Fueron creadores del Desfile, don Carmen Eliécer Quintero Torrado y un grupo de ciudadanos, entre quienes se contaron Alfonso Carrascal Claro, José Antonio Patiño y Carlos Torrado. La primera versión del Desfile data del 3 de enero de 1959.
El Desfile de los Genitores tomó como base para su estructuración formal, la obra Los genitores, del escritor Alejo Amaya, que recoge la historia de Ocaña desde su fundación hasta 1810. En el transcurso de los años, se fueron agregando comparsas alusivas a sucesos o personalidades destacadas de la ciudad.
Inicialmente el Desfile solo fue presentado en 9 comparsas, que en su orden eran:
1- Aborígenes antes de la conquista.
2.- Conquista y fundación de Ocaña (1570)
3.- Antón García, damas y caballeros de la colonia (1660 a 1700)
4.- Los Colorados (1818 a 1822)
5.- La Gran Convención (1828)
6.- Columna de la Libertad de los esclavos. Amos y esclavos (1851)
7.- Desfile de las Américas. Trajes típicos
8.- Folklore Colombiano
9.- Pobladores de antaño. Se destacan los “turcos” o sirios y libaneses.
Para 1963, el Desfile contaba ya con 17 comparsas.
SON OBJETIVOS PRIMORDIALES DEL DESFILE DE LOS GENITORES:
a) Divulgar nuestro Patrimonio Inmaterial.
b) Fortalecer nuestra memoria histórica.
c) Promover hacia nuestra ciudad, el turismo cultural, haciéndola conocer nacionalmente, a través de eventos como este, arraigados en el alma de nuestro pueblo.
d) Afianzar entre los habitantes del municipio la identidad cultural de nuestra tierra, involucrándolos de una manera agradable en nuestra historia.
e) Transmitir a la gran cantidad de personas que están llegando a radicarse en nuestro municipio con diferentes culturas, el legado histórico cultural de nuestros mayores.
f) Buscar el desarrollo de nuestra ciudad, a través de uno de sus mayores recursos, como es el Patrimonio Cultural acumulado en sus 438 años de historia. Fortaleciendo este tipo de eventos, fortalecemos el comercio, las empresas hoteleras, la mediana y pequeña industria, etc.
ORDEN DE LAS COMPRASAS PARA LA VERSIÓN 2011:
Época Precolombina:
1.- LOS INDIOS HACARITAMAS.
DIRECTORES DE COMPARSA: NANCY GARCÍA, ARMANDO MEJÍA Y MARÍA PAULA PEINADO GÓMEZ
A la llegada de los conquistadores españoles, la región de Ocaña se encontraba habitada por diferentes pueblos indígenas, cuya denominación genérica de “Hacaritamas” se ha conservado tradicionalmente. Las pocas investigaciones arqueológicas y etnológicas, realizadas hasta la fecha, nos indican que existían por lo menos dos culturas: la denominada “Cultura Mosquito”, “Cultura de las Urnas” o “Cultura del Magdalena”, que penetró a la zona de Ocaña desde los valles del Magdalena, por la cordillera, de origen típicamente Karib, y las tribus que habitaban los valles sobre los cuales se asentaron los poblamientos blancos, cuyos vestigios están representados en petroglifos diseminados en toda la antigua Provincia de Ocaña.
La indumentaria de este cuadro o comparsa, está constituida por el generalizado taparrabo y ropajes de algodón a manera de sayos. La armería la constituyen arcos, flechas y macanas.
