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miércoles, 6 de octubre de 2010

NUESTRO PATRIMONIO

LA PLAZUELA DE SAN FRANCISCO


Con motivo del proyecto que tiene la actual administración municipal, de intervenir la descuidada plazuela de San Francisco, la Academia de Historia de Ocaña se hizo presente en la segunda reunión que se llevó a cabo en los salones del Colegio Nacional de José Eusebio Caro. El interés de los habitantes del sector y de representantes de ls sociedad civil para que se lleve a cabo una obra digna y adecuada a la importancia del área en mención, ha sido palpable y ello demuestra cómo, poco a poco, los ocañeros comienzan a sentir que su entorno les pertenece.

El sector de San Francisco no solo es uno de los más antiguos de Ocaña, sino también uno de los más tradicionales. Su historia comienza hacia 1584 cuando se construyó la ermita de San Antonio que luego fue reemplazada por la iglesia de San Francisco hacia 1584.
Las disputas de la orden franciscana relativas a los predios aledaños al templo ocupan parte de la segunda mitad del siglo XVII. La plazuela era ya un espacio público de Ocaña en 1759, cuando la orden pretendió venderla para financiar las obras de reconstrucción del claustro. Para frenar la pretensión de los franciscanos, hubo necesidad de que interviniera la autoridad civil, en cabeza del licenciado Miguel Antonio de Haro, quien logró detener el negocio. Los franciscanos alegaban “que la plazuela pertenecía al convento y que no servía más que para representar comedias que perjudicaban la moral y las buenas costumbres” (Amaya. Los Genitores, p.192).
En 1816, el día 9 de abril, ocurrió el fusilamiento de los patriotas ocañeros Miguel Carabaño, el sargento Hipólito García y Salvador Chacón, quienes fueron conducidos desde la cárcel “amarrados al cuello... en medio del Regimiento de Cazadores de Barbastro, dos inquisidores y el sacerdote don Luis Álvarez Guedes, que los auxiliaba, para llevarlos a la plazuela de San Francisco" (Luis Eduardo Páez Courvel. Precursores, mártires y próceres santandereanos en la independencia de Colombia, 1950, p. 70). En 1828, la iglesia y el claustro de San Francisco fueron escenarios de la Convención Constituyente que pretendió modificar la Carta de Cúcuta de 1821.

Acuarela de Carmelo Fernández. Comisión Corográfica
1850


Panorámica de Ocaña, 1880. Geografía de Reclus.

Detalle


El primer registro gráfico de la iglesia y de las zonas aledañas, corresponde a una acuarela del pintor Carmelo Fernández, quien vino con Manuel Ancízar, en la Comisión Corográfica, y data de 1850.

San Francisco en la década de 1920


El primer equipamiento que tuvo la plazuela fue el busto, en mármol de Carrara, de José Eusebio Caro, inaugurado el 7 de agosto de 1919, que actualmente se encuentra en el primer patio del Palacio Municipal de Ocaña.


Busto de José Eusebio Caro. Palacio Municipal.


En 1927, a raíz de los festejos del primer centenario de la Gran Convención, se conformó una Junta preparatoria presidida por Monseñor Manuel Benjamín Pacheco Aycardi, acordándose una intervención en la plazuela, que se hizo con dineros de la gobernación de Norte de Santander.

Para 1934, el equipamiento de la plazuela de San Francisco había variado considerablemente.


vista parcial de la plazuela. Década de 1920


Equipamiento urbano en la década de 1930

Década de 1930

Década de 1920


En 1935 el Centro de Historia (hoy Academia) de Ocaña, por iniciativa de Martín Quintero Pacheco, con el fin de rendir un homenaje al Capitán Francisco Fernández de Contreras, fundador de Ocaña, y en vista de la no existencia de un monumento digno, decidió erigir “una columna sobre la cual fue colocado un aerolito, caído en las cercanías del la población por los años de 1881. La inauguración de esta obra se efectuó el 26 de julio” de 1935. Sin embargo, y como lo denunció el académico Jorge Pacheco Quintero, Secretario del Centro, en su primer informe sobre las actividades de la corporación, el monumento sufrió el ataque de los vándalos y “una noche aciaga para la cultura de la ciudad, echaron por tierra el monumento consagrado al fundador de Ocaña.” (Jorge Pacheco Quintero. Informe al Centro de Historia. Revista Hacaritama No.16-17, Ocaña, julio de 1936, p. 315 y ss).


Década de 1920

Década de 1920

Vista aérea del sector de San Francisco. 1980


El 28 de enero de 1953, siendo Ministro de Educación Nacional el doctor Lucio Pabón Núñez, se colocó en la plazuela la primera piedra del monumento a José Eusebio Caro.

Estatua de José Eusebio Caro.

En 1954 se firmó el contrato para elaborar una estatua de José Eusebio Caro, entre el gobierno de Colombia y Mario Morinelli, obra que ejecutó el escultor Vico Consorti.

San Francisco en 1989

Según nuestro archivo fotográfico, las modificaciones que ha tenido la plazuela de San Francisco han sido varias; la última, en la década de 1970.

Vista actual de la plazuela de San Francisco. 2010.


Vista actual, costado sur


Ahora que la administración municipal se ha interesado, por petición del pueblo, en arreglar esta abandonada plazuela, no debe olvidarse nunca, lo siguiente: la legislación que existe en materia de patrimonio arquitectónico, la importancia histórica del lugar y el bienestar de la comunidad ocañera, en especial la que habita este significativo sector de Ocaña.

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