones del padre Pacheco, hecha por el académico Pabón Núñez, debemos agregar que, como obra póstuma, fue publicado el tercer tomo de los Jesuitas en Colombia, que va de 1696 a 1767, y dos tomos más del Volumen XIII de la Historia Extensa de Colombia, así como diferentes artículos en la sección biográfica de la Enciclopedia S.J. del Instituto Histórico.

El Archivo Histórico de la Pontificia Universidad Javeriana, lleva el nombre de este ilustre historiador colombiano, quien llevó a cabo rigurosas investigaciones en los archivos de Colombia, Roma, España y varios países iberoamericanos

Obras: -La virgen y nuestros próceres. Editorial Fas, Bogotá, 1936; -Historia de la Iglesia. Compendio escolar. Medellín, 5 ediciones; -Los jesuitas en Colombia (2 vol.). Editorial San Juan Eudes, Bogotá, 1959; -2a. edición, Editorial Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos (Esp.), 1961;Tercer volumen, publicado póstumamente; -La ilustración en el Nuevo Reino . Caracas, 1973.

Destaquemos, de las publicaciones hechas en revistas varias, las siguientes:

- La fundación de Medellín. En revista Javeriana No. 43, Bogotá, 1954; -Don Bartolomé Lobo Guerrero. Arzobispo de Santafé de Bogotá. En Eclesiástica Xaveriana No.5, Bogotá, p. 123 ss; - Los primeros obispos de Cartagena. En Eclesiástica Xaveriana No.6, Bogotá, 1956, p. 357 ss; -El fundador de Pamplona. En revista Javeriana No.32, Bogotá, 1949, p. 268 ss; - Sublevación portuguesa en Cartagena. En Boletín de Historia y Antigüedades No. 42, Bogotá, 1955, p. 556 ss.


FERNANDO GALVIS SALAZAR

Abogado, periodista, catedrático, historiador y académico nacido en Ocaña en 1919 y fallecido en Bogotá.

Hizo estudios secundarios en el Colegio de José Eusebio Caro de Ocaña y en el Colegio Universitario de Bogotá. Estudios superiores, en la Universidad Externado de Colombia, donde se recibió como abogado.

Catedrático de varios centros docentes de la capital; Miembro del Instituto Caro y Cuervo, de la Academia de Letras y Filosofía, y de las Academias de Historia de Ocaña, Antioquia, Norte de Santander, Santander, Valle del Cauca y Academia Colombiana de Historia. De ésta última, fue secretario de la Comisión de Lexicografía.

Obras: -El Padre Almansa. Cooperativa de artes gráficas, Bogotá, 1947; - José Eusebio Caro. Biografía. Imprenta Nacional, Bogotá, 1955; -Uribe Uribe. Biografía. Autores Antioqueños, volumen 2, Medellín, 1962; -Don Antonio Nariño: visión panorámica de la vida del precursor. Imprenta Departamental, Bogotá, 1962; -Breve historia del Repertorio Colombiano. Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1961.


OCTAVIANO ARÉVALO CLARO (Fray José María Arévalo Claro)

Sacerdote dominicano, historiador y académico. Nació en La Playa de Belén el 29 de agosto de 1923 y falleció en Bogotá el 1 de agosto de 1971.

Hijo de doña Juanita Claro y don Francisco Arévalo. Estudió en el Pontificio Ateneo Internacional Angelicum, de Roma, donde se ordenó como sacerdote. Estudios superiores en la Universidad de la Sorbona y en el Instituto de París, licenciándose y doctorándose allí en Teología, Filosofía y Ciencias Sociales. Fue también perito en Lenguas Orientales y profesor de Teología, Filosofía, Hebreo y Griego Clásico en el noviciado dominicano de Bogotá.

Miembro de las Academias de Historia de Ocaña, Boyacense de Historia y Sociedad Bolivariana de Colombia.

Obras: -Tesis escolásticas y revolucionarias en el origen de la Independencia; -Los Dominicos en el Perú. Imprenta Editorial San Antonio, Lima, 1970. A su fallecimiento, estaba publicando, por entregas, en Bogotá, La Universidad Tomista de Santa Fe de Bogotá, aportes relevantes a la historia de la iglesia en Colombia.


LEONARDO MOLINA LEMUS

Ensayista, peta, historiador y académico nacido en Brotaré (Ocaña) el 6 de noviembre de 1914 y fallecido en Cúcuta el 20 de febrero de 2001. Hijo de Cristóbal Molina y Ana D. Lemus Uribe de Lemus. Cursó estudios en el Colegio de José Eusebio Caro de Ocaña. Radicado en Cúcuta, se desempeñó como Delegado de Estadística de la Contraloría General de la República; juez 2o. municipal y, durante 22 años, ejecutivo de le empresa Bavaria. En 1942, fue nombrado Visitador del Ministerio de Comunicaciones y encargado de la Administración de Correos de Bogotá.

Fue corresponsal de El Tiempo y la Revista Semana; colaborador de El Espectador, El Liberal, Cromos, Estampa, la revista Hacaritama y Gaceta Histórica.

Miembro de las Academias de Historia de Ocaña, Norte de Santander y Colombiana de Historia. En 1871, fue Secretario Coordinador del Congreso Grancolombiano de Historia, reunido en Cúcuta, evento en el cual fue condecorado por la gobernación del departamento, con la Medalla Francisco de Paula Santander. En 1973 asistió al Congreso Nacional de Historia celebrado en Pasto y posteriormente representó a su Departamento en la ciudad de Tunja, durante la conmemoración de la Batalla de Boyacá.

En 1975 fue recibido como Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia, presentando la ponencia "Proceso de Bartolomé Lizón".

Obras: -José Eusebio Caro y otras vidas. Biblioteca de Autores Ocañeros, Vol. 11, 1973; - Patrimonio Monumental de Ocaña. Ediciones del Instituto de Cultura y bellas Artes. Cúcuta, 1983; -La cuna de Santander, Cúcuta, Universidad Francisco de Paula Santander, Cúcuta, 1999.


JORGE MELÉNDEZ SÁNCHEZ

Historiador, periodista, docente y académico, nacido en Ocaña el 31 de diciembre de 1945.

Cursó estudios en la Escuela Rural Integrada de El Rodeo (Buenavista) y bachillerato en el Seminario y en el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad Nacional, donde se licenció en Filosofía y Letras, con especialidad en Historia. Postgrado en Filosofía Latinoamericana e Historia de Colombia, en la Universidad Nacional. Es miembro correspondiente de la Academia de Historia de Ocaña y de la Academia de Historia de Norte de Santander.

Desde muy joven se dedicó a las labores periodísticas; sus primeros artículos aparecen en el periódico ocañero Ébano (1961) y la revista Mis palabras (1962). Entre 1966 y 1974, ocupó la redacción de Problemática liberal, en Bogotá. Ha sido colaborador también de Vanguardia Liberal de Bucaramanga, Diario de la Frontera y La Opinión, de Cúcuta. Se ha desempeñado como catedrático de Economía e Historia en las universidades Externado de Colombia, Jorge Tadeo Lozano y Pedagógica Nacional.

Desde 1979, cuando apareció su primera obra, Ocaña, la región y el desarrollo, el profesor Meléndez ha dedicado buena parte de su actividad investigativa al nororiente colombiano, en especial, al Norte de Santander y la región de Ocaña.

Obras: Políticamente no, doctor (1982); Aniquilamiento o pacificación (historia de la rebeldía motilona en la Colonia) 1982); Cacao y río (1983); Por el río Zulia (1984); Ocaña colonial (1984); Tiempo de fantasmas (1986); Reto al recuerdo (1987); La erosión y los tejados (19887); La tierra de don Antón (1989); Signar el presente (1989); Vivir la región (1992); Lado de Filogringo (1993); Camino de Oropoma (1993); Salida al río, historia de Guaduas (1994); ...y ahí cayó Camilo (1996); Compañera paciencia (1998); La viña de la esperanza (1998); Pensar la paz (1998); Alto Catatumbo: región y ambiente (1999); Sociedad e identidad (1999); Camino del río Negro. Historia colonial de la ciudad de La Palma, Cundinamarca (2000); Camino de la identidad. Fondo Editorial Tropykos. Publicación auspiciada por el Ayuntamiento de Pedroche, Córdoba, España, marzo de 2002; Soldadito de mi patria, no me mates. Editorial Códice, Bogotá, 200; .Lucio Pabón. El nacionalismo católico en Colombia. El búho, Bogotá, 2004.

La obra histórica del profesor Meléndez Sánchez, sobre todo en el tratamiento de los problemas actuales de violencia que sufre la región de Ocaña, ha logrado abrir un espacio en la discusión académica sobre la importancia de la zona en el desarrollo general del nororiente colombiano. Si embargo, en muchos de sus conceptos y apreciaciones aún se mantiene una evidente inclinación hacia las corrientes históricas marxistas que han tratado de privilegiar el papel protagónico de los movimientos sociales en los acontecimientos históricos del país. Para el caso concreto de Ocaña, estos "movimientos", no dejaron de ser, antes como ahora, manifestaciones episódicas que buscaron, antes que transformaciones efectivas de la sociedad, reconocimientos, reivindicaciones y posicionamientos sociales o económicos a través de las formas de la representación pública. El resultado, por ejemplo, de las movilizaciones sociales ocañeras en la década de 1960, tuvieron por objeto la consecución de específicos fines políticos que ya para finales de las décadas de 1970 y 1980, se habían confundido con el cotidiano quehacer de la dirigencia política liberal y conservadora. No se produjo, pues, ningún cambio sustancial en la estructura ideológica de la sociedad ocañera o regional, excepción hecha de la dirigencia que coadyuvó a la creación de grupos armados en aquellas décadas y que hoy ha desaparecido del escenario sociopolítico. Las tendencias izquierdistas actuales, por ejemplo, se concentran en algunos sindicatos cuya capacidad de convocatoria es bastante escasa.