Época de la Conquista:
2.- LOS CONQUISTADORES
DIRECTOR DE COMPARSA; ALBERTO ÁLVAREZ Y MIGUEL YARURO
Encabezados por el fundador de Ocaña, don Francisco Fernández de Contreras
Al Capitán español, nacido en Pedroche, don Francisco Fernández de Contreras, le fue encomendada la misión de hallar una ruta que comunicara rápidamente la Nueva Pamplona con el río grande de la Magdalena y los puertos de la Costa Norte. Después de expediciones exploratorias y de haber obtenido los permisos de rigor en Santafé y en Santa Marta, siendo gobernador de esta Provincia Don Pedro Fernández del Busto, el Capitán Fernández de Contreras fundó la ciudad de Ocaña el 14 de diciembre de 1570. La expedición fundadora estaba compuesta por 36 expedicionarios, según el informe oficial del Cabildo de Ocaña al gobernador de Santa Marta, escrito en 1578. Entre los conquistadores españoles que acompañaron a Fernández, mencionamos, entre otros a: Simón del Basto, Gaspar Barbosa de Marís, Leonardo de Acosta, Pedro Esteban Rangel, Pedro Quintero Príncipe, Jerónimo Arias, Diego Asensio Cervantes, Francisco Fernández de Rojas, Gómez Álvarez de Aguilera, Gonzalo Rodríguez. El vestuario y utilería de los integrantes de esta comparsa, ha sido tomado de las representaciones iconográficas de la Conquista y la Colonia.
3.- LOS ALABARDEROS
DIRECTOR DE COMPARSA: IGNACIO LLÁNES Y LIBAR VERGEL
“Los alabarderos eran soldados armados de alabarda que, inicialmente, constituían un cuerpo de ejército y, posteriormente, daban guardia de honor o custodiaban a Reyes, Príncipes o Nobles.
Durante los siglos XV y XVI tuvieron su época de esplendor como cuerpo de combate, hasta la invención de las armas de fuego, momento en que dejaron de existir como tropa. Su misión era derribar a los jinetes y rematarlos en el suelo. También se mostraron muy eficaces en los combates cuerpo a cuerpo.
En los siglos posteriores su función fue meramente protocolaria, de guardia de honor y de escolta de los soberanos y Casas nobles, denotando su presencia la calidad e importancia de los personajes a los que custodiaba
Destacó por su importancia el Real Cuerpo de Alabarderos, guardia de honor de los Soberanos españoles, que existió hasta 1931. Con motivo de la reinstauración de la Guardia Real en 1975 fue establecida una unidad de alabarderos, que actualmente cumple sus funciones con los Reyes de España.
Así mismo, destaca, por su antigüedad y vistosidad, la Guardia Suiza de Alabarderos del Vaticano, al servicio de los Papas.
Al margen de su función junto a nobles, soberanos y Papas, las compañías de alabarderos desempeñaron también la misión de escolta y guardia de honor en procesiones de Santos, Semana Santa o Corpus Cristi, bien por existir una guarnición militar o ser creadas para este fin por las propias Cofradías”.
Época de La Colonia:
4.- LAS AMAZONAS
DIRECTORA DE COMPARSA: SAMIRA NUMA
La compasa rememora los tiempos coloniales en que, no habiendo posibilidades de utilizar las cómodas literas debido a lo agreste de la topografía, las personas se veían obligadas a transportarse en cabalgaduras para efectuar los penosos viajes. Las bellas españolas que acompañaron a los españoles en la colonización de nuestro territorio, fueron pieza clave para el establecimiento definitivo del poblamiento y el desarrollo de la naciente ciudad.
5.- LA LEYENDA DE LEONELDA
DIRECTORA DE COMPARSA: JANITH QUINTERO
Hermosa joven mestiza de la tribu Búrbura
La base histórica de esta comparsa, se remonta a finales del siglo XVII, coincidiendo con la “visita pastoral que en esos días hacía a sus feligreses de la comarca ocañera, el Ilustrísimo señor Obispo de Santa Marta, Monseñor Liñán de Cisneros”, es decir, hacia enero de 1667.
Cuenta la leyenda que una joven mestiza de la tribu Búrbura, que habitaba en el poblado donde actualmente se levanta el municipio de González, fue condenada a la horca acusada de prácticas de hechicería. Hacía parte de la joven de un grupo de mujeres que practicaban el arte de la curandería. Capturada la jefe del grupo, fue sacrificada por las autoridades españolas y Leonelda Hernández, remitida a Ocaña para que fuera juzgada por el Tribunal de la Inquisición. Al llegar frente al antiguo Alto del Hatillo, los esbirros deciden eliminar a la supuesta bruja, para evitar que fuera indultada por el Obispo de Santa Marta, Monseñor Melchor Liñán de Cisneros. Cuando la soldadesca intentó ejecutar a la hechicera, cayeron sobre ella sus hermanos de raza, quienes los pasaron a cuchillo, rescataron a Leonelda y se internaron en las selvas.
