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jueves, 16 de enero de 2014

DANZA DEL TIGRE EN LA ZONA DE OCAÑA




Danza del tigre en el corregimiento de Otaré

HISTORIOGRAFÍA DE LA DANZA DEL TIGRE EN LA PROVINCIA DE OCAÑA (COLOMBIA)

Por Luis Eduardo Páez García
Numerario de la Academia de Historia de Ocaña y de la Academia de Historia de Norte de Santander (Colombia).


GENERALIDADES
La importancia que ha venido cobrando la investigación y divulgación del Patrimonio Inmaterial en el mundo, y especialmente en la América Latina, constituye un factor de suma importancia para la reafirmación de la identidad cultural y el sentido de pertenecía hacia el entorno socio cultural en que se desarrollan las comunidades.

De acuerdo con los expertos de la UNESCO, “se entiende por patrimonio cultural inmaterial las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que dan a las comunidades, los grupos e individuos un sentimiento de identidad y continuidad. Los instrumentos, herramientas, objetos, artefactos y espacios culturales asociados a esas prácticas forman parte integrante de este patrimonio.

El patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación en generación, lo recrean permanentemente las comunidades y los grupos en función de su medio, su interacción con la naturaleza y su historia. La salvaguardia de este patrimonio es una garantía de sostenibilidad de la diversidad cultural.”.

Pese a que desde la década de 1940 el Patrimonio Cultural comienza a obtener atención legislativa por parte de los estados asociados a la ONU (1946), el objeto mismo de estudio estaba centrado en la materialidad, fundamentalmente en el patrimonio arquitectónico, como resultado de la devastación de ciudades europeas debido a la segunda guerra mundial.   Sólo a partir de la década de 1970 el interés recae sobre el Patrimonio Inmaterial.

En los países de sur América, la atención legal sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial,  se consolida desde la década de 1970 y llega hasta nuestros días contenida, o en las Constituciones Políticas de los países, o en Leyes particulares que puntualizan su  protección y señalan los Planes Especiales de Protección, que garantizan, al menos en teoría, la investigación del bien patrimonial, su salvaguardia y adecuada divulgación, entre otras cosas, para contrarrestar los peligros que entraña el mundo globalizado.

Visto lo anterior, pudiéramos afirmar que los estudios académicos sobre Patrimonio Inmaterial en América Latina, son muy recientes, y que aún falta mucho por analizar y por divulgar, sobre todo en los centros e instituciones educativas y en las comunidades portadoras de esos bienes.

EL CASO DE COLOMBIA
A partir de la Constitución Política colombiana de 1991, el Patrimonio Cultural de la Nación comienza a figurar de manera clara en los anales legales del país:

“Artículo 72. El patrimonio cultural de la Nación está bajo la protección del Estado. El patrimonio  arqueológico y otros bienes culturales que conforman la identidad nacional, pertenecen a la Nación y son inalienables, inembargables e imprescriptibles. La ley establecerá los mecanismos para readquirirlos cuando se encuentren en manos de particulares y reglamentará los derechos especiales que pudieran tener los grupos étnicos asentados en territorios de riqueza arqueológica”.

En desarrollo de esta norma, el Congreso de la República expidió la Lay 397 de 1997, reglamentaria del artículo 72 de la Constitución:

“Artículo 4º. Definición de patrimonio cultural de la Nación. El patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana, tales como la tradición, las costumbres y los hábitos, así como el conjunto de bienes inmateriales y materiales, muebles e inmuebles, que poseen un especial interés histórico, artístico, estético, plástico, arquitectónico, urbano, arqueológico, ambiental, ecológico, lingüístico, sonoro, musical, audiovisual, fílmico, científico, testimonial, documental, literario, bibliográfico, museológico, antropológico y las manifestaciones, los productos y las representaciones de la cultura popular”.

Más tarde la Lay 1185 de 2008, adiciona la anterior y puntualiza sobre el Patrimonio Inmaterial:
“Artículo 8°. Adiciónese el artículo 11-1 a la Ley 397 de 1997, con el siguiente contenido: 

Artículo 11-1. Patrimonio cultural inmaterial. El patrimonio cultural inmaterial está constituido, entre otros, por las manifestaciones, prácticas, usos, representaciones, expresiones, conocimientos, técnicas y espacios culturales, que las comunidades y los grupos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio genera sentimientos de identidad y establece vínculos con la memoria colectiva. Es transmitido y recreado a lo largo del tiempo en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia y contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”.