CONCLUSIONES

Hemos escogido trece de nuestros historiadores, debido a la trascendencia nacional que sus obras han tenido en el campo de la historiografía colombiana, sin desconocer, por supuesto, otros autores que han enriquecido la escritura de la historia en la región de Ocaña, unos ya fallecidos y otros en plena actividad creadora, como tuvimos la ocasión de destacarlo en nuestro trabajo, aún inédito, "Historiografía de la Región de Ocaña", que se estructuró sobre una muestra representativa de 163 estudios históricos que incluye obras generales, opúsculos, ensayos y artículos publicados en revistas especializadas y prensa regional y nacional, entre 1805 y 2005.

El conocimiento de la historia del Oriente colombiano, fundamentalmente del departamento Norte de Santander y la región de Ocaña, no puede considerarse todavía como suficiente. El desarrollo que ha tenido nuestra historiografía no se compara ni cuantitativa ni cualitativamente con el que se ha dado, en la zona centro, norte o el occidente debido, entre otros factores, a la falta de estímulos dados a la investigación histórica, a la carencia de archivos organizados y sistematizados que permitan el fácil acceso a las fuentes primarias, y a la inexistencia de grupos interdisciplinarios de investigadores. Las Academias y los Centros de Historia nortesantandereanos no han establecido aún lineamientos de trabajo conjunto e intercambio de experiencias que permitan establecer el estado actual de la historiografía norteña, detectando sus falencias dominantes. Por otra parte, los ejes temáticos sobre los cuales se aborda la escritura de la historia, dejan constantemente de lado el análisis de la historia contemporánea y el fenómeno de la violencia actual en sus diversas modalidades.

Sobre este último particular, es preciso puntualizar en el tema de las etnias que habitan el Norte de Santander, su estado actual, los problemas que afrontan ante la localización en sus territorios de explotaciones petroleras o mineras y, lógicamente, los conflictos surgidos a raíz de la presencia de fuerzas irregulares de autodefensas ilegales y guerrilla en su territorio, que luchan por el control de los cultivos ilícitos, como en el caso de El Tarra y Tibú y el norte de la antigua Provincia de Ocaña. El problema social y económico surgido a raíz de los desplazamientos forzados, debido al conflicto bélico, apenas si se menciona tangencialmente en los informes oficiales como una queja o como denuncias presentadas ante los organismos de Derechos Humanos, mas no como un aspecto relevante de nuestra historia actual que requiere de análisis más complejos capaces de coadyuvar en la formulación de políticas claras de paz entre los actores del conflicto. En este sentido es destacable el trabajo que viene desarrollando el académico Miguel Ángel Santiago Reyes quien, lamentablemente, aún no ha publicado sus investigaciones relativas a las etnias de la zona del Catatumbo.

Es realmente difícil promover la defensa de los valores tradicionales, del concepto de patria y de identidad, del patrimonio cultural y de un proyecto coherente de nuestra historia regional en una sociedad desvertebrada política, social, espiritual y económicamente cuyo afán cotidiano se reduce casi que a la simple supervivencia. La constante destrucción del patrimonio arquitectónico, por ejemplo, la desinstitucionalización cultural, los problemas generados por la inadecuada representación política en las corporaciones de origen popular y alcaldías municipales, así como las prácticas políticas corruptas, se levantan como barreras constantes al desarrollo de los municipios que conforman la región de Ocaña.

De otra parte, el divorcio secular que existe entre el sector de la educación y el de la cultura, afecta significativamente la reproducción de las creaciones del ingenio humano, incluyendo los resultados de las investigaciones en el campo historiográfico que se convierten, con el tiempo, en trabajos que apenas si son leídos y comentados en los círculos académicos locales y nacionales, perdiendo todo su potencial pedagógico. Así mismo, los aportes historiográficos regionales a la historiografía nacional, suelen pasar desapercibidos, en la mayoría de los casos, debido a la poca circulación de las revistas académicas de provincia, cuya periodicidad está sujeta a los aportes exiguos de los miembros de los Centros de Historia y Academias regionales.

Los aportes de los historiadores ocañeros a la historiografía nacional, sin embargo, han contribuido notablemente al conocimiento de una vasta región que posee inmenso potencial y riqueza patrimonial, natural, turística y cultural, pero, simultáneamente carece de infraestructura adecuada para que los colombianos puedan acceder al disfrute pleno de esas mismas potencialidades. Las investigaciones que hemos adelantado durante los últimos cinco años, en temas como el rescate del patrimonio cultural, el turismo cultural, la historia de nuestras artes y letras, así como la implementación de las cátedras regionales en algunos municipios de la región, como Río de Oro, Teorama, Convención, La Playa de Belén y Ocaña, apuntan hacia el fortalecimiento de la identidad de la comarca y han despertado, nuevamente, entre algunos sectores intelectuales del Norte de Santander, el interés por revivir los Centro de Historia y fortalecer las Academias existentes.

Pero, sin lugar a dudas, se requiere urgentemente del apoyo logístico y económico del alto gobierno, en materia cultural, para lograr superar las deficiencias que se presentan en los niveles municipales, por la incuria y el desprecio de algunos mandatarios locales hacia la promoción, divulgación y fortalecimiento de nuestra cultura.


FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

(1) PÁEZ COURVEL, Luis Eduardo. Fundación de Ocaña. Historia de Ocaña, Biblioteca de Autores Ocañeros, Vol. 5, Caro y Cuervo, Bogotá, 1970.

(2) Ibídem, p.58.

(3) FEBRES CORDERO, Luis. Del antiguo Cúcuta, 2a. edición. Antares, Bogotá, 1950, p. 6

(4) OTERO D´COSTA, Enrique. Cronicón solariego. Imprenta Departamental, Manizales, 1922. p. XI.

(5) PÁEZ COURVEL, Luis Eduardo. Historia de las Medidas Agrarias Antiguas. Voluntad, Bogotá, 1940. Páginas introductorias

(6) ------------ La fundación de Ocaña. Boletín de Historia y Antigüedades Nos. 308-309, Bogotá, junio y julio de 1940, p. 445 ss.

(7) GÓMEZ HOYOS, Rafael. Monseñor. Lucio Pabón Núñez, político y letrado. Kelly, Bogotá, 1982, p. 49.

(8) PABÓN NÚÑEZ, Lucio. Nota de presentación a la Antología Histórica. Biblioteca de Autores Ocañeros, Vol. 16, 1979, p. 12-13.

OTRAS FUENTES CONSULTADAS

- Revista Hacaritama, órgano de la Academia de Historia de Ocaña (1935-2005)

- Revista Gaceta Histórica, órgano de la Academia de Historia de Norte de Santander

- Revista Lámina, Ocaña, 1945.

- Revista Trofeos, Ocaña, 1945.

- Revista Estudio, órgano de la Academia de Historia de Santander.

- Boletín de Historia y Antigüedades, órgano de la Academia Colombiana de Historia.

- Revista Acrópolis, de Ocaña

- Revista Horizontes Culturales (1987-2002)

- Boletín Informativo, de la Asociación Prodefensa de los Intereses Cívicos, Históricos y Culturales de Ocaña.

- Facetas Terrígenas. Órgano del Centro de Historia "Miguel Jerónimo Niz", de Río de Oro.

NUEVAS VOCES DE LA LITERATURA OCAÑERA


Por Luís Eduardo Páez García


Numerario de la Academia de Historia de Ocaña

Correspondiente Academia de Historia de Norte de Santander


Con el fin de mostrar un panorama de la producción bibliográfica de la región de Ocaña, durante los últimos 10 años, insertamos en este ensayo las reseñas biográficas y las producciones que se han hecho en Ocaña, Cúcuta, Bucaramanga, Cartagena y Bogotá, así como las de noveles historiadores cuyas obras han contribuido notablemente al incremento de la bibliografía regional y nortesantandereana.

No entraremos en consideraciones críticas de los contenidos y formas de las obras publicadas, tema este que hará parte de un ensayo mucho más completo titulado Historia de la Literatura Regional. Siglos XVIII a XXI, actualmente en preparación.

Aclaramos, que sólo hemos incluido a los autores con obra publicada, esperando nos dispensen aquellos a cuyas producciones no hemos podido tener acceso.


ISABEL CRISTINA LLAÍN ARÉVALO

Poetisa y compositora nacida en Abrego en 1958.

Miembro de la Asociación de Escritores del Norte de Santander.

OBRAS. – Sobre las Piedras Negras (1977); - Había una vez… un sueño.; Con Sabor a Tierra. Publicaciones de la Alcaldía y Personería de Abrego, 1996; Destellos de tinieblas (Crónicas), Cúcuta, 1999.


BENJAMÍN CASADIEGO CABRALES

Escritor e investigador cultural nacido en Ocaña.

Desarrolló una amplia actividad en el Instituto de Cultura y bellas Artes “Jorge Pacheco Quintero” de Ocaña, donde dirigió el Grupo Raíces Mágicas, conformado por niños y jóvenes a quienes se imparte aún, programas de narrativa oral, vídeo participativo y talleres de literatura.

OBRAS: La historia que nos contaron los abuelos. Recopilación de la tradición oral de la Provincia de Ocaña, realizada por niños del Taller Raíces Mágicas. Fundación para el Progreso de la Humanidad, Pris, 1992.

Raíces Mágicas. Producción de Vídeo participativo. Hacia metodologías del trabajo con niños. CINEP-Bellas Artes, 1997

Un toque de laurel. Las ceremonias alrededor del fogón. Raíces mágicas en la cocina. Minga-Bellas Artes, 2000

El último correo. Arfo editores, Bogotá, 2001.

Bajo la dirección de Casadiego Cabrales, el Taller Raíces Mágicas ha producido videos en formato profesional, con el apoyo del CINEP, ENDA América Latina, la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Educación (Raíces Mágicas 1993; Miro y soy mirado 1996).