6.- ANTÓN GARCÍA DE BONILLA
DIRECTORA DE COMPARSA: JANITH QUINTERO
Poderoso encomendero que contribuyo al progreso de la región, cuyo nombre también se ha convertido en leyenda.
En el siglo XVII vivió en Ocaña este importante encomendero dueño, entre otros bienes, de la hacienda de San Roque de Aguachica, quien contribuyó decididamente en la fundación de Río de Oro y en el establecimiento del primer colegio de Ocaña. Narra la leyenda que en una de sus haciendas, sus sobrinas cayeron víctimas de una terrible epidemia. Desesperado, tomó su cabalgadura y viajó hasta Ocaña, postrándose ante la puerta de la modesta capilla de Santa Rita, la abogada de imposibles; allí le hizo una promesa solemne a la santa a cambio de la salud de sus queridas niñas. Pasados los años, don Antón envejeció y murió sin haber cumplido su promesa, siendo condenado a vagar eternamente pro aquellos lugares que frecuentó en vida, entre ellos, la capilla de Santa Rita y la famosa “Calle del embudo”. Casó con doña María Téllez y falleció en San Roque de Aguachica en 1696.
7.- 300 AÑOS DE LA APARICIÓN DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LA TORCOROMA.
DIRECTORES DE COMPARSA: NAHUM BARBOSA Y MARÍA EUGENIA ROJAS
El 16 de agosto de 1711, según la tradición local, los labriegos Cristóbal Melo y sus hijos José Y Felipe, al derribar un árbol con el propósito de hacer un dornajo para su trapiche, hallaron la imagen de la Virgen María, labrada en la corteza. El pueblo devoto bautizó el hallazgo milagroso con el nombre de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, debido al nombre del monte donde fue encontrada la imagen.
El informe más antiguo sobre la milagrosa imagen, data de 1774, y se debe al doctor Agustín Francisco del Rincón, Cura Rector Beneficiado de Ocaña y Vicario Eclesiástico, en cumplimiento de una solicitud que se hiciera a "los curas párrocos de las ciudades de Ocaña, Varinas (sic), Girón y pueblo de Tota que sin dilación alguna informen con certificación al Concilio de los hechos, que se expresan en el pedimento presentado por el Dr. D. Agustín Manuel Alarcón, así del aparecimiento de la Virgen de piedra (sic), que parece se venera en dicha ciudad de Ocaña; de la circunstancia de su aparecimiento; de la aprobación que hubiere tenido de los Ordinarios; de su figura y representación; como también de las de la Virgen del Real de la ciudad de Varinas; del crucifijo del pueblo de Tota; y del que también se venera en una capilla en el distrito de Girón, que se llama el Santo Cristo de los Milagros; y su Vicario recoja el librito manuscrito de la historia de ellos, y sin dilación le remita al concilio para su inspección". Esta solicitud está firmada por el eminente sabio, doctor José Celestino Mutis, quien era a la sazón, notario del Concilio que se celebraba en Santafé.
8.- DAMAS Y CABALLEROS DE LA COLONIA
DIRECTORA DE COMPARSA: SAMIRA NUMA
Constituye uno de los cuadros más vistosos del Desfile. Está compuesto por señores y damas que marchan luciendo los atuendos lujosos del siglo XVIII. Se destaca la belleza proverbial de la mujer ocañera. Las damas llevan traje largo, mantillas, abanicos y peinetas, y los caballeros, sombreros, chambergos y capas.