Mencionamos el desarrollo legislativo reciente que ha tenido Colombia en Patrimonio Inmaterial, para indicar por qué, solo hasta hace muy pocos años el interés académico sobre este asunto comienza a hacer parte de las agendas de historiadores, antropólogos, folcloristas y sociólogos. Es decir, el Patrimonio Inmaterial, como objeto de investigación rigurosa de la academia no rebasa los 15 años, sin que esto demerite los esfuerzos aislados de investigadores nacionales que consignaron sus trabajos, sobre el particular, en publicaciones especializadas de los centros universitarios o en la Nueva Revista Colombiana de Folclor, así como en los manuales sobre folclor escritos, entre otros, por especialistas de reconocida trayectoria continental, como los maestros Guillermo Abadía Morales y Octavio Marulanda Morales.

Para el caso de la danza, concretamente, los investigadores han privilegiado aquellas representativas de las grandes regiones geográficas en que se divide el territorio nacional, como la andina (Bambuco, Pasillo, Sanjuanero y Rajaleñas), las de la Costa Atlántica (Bullerengue, Cumbia, Farotas, Garabato, Sere se-se y Mapalé), las de la Costa Pacífica (Abozao, Bunde, Caderona, Currulao, la Contradanza, La jota, Mazurca, Moña  y el Pizón), las de los Llanos Orientales (Joropo, Pasaje y Galerón).

Por otra parte, los territorios donde se asientan las comunidades indígenas y afrocolombianas, tienen también sus danzas representativas, entre las cuales se destaca, la Chichamaya, de las etnia Guajira, y las que practican las etnias Motilón-Barí, Paéces, Guambianos, Ingas, Kamentsá (en el alto Putumayo), etc., que siempre fueron vistas como atractivos turísticos, sin reparar en su profunda significación ritual, y que sólo hasta hace poco años se tornaron también objeto de investigación académica.


LA DANZA DEL TIGRE, UNA OCASIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN

La Danza del Tigre se lleva a cabo en los municipios de Ocaña (Corregimiento de Otaré, antiguo pueblo de indios), Teorama (antiguo pueblo de indios) y Río de Oro (departamento del Cesar), según lo que hasta ahora se sabe, desde el siglo XIX.

En las tres localidades, con variantes coreográficas, la danza narra la historia de un tigre que venía causando estragos entre la población, hecho que dio lugar a que los vecinos se organizaran y salieran a cazar a la fiera. Entre los personajes se destacan el tigre y los cazadores y grupos de danzarines que rodean la escenificación de la caza, matanza y luego la exhibición del cuero. Entre la partida de caza se observan negros (personas blancas pintadas con hollín vegetal) y cazadores blancos armados con armas de fuego.

LA DANZA DEL TIGRE EN EL CORREGIMIENTO DE OTARÉ (OCAÑA)
Departamento Norte de Santander

Recoge la historia de un tigre que asolaba la región, hacia finales del siglo XIX, lo cual dio lugar a que se formaran partidas de caza para acabar con la fiera. Se cuenta entre los participantes algunos pintados con hollín, que representan a los negros cazadores. El certamen recrea la aparición de la fiera, los daños causados por ella, su cacería, matanza y la venta del cuero.

 Danza del tigre, en el Desfile de los Genitores

La tradición de esta danza se remonta, según los vecinos del corregimiento, a mediados del siglo XIX, pero no existe un registro histórico hasta ahora, que nos permita aseverar esta afirmación. La danza hace parte de los festejos que se llevan a cabo en Otaré el 6 de enero de cada año. Desde hace unos pocos años, este patrimonio inmaterial comenzó a ser parte del Desfile de los genitores como una las comparsas de este certamen que narra la historia de Ocaña, desde su fundación en 1570 hasta entrado el siglo XX.