JOSÉ ANTONIO AMAYA MARTÍNEZ

Poeta, escritor y académico nacido en San Calixto el 15 de septiembre de 1956.

Hijo de Cayetano Amaya López y Rosmira Martínez Carrascal. Realizó estudios de bachillerato en la Normal Nacional Francisco Fernández de Contreras de Ocaña; estudios de derecho en la Universidad Libre, seccional Cúcuta; en esta misma universidad se licenció en Filología e Idiomas.

Colaborador de la revista Hacaritama, órgano de la Academia de Historia de Ocaña, de la revista Gaceta, órgano de la Academia de Historia de Norte de Santander; de los periódicos Vanguardia Liberal de Bucaramanga, La Opinión de Cúcuta y el boletín El Renacimiento de Ocaña.

Se vinculó a la docencia el 5 de abril de 1978. En 1980 fue nombrado como Alcalde de San Calixto por el gobernador Adolfo Martínez Badillo; en 1982 ocupó la jefatura de auditorías fiscales de la Contraloría de Norte de Santander y, posteriormente, Pagador de la Imprenta Departamental. En 1994 retorna a la docencia, habiéndose desempeñado como profesor, entre otros centros, del Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña.

En 1991 fue nombrado jefe de Personal de la Alcaldía Municipal de Ocaña; 1993, Secretario de Educación y Cultura, cargo en el que fue ratificado el 1º. De enero de 1994 y luego el 7 de abril de 1997.

El 5 de marzo de 1997 fue recibido como miembro de la Academia de Historia de Ocaña, y en 1999, como miembro correspondiente de la Academia de Historia de Norte de Santander. Se ha desempeñado también como Subcontralor de la Contraloría departamental, en Cúcuta y docente y rector de colegios de la capital nortesantandereana.

Es miembro de la Asociación de Escritores de la Provincia de Ocaña y de la Asociación de Escritores de Norte de Santander, así como del grupo literario “Círculo Rojo”, Capítulo Norte de Santander. Participó en la V Conferencia Científica Latinoamericana de Educación Especial, en La Habana (Cuba).

OBRA: Relámpagos (poesías). Cúcuta, 1999. Historia de San Calixto


RAÚL AMAYA ALVAREZ

Poeta y cuentista nacido en Ocaña

Hijo de Daniel Enrique Amaya Navarro y Graciela Álvarez Manzano de Amaya.

Cursó estudios de primaria en la Escuela “Adolfo Milanés” y secundarios en la Normal Francisco Fernández de Contreras (hoy Colegio Nacional) y en el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña. Raúl Amaya inició su actividad literaria en el Colegio Caro, centro docente que por la década de los años 60 mantenía viva la tradición culta de Ocaña. Allí al calor de los debates que se daban en el Centro Científico “Albert Einstein”, junto con otros compañeros de su generación, se fue alimentando de las obras literarias de los escritores nativos, entre ellos de su abuelo Adolfo Milanés, cuyos versos se convirtieron en paradigma de los creadores de entonces. Durante la década de los años 70 fue cofundador del grupo de teatro experimental “Paredón” y de la Junta Directiva del grupo “Trashumantes”, junto con Wiston Jácome, Alfredo Luis Lobo Quintana, Jorge Luis Quintero y el poeta Jorge Humberto Serna Páez. Más tarde, fue cofundador del periódico “Voces inconformes”.

Raúl Amaya viene participando activamente en las tertulias literarias ocañeras, en las cuales se destaca como excelente conversador y fino humorista.

Se desempeñó como funcionario de la rama judicial en Ocaña

Colaborador frecuente del boletín “Bambú”, del Fondo de Empleados del Poder Judicial, entidad de la cual es secretario.

OBRA: Tonada sin pentagrama (poesías y cuentos). Publicidad San Carlos, Cúcuta, 1999.


FÉLIX J. BAYONA LÁZARO

Poeta nacido en Ocaña en 1934. Hijo Del reconocido periodista Esteban Bayona Bayona, fundador del periódico El Liberal, en la década de 1920.

OBRAS: Los poemarios: Abrojos del Camino. Grafitat, Ltda. Cartagena, 1998; Nostalgias; Las sombras del tiempo. Cuentos infantiles: La culebrita catalina y el el ciempiés Jacinto; Chigüiros y estibadores; Cuquita visita a Ñañi. Creador del Reglamento Nacional de Fútbol Playa y organizador de los tres primeros campeonatos en esta disciplina. Así mismo, se ha destacado por haber sido el fundador del Museo Nacional de la Guerra de Corea. Es Secretario General de la Asociación de Veteranos de la Guerra de Corea.


MIGUEL ANGEL SANTIAGO REYES

Psicólogo, escritor y académico nacido en Convención en 1947. Docente de la Escuela Normal Superior de Pamplona (1967); bachiller ICFES, validación en único examen (1972); Psicólogo Organizacional, Universidad Nacional de Colombia (1970-1976); Ha realizado diplomados en las Universidades Javeriana y Distrital en temas relacionados con la paz. Experto en temas socio-ambientales y de manejo de conflictos, así como en gestión social, comunitaria y territorial, diagnóstico de situaciones de riesgo y en la formulación de planes de manejo, en los sectores público y privado.

Se vinculó a la Empresa Colombiana de Petróleos en 1977, e hizo parte de la División de Relaciones Industriales, desde la cual desarrolló importantes proyectos para la región de Ocaña. El 24 de octubre de 1984, creó el Museo Nacional del Petróleo, único en su género en Colombia.

Es Miembro del Centro de Historia de Barrancabermeja y de las Academias de Historia de Santander, Norte de Santander y Ocaña. Colaborador de Vanguardia Liberal y las revista De Mares, de ECOPETROL, Hacaritama, de la Academia de Historia de Ocaña, y otras publicaciones nacionales.

Obras: Los grupos primarios (Bogotá, 1985); El petróleo en Colombia, Coautor, Bogotá, 2001; Memorias del Programa “Energía, ambiente y población EAP”, Banco Mundial, Coautor, 2002; El bloque Samoré y el pueblo U´wa. Banco Mundial, 2003; La revolución Comunera; Historia de la Concesión de Mares.


ALFREDO BARRIGA IBÁÑEZ

Compositor, músico, poeta, declamador, escritor y docente universitario nacido en Convención.

Hijo de Gilberto Barriga Pérez y Mercedes Ibáñez de Barriga. Cursó estudios de primaria y bachillerato en Convención. En la actualidad es profesor de la Universidad de Pamplona, donde se ha desempeñado también como Jefe de Bienestar Universitario.

Colabora frecuentemente con La Opinión de Cúcuta, Vanguardia Liberal de Bucaramanga y la revista Horizontes Culturales de Bogotá.

Junto con su compañero artístico, Juan de Dios Peláez, grabó un disco en el Ecuador con temas de música colombiana, y el L. D. “Olor a caña y café”, que contiene melodías de compositores convencionista.

En su calidad de intérprete y declamador, Barriga Ibáñez ha realizado giras nacionales con el dueto “Juancho y Alfredo”, que integra con su colega Juan de Dios Peláez.


“PERSONALIDADES ARTÍSTICAS, CULTURALES Y CIENTÍFICAS DEL NORTE DE SANTANDER (Reseña). Alfredo Barriga Ibáñez. Universidad de Pamplona, Pamplona, 2002.

La trayectoria del compositor, escritor y docente universitario, nacido en Convención, Alfredo Barriga Ibáñez, no es desconocida para los nortesantandereanos. Con frecuencia leemos sus artículos publicados en la prensa departamental o en revistas locales y nacionales. Como compositor e intérprete de aires folclóricos, le hemos escuchado en variadas ocasiones, sobre todo en el Larga Duración “Olor a caña y café”, junto con su colega de pentagramas, Juan de Dios Peláez, con quien conforma el dueto “Juancho y Alfredo”. La presente obra, es la primera que publica como un todo, producto de sus investigaciones biográficas, entrevistas y semblanzas, donde da a conocer un buen número de escritores, compositores, poetas y otras personalidades de la vida intelectual del Norte de Santander.

“Barriga Ibáñez nos habla en un lenguaje claro, matizado por la elegancia de la figura literaria pero sin pretensiones pedantes o intelectualistas; aquí se confunde “como una asordinada música de abejas”, para citar al inmortal Pacheco Quintero, el apego tradicional a su región, que le impulsa a la recordación romántica, con la anécdota que ilustra la vida de este o aquél caminante que va creando con su vida y obra caminos de paz en un departamento asolado por la angustia, pero que mantiene la voz suprema de la estirpe de Santander el Grande.

“Bienvenida, pues, esta obra que enriquece nuestro acervo bibliográfico y nuestras congratulaciones para la Universidad de Pamplona y sus diligentes directivas que han sabido valorar nuestro mejor patrimonio: el hombre!”.

OBRAS: Personalidades Artísticas, Culturales y Científicas del Norte de Santander. Universidad de Pamplona, 2002; El indeseable retorno de Enola Gay (novela); Más abajo del cielo. Nuestra familia Barriga desde 1853 hasta 2008, Cúcuta 2008.


CARLOS CARRASCAL CLARO

Abogado, poeta y compositor ocañero nacido el 19 de mayo de 1939.

Hijo de Pablo Carrascal y Flor María Claro. Hizo estudios de secundaria en el Colegio de José Eusebio Caro de Ocaña y en el San Pedro Claver de Bucaramanga, recibiéndose como abogado en la Universidad Libre de Cúcuta en 1980. Llevó a cabo estudios de pregrado en Derecho Penal y Criminología en la Universidad de Santo Tomás de Bucaramanga, y de Postgrado (1989-1990) en la Universidad Externado de Colombia y Autónoma de Bucaramanga. Entre 1983 y 1994, fue Juez Penal Municipal y Juez de Instrucción, así como Fiscal Seccional de la Fiscalía general de la Nación. Se ha desempeñado también como Personero, Contralor Municipal de Ocaña (1979-1980), y desde 1995, Asesor Jurídico del Ministerio de Transportes, seccional Ocaña. Es miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia SAYCO, desde 1995.