Época de la Independencia:
9.- LLEGADA DE SIMÓN BOLÍVAR A OCAÑA EN 1813
DIRECTOR DE COMPARSA: HERIBERTO LÓPEZ
Después de la derrota sufrida en Puerto Cabello y la Guaria, que sofocó la rebelión de los criollos venezolanos contra los españoles, Simón Bolívar viajó hasta Cartagena y se unió allí a las tropas patriotas de la Nueva Granada. El gobernador Torices aceptó la vinculación militar de Bolívar, quien comenzó la famosa campaña para despejar de realistas las poblaciones asentadas en la ribera del río Magdalena. Comenzó así la llamada “Campaña Admirable”. Después de tomar Tenerife, atacó las fuerzas españolas acantonadas en Mompóx, siguió a El Banco, Chiriguaná y Tamalameque, hasta llegar a Puerto Real, sin que los realistas obstruyeran su vertiginosa marcha. De Puerto Real, pasó a la ciudad de Ocaña.
“Al atardecer de uno de los primeros días de Febrero (de enero, según dato comprobado) de 1813, a semejanza de aquella tarde del año de 1625 en que “una multitud abigarrada y parlanchina amontonábase en la Punta del Llano con el decidido ánimo de presenciar la entrada del primer Obispo que venía a visitar la ciudad”, aparecía en el mismo sitio una inmensa y alegre muchedumbre de todas las clases, condiciones y edades, después de haberse oído los disparos que eran la señal de la aproximación de las fuerzas patriotas, disputándose la vista del vencedor del Magdalena. Los primeros jinetes que penetraron en la empinada entrada de la plazuela hacen despejar el paso. Son los oficiales venezolanos que, por insinuación del cura párroco doctor Alejo María Buceta, y del alcalde ordinario, hacen alto y comunican a su jefe los deseos de la población”. Para tan memorable ocasión, los ocañeros habían preparado un apoteósico recibimiento, que inició con las aclamaciones de la multitud y siguió con la presentación de una corona y palabras de bienvenida por la jovencita Bárbara María Vicente Lemus, y una comisión de preciosas señoritas ocañeras, cuyos nombres fueron: María de Jesús Patiño, Saturnina Patiño, Juana de Dios Lemus, Nicolasa Ibáñez y Eusebia Sarabia. (Llegada de Bolívar a Ocaña, año de 1813. Rubén Sánchez N. y Carlos Molina López. En Revista Hacaritama; Noticias Históricas de Ocaña. Justiniano J. Páez. BAO Vol. 9, 1972).
“El 15 de diciembre de 1812, el Libertador pronunció el Manifiesto de Cartagena, punto de partida de la Campaña Admirable para tomar rumbo a Cúcuta, y el 14 de mayo de 1813 salir hacia Caracas, donde entrara triunfante el Ejército Libertador el 6 de agosto de 1813.
“El ejército conducido por el Libertador está integrado por brillantes oficiales granadinos y venezolanos, entre ellos Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Atanasio Girardot, Antonio Ricaurte, Luciano D`Eluyar, Francisco de Paula Vélez, José María Ortega, Manuel y Antonio París, Tomás Gutiérrez, eminentes civiles como Don Cristóbal Mendoza (que había sido el primer Presidente de Venezuela), Pedro Briceño Méndez, entre otros.