DANZA DEL TIGRE EN EL MUNICIPIO DE TEORAMA
Departamento Norte de Santander

La historia que aquí narra la danza, habla de una partida de caza que accidentalmente encontró a uno de sus compañeros trenzado en lucha contra un tigre que pretendía atacar a varias lavanderas que llevaban a cabo su labor en las cercanías del pueblo.  Los cazadores terminan por matar a la fiera, acción que corre a cargo de un personaje llamado José Angarita, quitarle el cuero y luego exhibirlo en el pueblo donde se lleva a cabo una fiesta para celebrar el hecho. “…esta leyenda se ha vuelto tradición y cada seis de enero se revive con el disfraz. Se inicia la celebración cuando en, horas de la mañana, el tigre empieza a hacer sus pilatunas por las calles junto con otros animales; por su parte los cazadores con sus perros hacen lo propio hasta las cuatro de la tarde, hora en que se produce la matanza del tigre en el parque de la población, donde todo el pueblo se reúne a participar festivamente, para luego acompañar el desfile por las calles con el cuero de la fiera”. Este relato se complementa señalando que en 1936 el cura párroco José Alejandrino Pérez introdujo en el festejo el disfraz del tigre. La vaga recopilación que han hecho los habitantes de Teorama, y que se encuentra consignada en publicaciones recientes, no permite datar la danza de manera clara.

DANZA DEL TIGRE EN EL MUNICIPIO DE RÍO DE ORO
(Departamento del Cesar)


 El investigador cultural Miguel Ángel Picón Sánchez, quien hasta ahora ha sido el más cercano a un trabajo metodológico sobre la Danza del Tigre, recoge de la tradición oral la fecha del 3 de enero de 1842, como punto de partida para datar la danza.

Habla también la tradición oral de esta población, de una lavandera que se encuentra con la fiera pero la oportuna intervención de su perra impide que sea atacada. La lavandera, que en Río de Oro tiene el nombre de Petra Manosava Osorio, corre a la población y allí cuenta lo que le ha ocurrido. De inmediato se conforma la partida de caza que culmina con la matanza del tigre, justo el 6 de enero, día en que se lleva a cabo el tradicional certamen como parte de las fiestas de este municipio de sur del Cesar. También en Río de Oro se narra que los cazadores le quitan la piel al animal y luego la exhiben ante las gentes que alegres festejan el hecho.

CONCLUSIÓNES

Siendo la Danza (o Matanza) del Tigre un patrimonio inmaterial reconocido por las comunidades antes mencionadas, resulta curioso el hecho de que tal manifestación no se mencione en las monografías históricas, hasta ahora publicadas de estos lugares de la antigua Provincia de Ocaña. En ellas encontramos alusiones a los festejos de índole religiosa, más no hay una sola que hable de la Danza del Tigre. Sólo hasta 1996 aparece el estudio de Picón Sánchez, sobre Río de Oro. Para el caso de Otaré, la primera reseña histórica se hace en 2006, para un folleto informativo del Desfile de los Genitores, y en 2011 lo correspondiente a Teorama en el libro virtual Teorama bicentenaria. Investigación e inventario de la historia, el patrimonio cultural e inmaterial del municipio de Teorama. Publicaciones de la administración municipal de Teorama.

Dos aspectos del patrimonio inmaterial de la región de Ocaña nos han causado curiosidad, desde el punto de vista historiográfico: De una parte, la coincidencia de la Danza del Tecuán que se lleva a cabo en varios estados mejicanos, con la danza del tigre en la antigua Provincia de Ocaña y, de otra, la similitud de la famosa “tortilla” elaborada en México con la “arepa sin sal y con pellejo” que se consume en la zona de Ocaña. Sin atrevernos a formular por el momento la hipótesis correspondiente, pensamos que estas dos circunscritas ameritan el interés de la investigación histórica por parte de los expertos de ambos países,

BIBLIGRAFÍA

CISELLI. Graciela. El Patrimonio Cultural: entre la identidad y el ambiente. En revista e-rph. Revista electrónica de patrimonio histórico. Diciembre 2011. España.
Constitución Política de Colombia.
PÁEZ GARCÍA, Luis Eduardo. Comparsa la Danza del Tigre. En Patrimonio Inmaterial de Colombia. Desfile de los Genitores. Publicaciones de la Corporación Cultural y Artística “Desfile de los Genitores. Ocaña, 2006.
PICÓN SÁNCHEZ, Miguel Ángel. La matanza del Tigre. En Nueva Revista Colombiana de Folclor. Vol.4 N° 16, 1996.
TEORAMA BICENTENARIA. Investigación e inventario de la historia, el patrimonio cultural e inmaterial del municipio de Teorama. Publicaciones de la administración municipal de Teorama. 2011.