En 1975, junto con sus hermanos Orlando y Alfonso, participó en la edición del L.P. “Ocaña, geografía del recuerdo”, trabajo éste que hizo conocer nacionalmente composiciones de su autoría, como los bambucos Muchacha de Torcoroma y La Muelellanto. Conformó el Trío Hacaritama con los artistas ocañeros Fernando García y “Chema” Páez, quienes dieron a conocer parte de su trabajo musical con el CD “ Serenata a Ocaña” (1993). En este trabajo discográfico, destacamos composiciones musicales de relieve, como Alondra (bambuco), Cancionando una pena (vals), El principio y el fin (vals); así mismo, en 2000, dio a la luz pública el CD “Lo mejor de mi tierra”, que recoge piezas antológicas de la música vernácula.

OBRA: Travesía Interior (poemas y canciones). Editorial Gutenberg, Ocaña, 2000; Breviario para profanos (poemario), 2006.

Esta obra recoge, básicamente, cuatro aspectos temáticos que se mueven formalmente entre los cánones de las estructuras poéticas tradicionales y el verso libre usual en las facturas estéticas contemporáneas. Tales aspectos temáticos son: la tierra, el amor, reflexiones y la música.


ADALBERTO FUENTES JACOME.

Obra: La Madurez del Adolescente. Lito Torcoroma. Ocaña 2000.


JOHNNY ARMANDO SÁNCHEZ

Poeta nacido en Ocaña en 1961.

Hijo de Carlos Julio Sánchez Bayona y María Angarita. Cursó estudios de primaria en el centro docente Kénedy, bachillerato en el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña.

OBRAS: Vivencias doradas. Poemas; Pensamientos de Yumes, taroi, Bascos. Gráficas Gutenberg, Ocaña, 2001; Entre el sol y la luna. Ocaña, 2006.


FELISA ESCOBAR CARVAJALINO DE DUQUE

Poetisa nacida en Cartagena, de ancestros ocañeros. Hija de Leonor Carvajalino Caballero y Carlos Escobar. La poesía y la espiritualidad, le vienen a Felisa por herencia. No en vano don Marco Aurelio Carvajalino Caballero, su tío materno, es considerado como uno de los mejores poetas ocañeros. De igual manera, y para reafirmar los nexos de la poetisa con la cultura, es prima hermana del médico, escritor y académico, Aurelio Carvajalino Cabrales, autor de textos de narrativa facturados con pulcritud y atildado manejo idiomático. Más allá, los Carvajalino están emparentados con los Pacheco, en cuyas diversas ramas encontramos también poetas y prosistas de valía, entre quienes se cuenta a Jorge Pacheco Quintero.

Felisa Escobar llevó a cabo sus estudios en el Colegio de María Auxiliadora de Barranquilla, en Chía y en Bogotá; Secretariado bilingüe en la capital de la República, graduándose en el Business College; también adelantó estudios de inglés y francés, alternando con algunos cursos libres en el Arké, Instituto Cultural de Andrés Holguín. Casó con el empresario ocañero Francisco Duque Carvajalino, adelantando una importante labor de promoción del turismo internacional a través de la empresa Viajes Chapinero, lo cual le valió un reconocimiento por parte de la Dirección del Departamento Nacional Austríaco de Turismo en febrero de 1992.

La labor poética de Felisa Escobar comenzó a darse a conocer a través de algunas publicaciones de Mario Javier Pacheco y la revista Horizontes Culturales. En 1995 da a conocer Ansias de vuelo, y en 1998 es incluida en la antología bilingüe Poesía Latinoamericana; A raíz del VIII Festival Internacional de Poesía, reunido en Medellín, en 1998, aparece la selección Nuevas voces de fin de siglo, de Juan Revelo Revelo, que incluye también algunos poemas de esta figura de la lírica nacional; en 1999, figura ya como coautora del poemario Triángulo equilátero, junto con las poetisas María Teresa Arrázola y Carolina Mayorga; en este mismo año, se pública Granos de arena, hermosa selección de poemas por la paz escrito por mujeres.

Su última publicación, Madura sed, reúne 47 poemas escritos con impecable sentido de la economía literaria, manejo pulcro y suave de la lengua, acertadas metáforas que reflejan su alma sensible por suyos resquicios “se me escapan los sueños, no para evadir la realidad, sino por el contrario para captarla en su esencia más profunda”. La poetisa Matilde Espinosa se refiere a Felisa Escobar, en estos términos:

“La espontaneidad, la inspiración o motivación, llámese como se quiera, exige elaboración, no preciosismo ni filigranas. El gran Antonio Machado se refirió a este aspecto como una insinuación para evitar el mal gusto en la concepción y la escritura del poema. La sencillez es una cualidad excepcional y la verdad sea dicha se escribe como se piensa. ¿Qué sucede? No existen respuestas exactas para definir los estilos poéticos ni la diversidad de formas para mirar e interpretar las realidades. La intuición por ejemplo y las circunstancias de cada poeta pueden ser infinitas… De ésta creación nos sorprende la imagen transparente, es decir, limpia pero llena de aire luminoso que entrega el mensaje sin el rebusque efectista que muchas veces desfigura y maltrata la atmósfera que envuelve el poema”.

Madura sed, al igual que las otras producciones de Felisa Escobar Carvajalino, nos transporta al universo de lo bello, de lo cálido, de lo añorado; por sus creaciones transita el amor y como rumores de ensueño que se vuelven palabras cálidas y suaves. Resplandores de lunas ideales en los cielos misteriosos de la vida.


MIGUEL MARIO PACHECO CEBALLOS

Bancario y poeta nacido en Ocaña el 14 de junio de 1926.

Hijo de Luis Macario Pacheco y Dolores Ceballos de Pacheco. Vinculado a las actividades bancarias desde 1944, se ha desempeñado como Director de la Caja de Crédito Agrario en San Juan de Río Seco (1954) y de la misma entidad, en Convención, en 1955. Posteriormente, trabajó en el Departamento Internacional del Banco de Colombia, en Bucaramanga (1960-1966) y fue Subcontralor General del Banco Nacional de Bogotá (1966-1971). En 1971 se trasladó a Panamá, donde ha sido Subgerente del Banco Interoceánico (1971-1976) y Contralor General del Bipa Bank.

Pacheco Ceballos alterna sus actividades profesionales con el ejercicio de la poesía. En 1993, fundó la Asociación “Juan C. Pacheco”, con el propósito de propiciar obras de beneficio social y cultural.

OBRAS: Los Pacheco, trayectoria de una familia Nortesantandereana. Soluciones editoriales, Bogotá, 1993; Acrósticos. Soluciones editoriales, Bogotá, 2001.


JOSÉ DE LA CRUZ VERGEL JAIMES

Escritor nacido en Abrego el 3 de mayo de 1964.

Hizo estudios primarios en la Escuela Urbana de Varones, y secundaria en el Colegio Integrado nacionalizado de Santa Bárbara. Adelantó 4 semestres de educación superior en la Universidad de Santo Tomás, en Administración de Empresas y Economía Solidaria. Diplomado en gerencia Pública y Social, de Fundesa.

Se ha desempeñado como Director de la casa de la Cultura de Abrego, Secretario de Gobierno Municipal, Asistente al Congreso, Secretario de la Comisión II de Educación y Extensión Cultural de la Asamblea de Norte de Santander, Revisor de Documentos Técno 1, de la Contraloría General de la Nación.

OBRAS: Mirando a Abrego. 1987; Abrego, los Llanos de la Cruz. Centro Gráfico Salesiano, Cúcuta, 2000; Abrego, gesta y leyenda. Centro Gráfico Salesiano, Cúcuta, 2005.


MONSEÑOR LEONEL A. PINEDA GUERRERO

Nació en Ocaña el 30 de enero de 1941; hijo de don José Antonio Pineda y de doña Carmelina Guerrero. Cursó estudios en el Colegio de San Bernardo, el Seminario del Dulce Nombre, de Ocaña, y en el Seminario Mayor de San José, en Santa Marta. En la Universidad Lateranense llevó a cabo un Diplomado en Doctrina Social de la Iglesia.

Poeta, cuentista, compositor, periodista, historiador y académico, Monseñor Pineda brilla con luz propia en el marco de la Diócesis de Ocaña. No es un sacerdote más, es un intelectual a carta cabal cuya última obra, Diócesis de Ocaña, 40 años, es ejemplo de disciplina investigativa y rigurosidad histórica. Su producción literaria va desde Misas y cantos religiosos, publicada en 1987, pasando por los poemarios Desde el corazón (1993), tomo I y tomo II (1998), hasta La iglesia en Ocaña (1993) y textos de narrativa surgidos de su propia experiencia como pastor en Aguachica, ciudad ésta que supo reconocer a cabalidad los desvelos y capacidades de quien se entregó por completo al servicio de sus semejantes.

Ahora, en Ocaña, con el título que le fue conferido como Prelado de Honor de S:S: Juan Pablo II y Miembro de Número y Vicepresidente de la Academia de Historia de Ocaña, MONSEÑOR LEONEL PINEDA GUERRERO es reconocido como uno de los miembros más destacados de la Diócesis de Ocaña, sitial que comparte con los sacerdotes de la región Monseñor Estanislao Salazar Mora (q.e.p.d.), Luis Antonio García Lemus y Tulio Grimaldo. Es Miembro de Número y Vicepresidente de la Academia de Historia de Ocaña.

Sus alocuciones diarias, denominadas “Un minuto de reflexión”, a través de los medios de comunicación de la localidad, se escuchan con respeto e interés. No en vano maneja un discurso certero, elegante y culto que refleja su personalidad vertical y franca..