“El Coronel Bolívar partió de Barranca, sobre el río Magdalena, con doscientos reclutas, en champanes (embarcaciones de la época), autorizado por el Presidente Torices; en quince días derrota a los realistas en Tenerife, El Banco, Mompox, Chiriguaná, Tamalameque, Puerto Real, Ocaña. En quince días queda libre el Bajo Magdalena y toda una provincia. De allí le llama Manuel del Castillo, en su ayuda, pues está rodeado en Pamplona por las fuerzas de Ramón Correa. Bolívar obtiene autorización de Torices; atraviesa, febricitante, la inhóspita cordillera, por los desfiladeros de Salazar de las Palmas; liberta a Pamplona, pasa el Zulia y ataca a los españoles en Cúcuta. ¡El parte de la batalla está firmado en Cúcuta libertadora!” (www.campana-admirable.org)
10. COMPAÑÍA LIBRES DE OCAÑA
DIRECTOR DE COMPARSA: FERNANDO O´MEARA
Representa esta comparsa el batallón cívico conformado por nobles y plebeyos ocañeros y de la región quienes, atendiendo instrucciones de Simón Bolívar en 1813, le acompañaron hacia los valles de Cúcuta durante la famosa “Campaña Admirable”. La financiación de esta Compañía, fue posible gracias a los aportes económicos del don Miguel Ibáñez y Vidal y a la gestión del padre Alejo María Buceta. Bolívar delegó en don José Quintana la tarea de organizar una fuerza militar con voluntarios de la región, entre quienes se encontraban ciudadanos de Ocaña y Río de Oro. Señala el historiador J.J. Páez que, “Nombró, además, como segundo de Quintana, al señor don Juan B. Sánchez, y Quintana nombró como su secretario al señor don Luís Jácome Morinely. Como Bolívar había creado ya especial estimación por los jóvenes Antonio Quintero Copete y Juan Francisco García, resolvió nombrar al primero su ayudante de campo y al segundo, jefe de una compañía que él formara con voluntarios, la cual llevaría por nombre Compañía libres de Ocaña. Esta compañía la componían los señores: Manuel Rincón, Jesús María Sánchez, Tomás Molinares, Antonio Ballesteros, Fidel Avendaño, Rafael Ballesteros, Juan Antonio Gutiérrez, Pedro Molina, Manuel Toro, Miguel Barriga, Guillermo garcía, Luís María Santiago, Julián Avendaño, Fermín Acosta, Santos Pacheco, Venancio Gómez, Víctor López, Manuel Bayona, Julio Santiago, Carlos Mantilla, Martín Casadiego y Jesús Sánchez. La mayor parte de estos individuos, inclusive su jefe, perecieron en el combate de Cúcuta”. También formaron parte de esta fuerza los señores José María Cano (tambor de la compañía), Quintín Sánchez, Nazario Díaz, Andrés Cáceres, Francisco J. Arévalo, Eugenio Barbosa, José Manuel Ibáñez, Sebastián Llaín P., Bernardo Pacheco, Natividad Posada y otros”. El cuadro está encabezado por Juan Francisco García, jefe de la Compañía, montado a caballo y vestido a la usanza de la época. Sostiene en sus manos la bandera de Ocaña. Lo sigue un grupo de voluntarios armados con machetes y fusiles.
11. FIRMA DEL ACTA DE LA INDEPENDENCIA- ABRIL 7 DE 1813
DIRECTOR DE COMPARSA: CARLOS ROCHELS
"El 7 de abril de 1813, congregados en la plaza de Santa Ana de Ocaña los ciudadanos partidarios de la causa de la independencia de América, en un comisio popular hicieron pedazos los sellos de España, los escudos de armas de los oficiales. Es voz común y tradicional, que con la madera de dichos escudos, hicieron fogonadas en las que hicieron chocolate algunos graciosos. Este comisio depuso a los antiguos regidores del cabildo, y a todas las autoridades realistas, y nombró nuevas. Los regidores que compusieron el nuevo cabildo fueron los señores don Sebastián Álvarez Llaín y Sarabia, don Juan Pino, don Bernardo Barbosa y don Miguel Martínez Troncoso.
"Este cabildo levantó el acta de independencia de esta ciudad que fue suscrita por los señores dichos, por José de Jesús, don Francisco Antonio, don Rafael, don Gabriel, don Nicolás, y don Pablo Lobo; don Miguel Pacheco, don Juan de Dios Illera, don Antonio Luis Jácome, don Francisco de Robles, don Bernardo Pacheco, don Ignacio Lobo de Rivera, don Francisco Gómez de Castro, don Gabriel Barriga, don José Quintana, don Francisco, don Bernabé y don Antonio Pacheco, don Martín y don Antonio Quintero Copete y el padre de ellos, don Gregorio Quintero, don José Antonio Quintero (Montaño), y otros muchos ciudadanos. En aquel precioso documento se desconocía el gobierno español y se reconocía el que emanaba del Libertador D. Simón Bolívar, se adherían a la revolución que este ilustre americano acaudillaba, se constituían a sostenerla y a no ahorrar sacrificio para lograr la emancipación de España. Como dicha acta se ha perdido, tuve el cuidado de tomar datos que aquí consigno de los verídicos labios de don Casimiro Pinto, vecino de Río de Oro. En conformidad con lo pactado en aquella acta, marcharon 180 ciudadanos de esta ciudad, formando un batallón con el nombre de "Libertador de Ocaña", a cuyo cuerpo pertenecía una compañía de los vecinos de Río de Oro constante de 70 hombres. Estas fuerzas con 150 hombres que trajo el general Bolívar de Mompós, son los 400 momposinos a quienes él decía que debía su gloria.