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Debido a su gran importancia historiográfica y antropol+ogica, insertamos aqui dos ensayos del investigador mejicano Oscar Cortés Palma, para comlementar la nota anterior.

Tuvimos la ocasión, el pasado año, de participar virtualmente, en el Coloquio efectuado en Acatlán de Osorio, Puebla, sobre la Danza del Tigre, junto con Miguel Ángel Picón, de Río de Oro (Cesar), productivo certamen que permite una aproximación a este patrimonio inmaterial de latinoamérica y, seguramente, propiciará  investigaciones mas profundas sobre este tema.

LA DANZA DE TECUANES O DEL TIGRE, EN MÉXICO

DANZA DE TECUANES O DEL TIGRE VARIOS DATOS
miércoles, 18 de septiembre de 2013

Mexicanos tradicionalistas y mexicanos occidentalistas.

Por Óscar Cortés Palma

Muchas personas creen que los que bailan las danzas tradicionales mexicanas son indígenas, esta afirmación no es del todo verdadera, si bien es cierto que muchos pobladores nativos bailan danzas tradicionales, también es cierto que existen muchas personas –no indígenas- de las ciudades que bailan danzas tradicionales, incluso en algunos casos, la Danza tradicional es un símbolo fundamental de sus ciudades, al grado de organizarle monumentos, días conmemorativos, y representarlas en imágenes y en medios escritos u orales.

Es cierto que existen poblados indígenas que bailan danzas tradicionales, por ejemplo la  Danza-Teatral del Tecuan es representada en  idioma Náhuatl en Tetelpa, Morelos; y en el poblado de Juxtlahuaca del estado de Oaxaca, se  representa en idioma mixteco, la Danza de los Chilolos que es muy parecida a la Danza del Tecuan.

Pero también existen poblados en donde se representa la Danza-teatral del Tecuan en Idioma español como es el caso de Ocotepec y Tetecala en el estado de Morelos; y Acatlan de Osorio en el estado de Puebla; e incluso hay localidades en donde se representan esta danza tradicional sin diálogos porque ya se perdió el aspecto teatral de la Danza del Tecuan, como es el caso de los poblados morelenses de Axochiapan, Tenextepango, Tepalcingo, Atlacahualoya.

No obstante, también existen ciudades en las que sus pobladores no se consideran a sí mismos indígenas pero bailan la tradicional Danza del Tecuan por ejemplo: Axochiapan y Ocotepec del estado de Morelos; Acatlan de Osorio y Chiautla de Tapia en el estado de Puebla; Tlapa, Taxco y Ciudad Altamirano en el estado de Guerrero.

Además de las anteriores, existen otras ciudades en donde se bailan danzas tradicionales sobre la cacería del Jaguar, por ejemplo, en la capital del estado de Guerrero, que supera los 180 mil habitantes, se baila la Danza de los Tlacololeros y el Porrazo del Tecuani, y en una ciudad cercana llamada Chilapa se baila también esa misma danza; en otra población urbana ubicada más al sur, llamada Ometepec se baila la tradicional Danza del Tigre y los Tlaminques.

Con estas pruebas, puedo afirmar que al menos las danzas tradicionales que se bailan en la región que anteriormente era náhuatl y que consisten en la  cacería del Jaguar” no son bailadas solamente por indígenas, pues que también hay muchas personas que hablan el idioma español y algunos hasta son güeros, por eso considero que no se debe llamar indígenas a las personas que bailan las danzas tradicionales mexicanas.

Y propongo que se les llame “mexicanos tradicionalistas” porque a esas personas les gustan las tradiciones que les enseñaron sus antepasados, y que incluye rituales y formas de vestir tradicional, y tienen sus costumbres particulares, danzas, comidas, creencias, leyendas y memorias colectivas que han sido transmitidas de generación en generación.

En contraste a este grupo, existe otro, que propongo que lo llamemos “mexicanos occidentalistas”, y  son aquellas personas a las que les gusta las culturas europeas, estadounidenses, japonesa, etcétera.