MARÍA ARGÉNIDA GARCÍA

Escritora y docente nacida en Río de Oro. Es Miembro de Número de la Academia de Historia de Ocaña.

Obra: Cable aéreo de Gamarra a Ocaña. Análisis histórico, económico y social. Publicaciones del Común, Río de oro, 2001.


ALONSO OJEDA AWAD

Médico y escritor nacido en Ocaña. Cursó estudios de bachillerato en el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña, y se graduó como Médico en la Universidad Nacional de Colombia.

Obra: Convivencia y globalización. Aportes para la paz. Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, enero de 2002.


MARÍA SUSANA AWAD DE OJEDA

Escritora nacida en Ocaña. Miembro de la Academia de Historia de Ocaña, de la Sociedad Bolivariana y de otras entidades similares del país.

Hija de Elías José Awad y Susana Inés Maestre. Hizo estudios de bachillerato en Barranquilla y Cúcuta; en la Universidad Francisco de Paula Santander adelantó estudios de Nutrición.

En 1962 fue nombrada como la primera alcaldesa de Colombia y primera también de Ocaña. Un año más tarde, en 1963, hubo de sortear con éxito la primera invasión a predios urbanos en los sectores de El Tíber y la Conejera.

Fue concejal y profesora ad-honorem del Colegio Agustina Ferro. Radicada definitivamente en Bogotá, ocupó los cargos de Coordinadora de Personal del Ministerio de Obras Públicas; en 1972 fue nombrada como Directora de la casa museo Quinta de Bolívar, en Bogotá, cargo que desempeñó hasta 1990, año en el cual se jubiló. La Asociación de Museos ICOM, que reúne los institutos, casas de cultura y museos de Colombia, le otorgó un reconocimiento por su labor, en 1990.

Miembro de la Academia de Historia de Ocaña, de la Sociedad Bolivariana, Presidenta del Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Quinta de Bolívar y de otras entidades similares del país. Colabora frecuentemente con publicaciones históricas del país, entre ellas, revista Perijá, Horizontes Culturales y la Revista Hacaritama de la Academia de Historia de Ocaña.

Obra: En torno a las mujeres de Colombia, escrita junto con la escritora Alicia Hincapié Borda, que recibió el premio en el Concurso nacional de Historia “Policarpa Salavarrieta” (1997).


MARINA QUINTERO QUINTERO

Escritora, docente universitaria y cantante nacida en Ocaña. Cursó estudios en el Colegio de la Presentación; estudios superiores de Psicopedagogía en el Universidad Pedagógica Nacional y Magíster en la Universidad de Antioquia. Ha dirigido en Medellín los programas radiales “Revista bibliotecaria”, “Aulas al micrófono”, “Talentos en concierto” y “Una voz y un acordeón”.

Obras: Introducción a la Psicología (1983); Teoría del sujeto (1987); Psicoanálisis, fundamentación histórica y epistemológica (1991); Gustavo Gutiérrez Cabello. El poeta de la añoranza. Imprenta de la Universidad de Antioquia, Medellín, octubre de 2001.


MYRIAM LEONOR TORRES PÉREZ

Optómetra y docente nacida en Convención. Hija de don Álvaro Torres López y doña Myriam Alicia Pérez. Cursó estudios en la Universidad de Santo Tomás de Bucaramanga (1994 - 1999), graduándose como Optómetra. Es Especialista en Docencia Universitaria, Magister en Evaluación en Educación. Coordinadora de procesos de Evaluación con fines de acreditación y docente de la Universidad de Santo Tomás, en Bucaramanga, desde 2000.

Actualmente se encuentra vinculada al municipio de Ocaña.

LA CALIDAD HUMANA INTEGRAL EN LA ATENCIÓN DE OPTÓMETRAS.

Myriam Leonor Torres Pérez, O.D. Universidad Santo Tomás, Bucaramanga, 2002. La autora del presente trabajo, es Optómetra de la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga (1994-1999), Especialista en Docencia Universitaria, Magister en Evaluación en Educación, Coordinadora de procesos de autoevaluación con fines de acreditación y Docente en la Universidad de Santo Tomás, Facultad de Optometría, desde 2000. Oriunda del municipio de Convención, e hija de don Alvaro Torres López y doña Myriam Alicia Pérez, la profesional da a conocer en forma de “Manual o instructivo”, un aspecto de su tesis de grado, para optar la Maestría en Evaluación en Educación

La importancia de esta publicación académica, está expresamente señalada por la doctora Margarita María Ayala Cárdenas, O.D., Decana de la Facultad de Optometría de la Universidad Santo Tomás en el prefacio del libro:

“Tener la oportunidad de escribir sobre el trabajo de Myriam Leonor – dice la doctora Ayala Cárdenas- , realizado durante su Maestría en Evaluación y siendo docente de la Facultad de Optometría de la Universidad Santo Tomás, Seccional Bucaramanga, es motivo de orgullo y satisfacción. No sólo por ser partícipe de este logro por parte de ella, sino además por tenerla como una de las primeras optómetras graduadas de la primera promoción de la Facultad.

“Su crecimiento personal y profesional le ha permitido tener la madurez para escribir y diseñar este manual sobre la calidad humana integral en la atención de optómetras, demostrándonos que la dedicación y amor hacia un oficio como es la Optometría, exige ofrecer un servicio adecuado a nuestro paciente –cliente, cumpliendo unos requisitos, a de calidad que nos permitan lograr el mejor beneficio para el paciente, no sólo al solucionarle su problema, sino al darle respuesta a las expectativas por él esperadas al obtener un recurso por ese servicio”.

Aspectos como el marco legal que sustenta la actividad del optómetra y la salud, en general, la calidad como uno de los propósitos profesionales, el servicio al cliente y la evaluación, se unen al ideal de contar con “un profesional humanista, crítico, analítico e innovador frente a la realidad de nuestro país”, aplicables a todos aquellos que tienen en sus manos la altísima responsabilidad de velar por la salud de la comunidad.

Obra: La calidad humana integral en la atención del optómetra. U. de Santo Tomás, Bucaramanga, 2002.


EDWIN LEONARDO AVENDAÑO GUEVARA

Sacerdote y Escritor nacido en Convención el 10 de febrero de 1978. Hijo de Ramón Avendaño Salazar y Betsy María Guevara Contreras. Adelantó sus estudios en el Colegio Guillermo Quintero Calderón, y Filosofía en los seminarios del Buen Pastor, de Ocaña, y Cristo Sacerdote, de la Ceja (Antioquia). Fue ordenado Presbítero en Convención el 11 de septiembre de 2004. Ha sido fundador de y director de la Gaceta Reminiscencias, publicación cívica, histórica y cultural de Convención, y Editor de la Biblioteca José María Estévez. Es Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Norte de Santander y del Centro de Historia de Convención.

El académico Olger García Velásquez, al comentar la obra Monumentos, esculturas, bustos, medallones y placas conmemorativas de San José de Cúcuta, indica que:

“El autor, Edwin Leonardo Avendaño Guevara, joven y activo sacerdote convencionista, le deja a Cúcuta este presente antes de abandonar la ciudad camino al exterior, pues sus superiores en Norteamérica lo requieren para más altos destinos. En 1978, cuando yo terminaba mis estudios de bachillerato en Convención, nacía en la misma ciudad el padre Edwin, y jamás pensé que haríamos “llave” para intentar el rescate de la historia regional que tanto nos apasiona. Pero Edwin no quiere quedarse sólo en la historia de su ciudad, quiere ampliar su radio de acción, y creó el proyecto editorial ‘Biblioteca José María Estévez’, que nos recuerda al Obispo que fundó a Convención, y que inicia con este tomo. En dicho proyecto caben temas departamentales, pues muchos convencionistas fueron y son “honra y prez del Departamento”, como dicen las notas oficiales. Entre otros mencionamos a don Januario Sarmiento Quintero, de los primeros diputados del Departamento; Juan Sarmiento Herrera, distinguido jurista y secretario de la Asamblea en la misma fecha”.

Obras: Monseñor José María Estévez Ruiz de Cote. Pastor, Prócer, Educador, Legislador y fundador de esperanzas. Estudio biográfico; Mariofanía. Fenómeno universal; Monumentos, esculturas, bustos, medallones y placas conmemorativas de San José de Cúcuta. Biblioteca “José María Estévez”, Vol. 1. Sic Editorial, Bucaramanga, 2006; Historia Eclesiástica de San José de Convención. Biblioteca “José María Estévez”, Vol. 2. Arte Impreso, Cúcuta, 2007; Poemario Convencionista. Biblioteca José María Estévez Nº 4, 2008.


MARCIA BAYONA PÉREZ (Maye Santos)

Escritora y comunicadora social nacida en Ocaña el 6 de abril de 1974. Hija de Nadin Bayona Santos y Marcia Iris Pérez Ortiz. Estudios de bachillerato en la Normal para Señoritas, el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña y el Colegio Distrital Simón Rodríguez de Bogotá.

Ha colaborado con algunos periódicos locales, entre ellos, semanario Ocaña 7 Días y Vanguardia Liberal de Bucaramanga, así como en la radio local.

Colabora con el semanario Ocaña 7 Días.

Obra: Adelante! Con seguridad todos podemos. Carv Impresores, 2003.


YEBRAIL HADDAD LINERO

Abogado, escritor y académico, nacido en Ocaña en 1977. Hijo de Yebrail Haddad Salcedo y Emérita Linero de Haddad.

Hizo estudios de bachillerato en el Colegio Monseñor Pacheco, de Ocaña.

Estudios de Derecho en la Universidad Externado de Colombia; Diplomado en gestión Comunitaria y Gerencia Social; Maestría en Derecho, con énfasis en Derecho Público. Se ha desempeñado como abogado litigante, Asesor del Consejo Nacional Electoral y Personero Municipal de Ocaña. Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Ocaña.