"No es extraño que el gran caudillo no hable de Ocaña, pues haciendo en aquel entonces lo que hoy se llama departamento de Ocaña, parte de la provincia de Mompós, natural era que se llamara momposinos a los egregios patriotas que aumentaron y animaron a las escuálidas fuerzas que trajo el Libertador de la "Ciudad Valero"; las que debido a los reñidos combates que sostuvieron con los realistas de Tamalameque, San Bernardo, Simaña, El Banco y demás pueblos de la ribera del Magdalena, habían perdido el primitivo brío. La recuperación que se les hizo en Río de Oro, que consta en las declaraciones de doña Luisa Pinto de Durán, que a su tiempo publicaré, y las que le hicieron los patriotas de esta ciudad los llenó de entusiasmo y al partir de aquí, dejaron consignado su valor en las jornadas de Jagual, San Cayetano, Salazar de las Palmas y Cúcuta. Allí la emulación de las tres fuerzas unidas, momposinas, ocañeras y de Río de Oro, inició de una manera formal y seria nuestra independencia de la de España y la independencia de todas las repúblicas suramericanas. Glorias que nadie puede disputarle a Mompós y Ocaña. El primero de estos pueblos tomó la iniciativa, el segundo, secundó aquel movimiento y ambos han prometido incógnito por muchos años, desconocida para los colombianos, la heroicidad de estos pueblos célebres en la historia por lo trascendental que fueron sus movimientos.
Un momposino, el doctor Esteban María Pupo en la celebración de la fiesta clásica de Mompós, el 6 de agosto de 1910, dijo que Ocaña era un pueblo sin historia; un pueblo oscuro y sin lustre; y nadie le replicó, nadie se preocupó por aquel apóstrofe en que ultrajaba el amor patrio de los ocañeros; todos callaron y consintieron en que aquel insulto envolvía verdad. Amigo personal del referido señor doctor Pupo, el que esto escribe, el último de los hijos de Ocaña ha emprendido un trabajo sobre estos hecho históricos, que una vez concluido verá la luz pública; ese trabajo tiende a demostrar que Ocaña sí tiene historia llena de inmarcesibles glorias, glorias hermanadas con las de la ilustre ciudad que mi amigo reputa por patria Este trabajo le probará que fue ligero en sus apreciaciones, y no sabemos por qué, apasionado contra este suelo, donde siempre se le han mirado consideraciones especiales. En todo caso la verdad que vendrá a iluminar el cuadro de las iniciales glorias americanas, no será motivo para promover quiebras en la amistad, ni emulaciones entre los hijos de Ocaña y Mompós que nacieron juntas a la libertad, cuyos hijos siempre se han tratado con grande estimación mutua.
"Este trabajo en que procuro que todo se pruebe hasta la evidencia, no cercenará los méritos de ningún pueblo; haré manifiestos los de mi patria sin menoscabo de los demás; recogeré el laurel que estaba oculto y colocaré en la corona que ciñe las sienes de la hija de Bolívar, en las sienes de Colombia.
"Los hijos de Ocaña, con ese carácter heroico con que les ha dotado Dios, no podían dejar de tomar parte en la magna guerra, ni de distinguirse en ella por sus buenas condiciones para la lucha. "No se enciende una vela para ponerla bajo el celemín", sino que se coloca sobre el candelero para que alumbre toda la casa. Dios no nos hubiera dado un gran carácter para desplegarlo solo en nuestras fratricidas guerras; nos lo dio para lidiar en aquella gloriosa guerra que nos elevó al rango de nación; para defender nuestros derechos, los fueros de la patria y los fueros de nuestro Dios.