Sé que toda generalización es muy riesgosa, pero al menos, esta manera de analizar las tradiciones mexicanas nos permite ver las danzas tradicionales desde un ángulo diferente.
 Porque es obvio que no podemos generalizar y llamar indígenas a todas las personas que bailan las danzas tradicionales mexicanas.

Parafraseando a Guillermo Bonfil Batalla, México es la unión de dos proyectos civilizatorios distintos: la del México Profundo, que está representado por la persistencia de distintos aspectos de la civilización mesoamericana; y la del México Imaginario, que está representado por la civilización occidental. Por eso, para que México progrese es necesario tomar en cuenta a estos dos proyectos de nación. 

Copyright© 20013 Óscar Cortés Palma Lic. en Historia UNAM e Investigador de la Danza del  Tecuan de Morelos y de la historia del poblado de Axochiapan. Email axochiapancultural@hotmail.com; cami17_4@hotmail.com

viernes, 4 de octubre de 2013


Los personajes más poderosos de la Danza del Tecuan.

Por Óscar Cortés Palma

En la Danza del Tecuan  tipo Coatetelco, participan 16 personajes, pero dos de ellos son los más poderosos  y son rivales, uno es un rico hacendado y tiene el poder que le otorga el dinero; el otro es un animal salvaje llamado Tecuani o Jaguar, y tiene el poder que le otorga su fuerza y agilidad.

Ambos se enfrentan en una lucha a muerte por la tierra, ya que el Hacendado  la necesita para conservar sus riquezas; y el Jaguar la necesita para alimentarse.

He aquí las características de ambos.
Personaje 1: El Tecuani

También le llaman Tigre, Jaguar o lobo, dependiendo del poblado. Es el personaje central que no puede faltar en la Danza del Tecuan. 

INDUMENTARIA:
 El  traje del Tecuani consta de un pantalón y una camisa de manga larga, ambas de color amarillo moteado con manchas negras, como la piel del Jaguar, va enmascarado como Jaguar, aunque el tipo de máscara es tiene características distintas en cada poblado.


El Tecuani siempre va armado con un chicote o látigo que representa la cola del Jaguar, y que agita al bailar y utiliza para defenderse dándoles chicotazos a los cazadores.

REPRESENTACION:

Para representar al Tecuani es necesario tener mucha resistencia y agilidad, porque el Tecuani es el personaje que más baila, el que hace más piruetas, el qué ataca con su  chicote a sus rivales.

El tecuani es el villano de la danza, es el que amenaza con comerse al ganado, por eso todos quieren cazarlo pero no pueden porque el Tecuani es muy fuerte y valiente.

Hace 500 años el Jaguar representaba muchas virtudes para los humanos, entre ellos el poder de los gobernantes; representaba la valentía y habilidad de los mejores soldados que eran los guerreros Jaguar; también representaba el temor que provocaban los sacerdotes naguales que podían transformarse en animales, entre ellos en Jaguares;  el Jaguar era tan temido y tenido como una divinidad por los antiguos mesoamericanos que creían que sus dioses, como Tezcatlipoca se transformaban en Jaguares para recorrer el mundo. Actualmente el Jaguar continúa representando la vida salvaje,   aunque ya no es temido tanto por los humanos que cuentan con diversas tecnologías para someterlo, llevando al Jaguar al borde de la extinción. Ya que en la lucha Humano-Jaguar, el Jaguar resultó derrotado y ahora necesita de nuestra ayuda para no extinguirse, sin lugar a duda son otros tiempos, ya que los humanos al contaminar y destruir a las demás especies también se están destruyendo a sí mismos.

FUNCION:
La función del Tecuani en la Danza es perseguir y pelear con el Risueño, otra función del Tecuani es que se encarga de corregir a los danzantes que están fuera de su alineación o que no están danzando con entusiasmo. También, el Tecuani es el que se encarga de enfrentar consecutivamente a sus cazadores, primero contra Mayeso y después  a cada uno de los cazadores, al lancero, luego al flechero, después pelea contra el Yerbero, en seguida contra el Changuasclero (Trampero) posteriormente se enfrenta contra “Salvadorchi”, en algún momento se pelea también contra el Risueño. Y en la parte final de la Danza se enfrenta contra un cuarteto formado por Juan Tirador, el Rastrero, la Perra y el Risueño quienes finalmente derrotan al Tecuani y al ser derrotado finaliza la Danza.
Personaje 2.  Salvadorchi
También conocido como “San Salvador”  o  “Salvador”.