Tiene a su haber varias publicaciones en periódicos y revistas especializadas.

Obra: La Cruzada mundial contra el terrorismo. Sic Editorial Ltda. Bucaramanga, junio de 2003; La democracia deliberativa. Perspectiva crítica. Temas de Derecho Público Vol.75. Universidad Externado de Colombia, 2006.


MARIÁNGELA HADDAD LINERO

Prosista nacida en Ocaña. Hija de Yebrail Haddad Salcedo y Emérita Linero de Haddad.

Su interés por la historia regional y las historias cotidianas, la condujeron a publicar la obrita Tiempo de Historia, en la cual recoge amenas crónicas locales con soltura y propiedad. Ha sido colaboradora de las revistas Nueva Acrópolis y Hacaritama.


EMIRO ARÉVALO CLARO

Poeta nacido en La Playa de Belén y fallecido en la misma ciudad.

Cursó estudios en el Seminario de Ocaña. Se desempeñó como funcionario de la Caja de Crédito Agrario de Ocaña, del Incora y del Ministerio de Agricultura. Fue concejal de La Playa y colaborador del periódico “Noticias Playeras”, órgano que dirigiera el intelectual Guido A. Pérez Arévalo.

Obra: Canción del Terruño. Poemario, 1993.

Sobre su poemario, escribió así el benemérito sacerdote dominicano, Fray Ismael Arévalo Claro:

“Canción del terruño
Emiro Arévalo Claro

Con mucho respeto y cariño dedico estos renglones a mi hermano Emiro Arévalo Claro con motivo de la primera aparición de la obra, Canción del Terruño.

Para que esta presentación refleje toda una historia familiar, es conveniente estimar que la obra literaria y poética de Emiro se constituye como un aporte formidable a las letras castellanas del Norte de Santander.

Con mucha propiedad puede expresarse que Emiro Arévalo maneja el lenguaje del acróstico como un verdadero maestro.

Para un lector desprevenido no hay duda que escribir, inventar, meterse en el campo del acróstico es asunto tan trascendente como sofisticado del espacio. Por eso, Canción del terruño ofrece a sus admiradores lo mejor del ideal literario del acróstico escrito magistralmente por Emiro.

A mi me parece que la obra de Emiro tiene que ver con toda la vida de La Playa de Belén, su pueblo natal, con su historia, con sus tradiciones, con sus personajes, con su cultura y hasta con el deporte. Sonetos y acrósticos son un excelente material como para entender que la vida se renueva con el lenguaje de cada día.

Canción del Terruño se edita en un momento culminante de la historia de Colombia y de América. Son quinientos años de búsqueda y de lucha por un nuevo concepto de la persona, de los derechos humanos y de los valores de nuestra relación con Dios.

Con la publicación de Canción del Terruño, su hija Josefina y sus sobrinos, Guido Pérez Arévalo, Aristides Arévalo Franco, Manuel Isnardo y Jaime Claro Arévalo, quieren ofrecer un homenaje caluroso a la personalidad de su autor, Emiro Antonio Arévalo Claro. Se convierte en realidad de familiares y amigos este manual poético que nace en el cumpleaños feliz de mi estimado Emiro. Canción del terruño es el gran invitado al banquete de la fraternidad de todos los admiradores de la obra literaria del gran personaje del La Playa y del Norte de Santander.

Como esta presentación se escribe en una temporada muy bella del año quiero terminar estos renglones diciendo: Que Jesucristo Niño y nuestra Señora de Chiquinquirá nos encuentran unidos en esta Navidad 92 porque somos conscientes de nuestro destino.

Fray Ismael Arévalo Claro
Capellanía SANTO ECCEHOMO (Dominicos)”

ALONSO VELÁSQUEZ CLARO

Poeta, cuentista y compositor nacido en La Playa de Belén el 5 de junio de 1956; hizo estudios en el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña y algunos semestres de Filosofía y Letras en la Universidad Santo Tomás- Ocaña. Ganador del Concurso de Cuento celebrado en el Colegio Nacional de José Eusebio Caro de Ocaña, en 1977; ganador del Primer festival de la Canción patrocinado por ECOPETROL, en Barrancabermeja; Tercer lugar en el Concurso de Cuento en esta misma ciudad.

Destacamos, entre sus producciones: “Las puertas del paraíso”; “Biografía de un escarabajo”.

Musicalmente, es autor del Himno del Colegio Fray José María Arévalo y “Soy de un pueblo pequeño”.

Sobre su poemario, A golpe de versos, el académico Guido A. Pérez Arévalo, señala:

“Desde la infancia entró en contacto con la música y el verso. Los adultos disfrutaban de la fuerza de sus sentimientos y los jóvenes aplaudían el tono irreverente de su expresión poética.

Han corrido muchos años desde su tiempo de estudiante de bachillerato, pero hay una huella muy profunda en los claustros del Colegio Fray José María Arévalo, donde todavía lo reclaman en cada acto cultural, en cada aniversario, para cantar con él, el himno que compuso para la Institución o para oír su disertación sencilla, con la carga de su propia filosofía. Para exaltarlo, jóvenes y adultos decidieron identificar con su nombre la Casa de la Cultura y la Biblioteca del Colegio. Para reconocer sus méritos, en 1983, la Organización de Integración y Desarrollo le otorgó la condecoración «El Ramillón de Oro». Se conservan ejemplares del periódico escolar, «IMPACTO», fundado para desfogar sus iras contra la clase dirigente de la época. En Cúcuta, en 1978, repartía entre sus amigos «TESTIMONIO», un periódico impreso en mimeógrafo con las hieles de su reclamo social. En una de sus ediciones, hice su primera síntesis biográfica. Conté, entonces, que aquel muchacho de 22 años era el autor de tres volúmenes con más de 100 poemas, escritos en tres cuadernos en deterioro galopante, amenazados por el uso y por el tiempo. Hablé de su propia Dulcinea, la mujer que rondaba en cada uno de sus versos; ella era el objeto de sus reproches, el motivo de su tristeza, la pasión encendida.

Posteriormente, incursionó con éxito en el cuento y obtuvo galardones por sus actividades musicales en diversos escenarios. Sus disciplinas intelectuales y artísticas fueron su pasión, su alimento, su fuerza vital, no su redención económica, porque él llenaba sus anhelos con los recursos de la imaginación.

En Girón tiene su nido familiar, su fábrica de versos, su guitarra, su libreta de apuntes, su pluma magistral. Sus sueños no. Sus sueños están en otra parte porque, según se ha dicho, uno no está donde vive sino donde ama.

La poesía de Alonso Velásquez ha evolucionado, se ha vuelto más universal: la paz y los temas que inciden en las desdichas de la patria y del mundo, hacen parte de su recopilación poética.

Su libro «A GOLPE DE VERSOS» recoge la expresión altiva de su condición irreverente, el tributo a la tierra de sus afectos, el mensaje bíblico, la evocación de la ternura y la constancia eterna del amor” (Guido A. Pérez Arévalo)

Obras: Amaneceres y ocasos (Poemario, 1978); A golpes de versos (Poemario). La siguiente, es una muestra de su producción poética:

CODA

A Golpe de versos de penas y ensueños
alcancé la gracia de verte parir,
¡oh libro soñado, de mi entraña, fruto,
testigo presente de un dulce existir!
A lo largo y ancho de tu geografía,
le canto a la tierra, al hombre, a la guerra,
al amor más tierno y al más infeliz.
Al árbol sembrado, al pueblo que duerme,
a los Estoraques y a su inmensidad.
Al trabajo honesto, a la siembra humilde,
los exilios tristes y a la soledad...
Al hombre que vuelve sintiéndose libre
de antiguos prejuicios, tristeza y maldad.
A la paz que anuncian las viejas campanas
para un pueblo bueno: Mi Playa natal...!!!


OLGER GARCÍA VELÁSQUEZ

Abogado, periodista y académico nacido en Convención el 7 de enero de 1959. Hijo de José Enrique García y Aminta Velásquez R. Hizo sus estudios de primaria en la Escuela Anexa a la Normal, hoy Escuela José María Estévez Cote, y bachillerato en el Colegio Nacional Guillermo Quintero Calderón de su ciudad natal. En Barranquilla cursó estudios de Derecho en la Universidad Libre, especializándose en Derecho penal y Criminología en la Universidad Libre de Cúcuta.

Se ha desempeñado como funcionario del poder judicial en el departamento del Atlántico, como secretario del Juzgado 18 de Instrucción Criminal Ambulante de Barranquilla; funcionario de la Personería de Cúcuta como abogado Visitador de la Personería delegada para la Vigilancia Administrativa; Abogado de la Personería Delegada en lo Penal II; Abogado Auxiliar de la Personería delegada para la protección del derecho de petición, información, consulta y copia; Revisor Fiscal de la Contraloría Municipal de Cúcuta ante el Instituto de Desarrollo Urbano de Cúcuta IDUC; Revisor Fiscal ante la Secretaría de Obras Públicas municipales; Coordinador Fiscal ante la central de Transportes “Estación Cúcuta”; Director del Departamento Administrativo de Tránsito y Transportes del municipio de Los Patios.

A partir del 17 de diciembre de 2005 es Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Norte de Santander y hace parte también de la Academia de Historia de Ocaña como Correspondiente. El 29 de julio de 2003, inició la publicación de una columna en la página editorial del diario La Opinión de Cúcuta. Es Editor de la Biblioteca de Autores Convencionistas y de la Revista Cataluña, órgano del Centro de Historia de Convención, del cual es Miembro Fundador.