"Lástima que nuestro genio lo hayamos empleado durante 60 años para destruirnos, para aniquilarnos, para arruinar la patria.
"Ocaña, octubre 25 de 1884.
"Justiniano Sánchez Lobo, Pbro."
Es copia del Libro de Bautismos Nº 25
12. CONTRADANZA “LA VENCEDORA”.
DIRECTOR DE COMPARSA: LUIS EDUARDO PÉREZ MORA
“Después de haber sonado vibrante en el glorioso campo de Boyacá el 7 de Agosto de 1819 hacia las 4 de la tarde, por iniciativa del coronel José María Cancino quien integró la fanfarria respectiva, se oyó jubilosa La vencedora en el recibimiento de la ciudad capital a los libertadores de Colombia. Poco a poco, fue cayendo en el olvido para ser de vez en cuando recordada editorialmente como en el caso del Papel Periódico Ilustrado, o ejecutada en esporádicas veladas de emoción cívica. Correspondió al Cancionero Noble de Colombia rescatar el sonido de esta pieza clave de la gesta libertadora y devolverle su carácter de emblema musical de la batalla que consagró nuestra Independencia. El maestro Rozo Contreras fue comisionado por la Cancillería para hacer un arreglo para banda sinfónica, con base en las reproducciones del Papel Periódico y de la Historia de la Música Colombiana de José Ignacio Perdomo Escobar, en la copia manuscrita que para el efecto suministró el ilustre historiador. A comienzos de 1955 el maestro Rozo Contreras dirigió su arreglo en la sala de ensayos de la Banda Nacional de Bogotá. Explicadas las condiciones en que se había escuchado la obra en el campo de Boyacá, cuando el maestro subió al podio y comenzó la ejecución de aquella música estelar de nuestra historia, por tanto tiempo silenciosa, las lágrimas rodaron por las mejillas de varios profesores de la Banda.
Este arreglo quedó incorporado desde el primer momento al Cancionero Noble de Colombia y como avance se publicó en 1960, en suplemento extraordinario de la colección HJCK, una selección de piezas de sentido heroico, en ocasión del sesquicentenario de nuestra Independencia. Antes de que saliera el disco, me permití presentar a la Academia de Historia la respectiva cinta magnetofónica, en sesión presidida por el Doctor Eduardo Santos y a la que asistió en calidad de invitado especial, el maestro Rozo Contreras” (Por: Joaquín Piñeros Corpas).
13.- LAS IBÁÑEZ
DIRECTORA DE COMPARSA: SAMIRA NUMA
Del matrimonio de Don Miguel Ibáñez y Vidal y doña Jacoba Manuela Arias, se destacan en la historia de Colombia todos sus hijos, pero muy especialmente, Doña Nicolasa y Doña Bernardina Ibáñez. La primera comienza a figurar en nuestros anales, cuando en 1813, a la llegada de Simón Bolívar a Ocaña por primera vez, hace parte del grupo de jovencitas que coronan la frente del patriota con laureles. Culminada la gesta de la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819, corresponde a Bernardina, ya en Santafé, coronar a Bolívar en su entrada triunfal a la capital de la Nueva Granada. Doña Nicolasa casó con el español Antonio José Caro, de cuya unión nació el poeta hispanoamericano José Eusebio Caro Ibáñez; Doña Bernardina, casó con Florentino González. Esta familia se destacó durante el proceso de Independencia, por sus significativos aportes a la libertad. Don Miguel Ibáñez, padre de las hermosas damas, entregó los fondos de las Cajas Reales al Libertador para que continuara la Campaña Admirable; fue tánto el aporte de la familia Ibáñez, que el Pacificador, Don Pablo Morillo, al entrar a Santafé, sometió a sus miembros a los oprobios de los tribunales que confiscaron los bienes familiares y desterraron a las mujeres a La Mesa y a Ocaña después de sufrir indignantes tratos, como ocurrió con buena parte de los ciudadanos comprometidos con la Independencia.
