Noé León, pintor ocañero
CIRO OSORIO QUINTERO Y NOÉ LEÓN
El cronista y poeta Ciro A. Osorio Quintero
En el mes de enero de 1990, la revista HORIZONTES CULTURALES que dirigíamos en Bogotá, publicó una interesante crónica del inolvidable escritor CIRO A. OSORIO QUINTERO, sobre el pintor primitivista NOÉ LEÓN, como un homenaje a quien inmortalizara paisajes, costumbres, animales, etc., de Barranquilla y de varias poblaciones por las que anduvo ese personaje ocañero que llenó de colorido viejos discos de acetato, cartones, tablas y lienzos.
Don Ciro Osorio Quintero, corresponsal de El Espectador en Barranquilla y de la revista que fundamos en 1987, nos dejó este testimonio sobre la vida de Noé León, que hoy compratimos con nuestros lectores.
NOE LEON. BIOGRAFÍA
(De "Pintores de la Región de Ocaña". Luis Eduardo Páez García. Inédito)
Pintor primitivista nacido en Ocaña el 6 de
enero de 1907 y fallecido en Barranquilla el 4 de noviembre de 1978.
Hijo de José Dolores Bastos y Venancia León.
En 1920 partió de Ocaña junto con su madre hacia el puerto de Gamarra, desde
donde inicia sucesivos viajes por varias poblaciones de la Costa Atlántica,
hasta radicarse finalmente en Barranquilla en 1930. Ocupó los más diversos y
variados oficios: “…cacharrero, garitero, navegante, ferroviario, guarda de
rentas y agente de policía”. Su afición por la pintura parece haberse iniciado
a muy temprana edad.
Hacia 1959, el crítico e intelectual mejicano
José Gómez Sicre, “descubre” accidentalmente la obra de León, así como los
contertulios del grupo literario “La Cueva”, entre cuyos miembros más destacados
se contaban Alejandro Obregón, Gabriel García Márquez Eduardo Vilá y Alfonso
Fuenmayor, entre otros. Bajo la tutela de estos personajes, Noé León depura su
trabajo artístico hasta lograr el reconocimiento internacional, iniciando sus
exposiciones en la galería El Callejón de Bogotá.
Hoy, sus obras se encuentran en los grandes
museos de Europa, América Latina y Norteamérica, al lado de los grandes
exponentes de la plástica universal. Pese a su fama, Noé León falleció en la
pobreza; Barranquilla, como reconocimiento a su obra, lo declaró Hijo Adoptivo.
Los temas de las obras de este pintor ocañero
recogen aspectos de la vida cotidiana de la Costa: los buses del Gran Luruaco,
bosques de las riberas del río
Magdalena, el Carnaval de Barranquilla, etc.
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