RESEÑA DE UNA PUBLICACIÓN. “CATALUÑA”, REVISTA HISTÓRICA DE CONVENCIÓN

Bajo la dirección del abogado y académico Olger García Velásquez, acaba de aparecer la edición No.1 de CATALUÑA, órgano oficial del Centro de Historia de Convención. Después de muchos inconvenientes, olvidos e indiferencias, nuestro consocio, quien es, a su vez, miembro de las Academias de Historia de Norte de Santander y del Táchira (Venezuela), ha puesto a marchar este Centro de Historia, creado como filial de la Academia de Norte de Santander el 23 de octubre de 1979. La siguiente, es la nómina de dignatarios del Centro de Historia de Convención: Presidente, Dr. Alfonso Ramírez Navarro; Vicepresidente, Olger García Velásquez; Secretario-Tesorero, Edwin Leonardo Avendaño Guevara Pbro.; Vocales: Alfredo Barriga Ibáñez y Julio Martínez Castro. Es, en verdad, una nómina de alta alcurnia intelectual, como quiera que sus integrantes son todos reconocidas personalidades de las letras en la antigua Provincia de Ocaña y en el departamento Norte de Santander. Esta primera edición de CATAÑUÑA (nombre de la antigua finca del General Guillermo Quintero Calderón), se nos presenta como un estupendo inicio en las tareas de rescate y divulgación del patrimonio cultural convencionista tan caro a nuestros afectos. Nombres como los de don Rubén Sánchez Nieto, Alejo Amaya Villamil, Justiniano J. Páez, Ángel María López Martínez, Ezequiel Quintero Solano, Juan Sarmiento Herrera, Emilio A. García Carvajalino, Luís A. Sánchez Rizo, José María Peláez Herrera, y Eloy Harry Anderson, ya fallecidos, quienes escribieran páginas destacadas sobre Convención, se unen a las nuevas generaciones de historiadores y escritores : Olger García Velásquez, Edwin Leonardo Avendaño, Guevara, Timoteo Anderson, Jorge Meléndez Sánchez, Gustavo Gómez Ardila, Yaneth Cañas Pallares, Pedro Quintero Zapata, Evelio Bayona, Bayona, Alfredo Barriga Ibáñez, Adrián Quiroga Rodríguez y Fernando Iriarte Martínez. El resultado, una revista valiosa que mezcla las recordaciones con los nuevos planteamientos y retos de la historiografía actual. Sin temor a equivocarnos, hemos de afirmar que el doctor Olger García Velásquez ha iniciado una nueva era en materia de cultura convencionista. Su tesón, su vocación por el periodismo y la investigación pero, sobre todo, su indeclinable compromiso y amor por el solar nativo, han logrado que, a la fecha, hayamos podido degustar dos volúmenes de la Biblioteca de Autores Convencionistas y esta primera edición de CATALUÑA, que es un ejemplo para los municipios de la antigua Provincia de Ocaña cuyos respectivos patrimonios culturales se han venido a menos por el descuido o la indiferencia de quienes tienen a su cargo el sagrado deber de revitalizar y dinamizar la cultura de la comarca. Para la Academia de Historia de Ocaña y la del Norte de Santander, contar con un miembro tan destacado como Olger García Velásquez, es una de las satisfacciones que no se dan muy a menudo en los difíciles pero trascendentales menesteres de la investigación histórica y de la cultura en general”.

Obra: Convención, lecturas locales y familiares, Cúcuta; Desde el balcón. Biblioteca de Autores Convencionistas Volumen 1, Cúcuta, 2006.


LUMAR HERNANDO QUINTERO SERPA

Ingeniero, escritor y académico, nacido en Ocaña En 1934. Hijo de Martín Quintero Pacheco y Lucila Serpa de Quintero.

Obtuvo su título en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional, seccional de Medellín. Adelantó estudios también sobre Manejo de vida Silvestre en algunos países de Africa Oriental, América Central y Estados Unidos. Con la Corporación Autónoma de los Valles del Magdalena y del Sinú, CVM, hizo estudios sobre ictiofauna y pesca en el río Magdalena. Siendo funcionario del Inderena, participó en la fundación del Territorio Faunístico de El Tuparro, hoy Parque Nacional.

Es Miembro Correspondiente de la Academia de Historia de Ocaña.

Obras: Vivencias. Sic Editorial, Bucaramanga, 2002; Margario Quintero Jácome, El médico filántropo. Sic Editorial, Bucaramanga, 2006; El Tuparro. Una odisea, mil recuerdos. Sic Editorial, Bucaramanga, 2007; Historia de una familia. Los Quintero Pacheco. Sic Editores, Bucaramanga, 2008; Tanané, recuerdos de un cabello viejo y ocho narraciones. Sic Editorial, Bucaramanga, 2008; El general Pedro Quintero Jácome, magistrado y soldado de la República, Sic Editorial, Bucaramanga, 2009.


EL NUEVO LIBRO DE LUMAR H. QUINTERO SERPA (Reseña)

Editado en Sic Editorial, de Bucaramanga, acaba de aparecer la obra Margario Quintero Jácome, el médico filántropo, del ingeniero, escritor y académico Lumar H. Quintero Serpa, con la presentación de Luís Eduardo Páez García, Presidente de la Academia de Historia de Ocaña, Correspondiente de la Academia de Norte de Santander, y prólogo del doctor Zoilo Cuellar-Montoya, Presidente de la Academia Nacional de Medicina, correspondiente de la Academia Nacional de Historia. El trabajo, recoge la vida y obra del doctor Margario Quintero Jácome quien fuera uno de los ilustres fundadores de la Sociedad Caldas en 1856, que desembocaría en la Sociedad de Naturalistas Neogranadinos en 1859, preludio de la investigación científica en Colombia.

Rescatar la memoria del doctor Margario Quintero, ha sido una labor titánica de investigación que hay que destacar en el trabajo del académico Quintero Serpa, pues bien se sabe las dificultades a que se ve sometido el historiador cuando de reconstruir el pasado se trata, sobre todo, cuando escasean los documentos o se hace difícil el acceso a ellos. Margario Quintero Jácome, cuenta ahora y para la posteridad, con un homenaje del alma en la pluma ágil y elegante del autor de este libro. La sobria y elegante presentación de la obra, cuya carátula ostenta un dibujo al lápiz del doctor Leonidas Quintero, de 1874, da relevancia al trabajo biográfico que no debe faltar en las bibliotecas de los amantes de la cultura de la comarca ocañera y de la historia nacional.

EL TUPARRO. UNA ODISEA, MIL RECUERDOS. Lumar H. Quintero Serpa. Sic Editorial, Bucaramanga, 2007.

La nueva publicación del académico Lumar Hernando Quintero Serpa, es una valiosa contribución al conocimiento sobre la importancia que revisten los parques naturales de Colombia, patrimonio éste que merece ser divulgado convenientemente por las entidades encargadas del medio ambiente y los centros educativos. Después de culminada su formación académica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia y de haber adelantado estudios sobre manejo de vida silvestre en varios países de África Oriental, Centroamérica y Estados Unidos, Lumar Quintero se vinculó al Instituto de Desarrollo de los Recursos Renovables INDERENA y estando allí le cupo el honor de ser cofundador del Territorio Faunístico El Tuparro, localizado en el Departamento del Vichada, en 1972.

La narración de los hechos que culminaron con la creación del Parque Natural, los detalles vívidos de aquella odisea en medio de la agreste naturaleza, los ratos de incertidumbre y zozobra, se mezclan con la alegría que produce la labor cumplida, ahora, después de 35 años transcurridos del histórico acontecimiento. El prólogo de El Tuparro, está escrito por el general Álvaro Valencia Tovar, militar y académico de reconocidos méritos, Miembro de Número de la Academia Colombiana de Historia y Correspondiente, entre otras, de la de Ocaña. Allá, en ese lejano rincón de la geografía nacional, el general Valencia Tovar, quien era entonces Teniente Coronel, conoció a Lumar Quintero Serpa cuando aquél desempeñaba funciones militares. Ambos, el autor de los textos y el prologuista, señalan las dificultades propias para el desplazamiento entre Bogotá y el área de El Tuparro. “Así transcurre la aventura –señala el general Valencia Tovar – inmensa para los hombres que la vivieron, ignorada por la nación andina desatendida de esta otra mitad de la patria. Apasionante en sus peripecias, en la cambiante variedad de sus agrestes escenarios, que van desde los raudales de Atures y Maipures en el Orinoco que dan la impresión de inmensas cataratas horizontales, en lucha de siglos contra los enormes pedruscos del cauce, hasta la quietud transparente del Tomo y del Tuparro en sus ocasionales remansos”.

La expedición de reconocimiento, evaluación, identificación y estudio del área correspondiente al Parque de El Tuparro, corrió a cargo de un equipo interdisciplinario compuesto por biólogos, naturalistas, un ingeniero forestal y auxiliares de laboratorio, con el apoyo de dos Inspectores de Recursos Naturales del Inderena y obreros que desempeñaban oficios varios. Algunos de aquellos nombres, como los de Edilberto Mora (biólogo), William Pérez, Simón Franklin, Juan Sarria, Ernesto Dussan, Ceferino Hernández, Edilberto Mora, se unen a los directores principales del Proyecto: Gonzalo Aguirre (Biólogo), Víctor Vásquez (Ingeniero Forestal) y Lumar Quintero Serpa (Ingeniero Agrónomo). Su memoria ha pasado a la posteridad por obra y gracia de este libro, con la gratitud del pueblo colombiano que ahora comienza a conocer a esos autores anónimos –hasta ahora- de aquella odisea que culminó felizmente con la creación del Territorio Faunístico, orgullo hoy de Colombia, y donde el Estado tiene la sagrada responsabilidad de preservar el patrimonio natural y las etnias que perviven sobre la topografía arisca de la cuenca del Orinoco. El académico Lumar Quintero Serpa, va consolidando ya un prestigio literario que hace honor a sus ancestros, ligados a procesos fundacionales en Ocaña y Bogotá. Las dos anteriores publicaciones de Quintero, Vivencias,(Crónicas, 2002) y Margario Quintero Jácome, el médico filántropo (2006), son el mejor preámbulo para recomendar la lectura atenta de El Tuparro, una odisea, mil recuerdos. Cómo anhelamos que en nuestro país, los gestores de proyectos como el del Parque El Tuparro, den a conocer sus experiencias en obras similares a esta que ha sido facturada por la pluma ágil de Lumar Quintero Serpa. Sobre todo en estos tiempos en que se habla de la defensa, promoción y divulgación de nuestro patrimonio natural.


FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES

Abogado, periodista ameno, catedrático universitario y atildado escritor, nacido en El Carmen el 1 de enero de 1939. Ferdinando Casadiegos Cáceres ha discurrido entre el ejercicio del Derecho y la actividad cultural, Su sentido de responsabilidad, su seriedad en los juicios críticos y su profunda identidad para con la tierra que le vio nacer, hacen de él un hombre de principios, un humanista de tiempo completo cuya solvencia intelectual se acrisola con el transcurrir del tiempo.

El Carmen le vio recorriendo sus empedradas y soñadoras calles en la época de estudiante de la Escuela Urbana; luego, ingresaría al Colegio Nacional de José Eusebio Caro, de Ocaña, donde bullía por aquél entonces el semillero fecundo de la intelectualidad provincial. Luego, pasó con éxito por las aulas de la Universidad Santo Tomás y la Universidad Nacional de Colombia.

Ha sido profesor de Literatura y Filosofía; Jefe del Departamento de Idiomas del Colegio Nacional Camilo Torres de Bogotá; catedrático de Filosofía y Derecho Romano de las Universidades Santo Tomás y Militar, de la Universidad Libre y de la Gran Colombia. Hacia finales de la década de 1960, estuvo en Ciénega y ejerció allí la docencia y el periodismo. Se ha desempeñado también como magistrado de los Tribunales de San Andrés isla y de Tunja. Colaboró con varios periódicos nacionales y regionales, como El Siglo, La República, El Tiempo, El Espectador, Problemática Liberal, revista Horizontes Culturales, entre otras publicaciones. Su más reciente obra, Momentos fugaces de una vida, fue publicada en 2007 llevándose a cabo su presentación oficial en El Carmen.

Se posesionó como Miembro Correspondiente el 12 de julio de 2008. En el acto académico, el doctor Ferdinando Casadiegos disertó sobre “Reminiscencias de Personajes de El Carmen”, haciéndole, de paso, un justiciero homenaje a su tierra natal.


MERCEDES PALLARES DE VALBUENA

Conocí a la profesora y escritora, Mercedes Pallares de Valbuena, en la visita que hiciera al Museo Antón García de Bonilla el 25 de enero de 2008, en compañía de su querida familia. Me conmovió su timbre recio, su profundo sentido de compromiso para con el magisterio y para con la sociedad, en general, y su convicción ideológica frente a la coyuntura histórica por la que atraviesa el país. Doña Mercedes es una ocañera de pura cepa, nacida en 1930, graduada como Normalista Superior en la antigua Normal para Señoritas en 1949, año en el cual la violencia bipartidista desangraba la Provincia de Ocaña y comenzaban a generarse cambios estructurales que aflorarían hacia la década de 1960. Ejerció la docencia durante 35 años, vinculándose también a las luchas libradas por el magisterio colombiano en pro de sus legítimos derechos. Fue cofundadora de la Asociación Santandereana de Institutores de Primaria, ASANDIP, hoy SES; intervino, igualmente, en la fundación de Coosandip, hoy Coomuldesan. Es miembro, desde 1993, del Comité de Solidaridad con Cuba, “Juan Gualdrón” y Miembro Honorario del Centro de Historia de Floridablanca.

Dos producciones bibliográficas tuvimos la ocasión de recibir, de parte de doña Mercedes: Gotas de Ecología. Centro de publicaciones Funproced, Bucaramanga, 1997, y Obreros de la tiza, Gente Nueva Editorial, Bogotá, 2007. La primera, recoge textos, cuentos cortos y poemas relativos a la naturaleza, escritos con finura, con sentimiento amoroso hacia el agua, el árbol, el fuego, el aire, el mar y la tierra. Se percibe el dominio de la prosa didáctica y de la metáfora bien lograda, dirigida al corazón del ser humano, triste depredador de Natura. “¿Te has enamorado alguna vez?/ Enamórate del agua y nunca tendrás sed”.

Obreros de Tiza. Tres décadas de vida sindical del magisterio santandereano (Memorias), se inscribe en el género de las obras testimoniales y constituye, más allá de unas memorias sobre su trasegar sindical en el magisterio santandereano, la personal visión de la autora sobre la historia de las luchas de los maestros santandereanos, vinculados desde la década de 1960 a las nuevas corrientes ideológicas que influyeron en los cambios políticos que tuvo Colombia en los años siguientes. Obreros de Tiza, recoge los pormenores de la vida sindical de Santander, entre la década de 1960 y la de 1980, incluyendo un descarnado relato sobre su participación política en las jornadas de 1972 que concluyeron con su detención, por parte de los organismos de seguridad del Estado, junto con su hijo de 17 años. El libro de doña Mercedes Pallares de Valbuena no sólo está bien concebido, sino que es un ejemplo claro y evidente del compromiso que los antiguos maestros tenían para con su profesión y para con sus ideas. No hay aquí nada postizo ni proliferan retóricas vacuas. Es la vida de un verdadero maestro, de aquellos que alcanzamos a conocer en nuestra lejana juventud cuando en Colombia todavía la dignidad, la entereza y el compromiso social hacían parte de los valores del ser humano.


JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ

Escritor nacido en El Carmen.

A José Manuel Sánchez Martínez, le conocemos desde hace ya muchos años. Su trasegar profesional no le ha impedido incursionar en la creación literaria, como lo demostró en El Club Tijeras y otros cuentos, publicado en 2007. Ahora, acude al mensaje poético para traernos una serie de mensajes –aún inéditos -que se cuelgan como adornos navideños de su alma enamorada de la vida, donde están presentes los recuerdos del ayer, los paisajes, la tibieza de la familia, envueltos en versos que buscan la armonía entre los afanes de decirlo todo, de contarlo todo, y la talanquera del discurso lírico.

Acude al soneto algunas veces, para contar la anécdota picante o aferrarse al pasado ya ido que está omnipresente en sus composiciones. Tal es la idea reflejada en Pepito:

Desde la jaula silenciosa afina

mágico instrumento, el pájaro galano

es un músico de altura y tan ufano

que es rogado para empezar la sonatina (Pepito)

Luego, dejándose arrastrar por esa sensación dulce-amarga que produce la nostalgia, nos cuenta en el poema El Tatarerto, que:

Volví a mi pueblo con la esperanza

que el tiempo ido no fuera ayer,

que mis amigos fueran lo mismo

y allá en sus caras no ver vejez.

En Betty, el autor penetra en las profundidades de los afectos familiares, para narrar aquellos sentimientos que quedaron grabados en el corazón. Acude entonces, a la fuerza de la figura literaria logrando el equilibrio de su música interior:

Quise saber cuánto se adora a la madre

solo bastó tu presencia

dulce niña primavera

niña de bordados faralaos

para bendecir su nombre.

Y en Carmelita, nuevamente vuelve por los fueros del recuerdo amado y le dice a la dama que motivó la inspiración:

Parémonos los dos en la ventana

para olvidar por siempre el miedo a la tormenta

y poder contar alborozado

los amaneceres instantáneos de los truenos.

José Manuel es un buen hijo de El Carmen, población nortesantandereana que hoy muestra con orgullo su añeja tradición histórica. Como una tarjeta postal impresa sobre las rugosidades cordilleranas, la tierra del felibre Luis Tablanca se levanta airosa al pie del Monte Sagrado, con sus viejos caserones inalterados, sus miradores y su orgullosa y laboriosa estirpe. Así, pues, el poeta cumple con su cuota de regionalismo, y señala en Yo soy carmelitano:

Por tus calles tus aleros

y tus tardes luminosas

por el viento niño y juguetón

que baja del Monte Sagrado

arriando en carcajadas

la hojarasca del recuerdo

No olvida el poeta, aquella vieja afrenta al patrimonio cultural de su tierra, cuando la hermosa fuente de piedra que enlucía el centro del parque principal fue destruida, y entonces escribe, en La fuente del parque, un lastimero recuento que solo han de entender quienes aman el solar nativo:

cuanta falta haces en el corazón de El Carmen

ahora que te has marchado

no volverás aunque te llamen

te han cambiado impunemente

por colorines y coloretes

por otra extraña y diferente

No podía quedarse atrás la mención del amor, cuajada de erotismo, que se erige como homenaje a la mujer amada y a aquellos silencios y susurros que sólo se disfrutan en las intimidades de las sombras acogedoras de la noche. Comunión refleja ese sentimiento recóndito que nos produce el amor:

amo la noche

amo el silencio

amo la soledad

y amo tu tibieza

porque te hacen

intensamente mía

totalmente mía

abrumadoramente mía

José Manuel Sánchez ha querido compartir con nosotros, sus lectores, muchas de sus experiencias afectivas; al fin, la poesía no es sino un hermoso mensaje dirigido al corazón del hombre para que se estremezca, junto con el autor, vibrando al unísono del amor y del recuerdo, incluso de las ideas políticas o las convicciones religiosas. Nos complace que el autor nos haya tenido en cuenta para abrir ante el lector la maravillosa puerta de sus creaciones líricas, sobre todo, en una época tan esquiva a los quehaceres de la sensibilidad humana.


CARMEN ELENA BUITRAGO DE ROMERO

Prosista nacida en Ocaña el 27 de abril de 1928. Para celebrar sus 80 años de vida, dio a la luz pública la obra: Participación en un seminario de vida en el Espíritu Santo. Experiencia y mensaje, que apareció en abril de 2008. Contiene charlas, reflexiones y poemas de índole espiritual.