INDUMENTARIA:
 Salvadorchi lleva una lancita de aproximadamente 30 centímetros que entrega a la persona que encomienda algo, en este caso la entrega a Mayeso, que es su capataz, quien a su vez entrega la lancita a cada uno de los cazadores que contrata. A decir de un poblador de Alpuyeca, llamado  Othon Aguilar, me mencionó que “Salvadorchi al dar la lancita  significa que le está dando  la orden”.


A Salvadorchi se le representa como un  ranchero o ganadero exitoso, va vestido de comúnmente de colores oscuros, sombrero, en algunos poblados como Ocotepec  lleva una máscara, en Xoxocotla y Alpuyeca la máscara tiene barbas;  en otros poblados como Tetelpa  Salvadorchi se viste de “charro” con sombrero de ala ancha, camisa de manga larga y “pantalonera”, ambos nuevos e impecables,  la “pantalonera” adornada con lentejuelas brillantes y casi siempre de color negro, usa unas botas y un pañuelo colorado en el cuello. En Xoxocotla y Alpuyeca lleva sombrero vaquero. También en Alpuyeca Salvador usa pantaloneras adornadas con aplicaciones de lentejuela que terminan en puntas de la que cuelgan borlas de estambre y unos cascabeles, además lleva su nombre escrito con lentejuela en la espalda de su  camisa que es de manga larga, también usa medias y huaraches.

REPRESENTACION:
Salvadorchi es el cerebro intelectual de la cacería y muerte del Jaguar, ya que sin ensuciarse las manos, pero gracias al poder que le otorga el dinero, ordena a su capataz Mayeso que contrate a cazadores profesionales para que cacen al Tecuani que amenaza sus propiedades.

Ya que la Danza del Tecuan, nos describe cómo hace mucho tiempo, un rico Hacendado llamado Salvadorchi, fue avisado por su capataz Mayeso que por sus tierras andaba rondando un Jaguar que se comía al ganado.

 Inquieto por la presencia del Tecuani, Salvadorchi le encarga a su capataz Mayeso, que vaya a cazar al tigre, pero no puede lograrlo así que con el permiso de Salvadorchi contrata a un personaje llamado, “lancero”, famoso por su habilidad para cazar con su lanza, al no poderlo cazar contrata al Flechero, posteriormente al Yerbero, y después al Changuasclero, famoso por su habilidad para confeccionar trampas. Al no poder ninguno cazar individualmente al Tecuani, contrata a un cuarteto de cazadores compuesto por Juan Tirador, el  viejo Rastrero y su perra, y el Risueño.

Salvadorchi es un personaje importante en la Danza del Tecuan, ya que el fondo de esta danza, es el de mostrar como Salvadorchi vence al villano de la Danza que es el Tecuani-Jaguar.


Pero Salvadorchi no parece que sea el Héroe, ya que su actitud fría e indiferente hace que tenga muy poca empatía con la gente, en cambio los que se ven como los grandes Héroes de la cacería del Jaguar son Juan Tirador , el Rastrero y el Risueño.

Es decir, la Danza del Tecuan representa la unión del Rico Hacendado, con su trabajador Mayeso y con los cazadores lancero, flechero, yerbero, Changuasclero (Trampero); con el Tirador, con el Rastrero, y hasta con los animales como las Perras, el venado y los zopilotes con el objetivo de eliminar a  Jaguar que amenaza sus riquezas.


FUNCION:
La función de Salvadorchi es seria, ya que él es el Hacendado, el terrateniente, el “Amo”, el da las órdenes, el regaña a los cazadores que fracasan en su intento de cacería del Tecuani, por ejemplo en Tetelpa, Salvadorchi  llama a los cuatro cazadores que fracasaron en cazar al Tecuani (Lancero, Flechero, Yerbero, Changuasclero)  y les grita. ¡Viejos huehuestiques! ¡Tehuan tiviles, te cobardes, te mujerados! shia para mu lugar. Que significa algo así como ¡Viejos huehuestiques! para lo que yo los quiero no sirven. Son flojos, borrachos, enamorados, parranderos, jugadores. ¡Váyanse a sus lugares!

Salvadorchi y su capataz Mayeso, como son dos de los personajes de mayor jerarquía de la Danza, son los que van encabezando sus respectivas filas.
Al final de la Danza, el Rico Hacendado, con apoyo de su asistente y sus cazadores y sus perras vencen al poderoso Jaguar y se reparten su piel y de esta forma finaliza esta danza que se realiza año con año, y que nos recuerda que el ser Humano es el animal más poderoso de la Tierra que inclusive vence al Tecuani o Jaguar, el animal  más alto de la cadena alimenticia de estas tierras.

© Óscar Cortés Palma Lic. en Historia UNAM e Investigador de la Danza del  Tecuan de Morelos y de la historia del poblado de Axochiapan. Email axochiapancultural@hotmail.com; cami17_4@hotmail.com;   Facebook: https://www.facebook.com/axochiapan


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El tigre es un animal que ha inspirado innumerables bailes y danzas en diversas zonas del país. Una de las versiones más vistosas de la Danza del Tigre es la que interpreta la gente de San Juan Colorado, municipio del Distrito de Jamiltepec, al norte de Santiago Pinotepa Nacional; tiene aproximadamente 7,000 habitantes que se dedican principalmente a las tareas agropecuarias, la producción manufacturera, el comercio y la minería. En este municipio en donde poco más de 4,000 individuos mayores de cinco años hablan lengua indígena, el mixteco mantiene una gran vitalidad y es la lengua de la vida diaria y ceremonial.

La danza está inspirada en la historia de dos ricos ganaderos de la región, Don Manuel Peña y Don José Cortés, a quienes un tigre mágico los despoja de su ganado. Don Manuel intenta comprar un perro cazador a un lugareño llamado José Ovejón, quien se niega a venderlo porque pertenece a su mujer, Doña Catalina. El perro, además de que no quiere separarse de su dueña, sólo con ella sabe cazar. Debido a lo anterior, Don Manuel contrata a los dueños para que vayan con su perro a cazar al tigre.
Se inicia la búsqueda hasta que el perro enc
uentra al tigre, en ese momento comienza la cacería: José Ovejón le dispara con su escopeta, mientras Doña Catalina le señala el lugar en donde está el felino, y el perro ladra alrededor del árbol en el que se esconde.

Doce danzantes acompañan a los cazadores bailando alrededor del lugar en donde está el tigre. Las balas no dañan al tigre porque es mágico, así que Doña Catalina le da unos ajos a su esposo para que cure su escopeta y rompa el hechizo. Finalmente mata al tigre, le quita la piel y lo tira a una barranca. Antes de dar muerte al tigre, el danzante que lo interpreta, junto con el que interpreta al perro, realizan pasos espectaculares y acrobacias simulando la pelea.

La danza se acompaña con los siguientes sones: el son del borracho, que se baila mientras se toma licor de una botella; el son de la iguana, en el que los danzantes simulan los movimientos de este animal arrastrándose; el son del perico, en el que los danzantes se ponen uno muy cerca del otro; y el son de Don Manuel Peña y Doña Catalina.

Esta danza es interpretada por catorce personas dispuestas en dos filas, posteriormente se les suman el tigre y el perro. Todos los personajes son interpretados por danzantes masculinos. El vestuario consta de pantalón blanco tejido de algodón, con un calzón de colores sobrepuesto que presenta además encaje desde la orilla hasta la rodilla. La camisa es tipo cazadora y se llevan dos paliacates, uno en la cabeza y otro en la mano. Usan una gorra adornada con chaquira de colores. La esposa del cazador lleva olanes y encajes en la orilla de su falda, también flecos a la altura de los hombros y en la cintura. El tigre viste un traje amarillo moteado, una máscara de madera con las facciones del felino que tiene espejos en los ojos. El cazador usa chaparreras, chaleco de gamuza y sombrero; su esposa lleva falda, rebozo, camisa bordada y sombrero.

Esta danza se realiza en cualquiera de las fiestas del año, cuando el mayordomo desea presentarla.



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