14. LOS COLORADOS Y AGUSTINA FERRO
Con el nombre de “Colorados”, se conoce en la historia del oriente colombiano y de la región de Ocaña, en particular, la facción o guerrilla realista que operó entre 1818 y 1822, causando grandes estragos en las filas patriotas. Dice el historiador Páez Courvel que “en 1819 esta guerrilla estaba acaudillada por Juan Manuel y Cleto Jácome, Bernabé Ruedas, Juan Esteban Toscano, Dionisio Barbosa, Juan José García y otros…En vista de esto, el Libertador resolvió, en 1820, enviar a Ocaña un Ejército al mando del Coronel Francisco Carmona, para que acabara con los núcleos de facciosos realistas. Carmona ocupó a Ocaña el 10 de marzo de 1820 y los Colorados se retiraron a las montañas de Presidente. Pero obligado Carmona a marchar sobre Chiriguaná, lo reemplazó en la Jefatura Militar de Ocaña el coronel Jacinto Lara, quien con el Coronel Ramos, persiguió a los empecinados realistas por las comarcas de Teorama y La Palma (hoy Hacarí). Pero luego, hallándose Figueredo en Ocaña, fue atacada nuevamente esta plaza por los Colorados, quienes desbarataron a los patriotas y se apoderaron de la ciudad, en noviembre de 1820, capitaneados por los mulatos Jácomes y por el cabecilla Javier Álvarez. Fue preciso, entonces, enviar una división al mando del Coronel Manuel Manrique, quien persiguió a los guerrilleros y recuperó la ciudad”. Los integrantes de este grupo, vestían pantalón rojo (razón de su denominación) y llevan como armas machetes y fusiles.
15.- CONTRADANZA “LA LIBERTADORA”
DIRECTOR DE COMPARSA: LUIS EDUARDO PÉREZ MORA
Compuesta para la entrada triunfal de Bolívar a Bogotá después de la Batalla de Boyacá, según lo refiere Perdomo Escobar, La Libertadora se tocó repetidas veces alternada con La Vencedora, en el baile ofrecido a los libertadores en el Palacio de San Carlos y en las fiestas de plaza que para festejar la emancipación se organizaron en la capital, con una duración de quince días. Corrió luego suerte parecida a La Vencedora. En 1955 el maestro Oriol Rangel le hizo el magnífico arreglo pianístico que se puede apreciar en los referidos discos de la HJCK y el Cancionero Noble.
La versión que se incluye en el presente trabajo fonográfico (sic) ha sido tomada de la parte correspondiente al arreglo hecho por el maestro Blas Emilio Atehortúa para el disco Confidencias de una guitarra del siglo XIX y para el concierto del Palacio de San Carlos, destinado a festejar el rescate del Cuaderno de guitarra de Carmen Caycedo.
Época de La República: Siglo XIX
16.- LA GRAN CONVENCIÓN DE OCAÑA
DIRECTOR DE COMPARSA: JOSÉ ISAAC MENDOZA
Este cuadro representa a los convencionistas participantes en la constituyente reunida en Ocaña en 1828, con el propósito de reformar la Constitución expedida en Cúcuta en 1821. Pese al fracaso de este certamen político, los ocañeros y colombianos guardas un respetuoso recuerdo del acontecimiento que reunió a 74 de los 108 diputados de las provincias de Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador. ORIGEN.
En 1827 los diferentes personajes de la vida política de la gran Colombia, discutían acerca de la necesidad de realizar una reforma a la constitución que se había expedido en Cúcuta, en 1821.Como esta constitución no podía reformarse hasta después de pasados 10 años y las disputas entre los partidarios de Bolívar y Santander se iban volviendo mas graves, el congreso decidió convocar una convención constituyente, la cual debería reunirse en la ciudad de Ocaña el 2 de marzo de 1828.
POR QUE SE ESCOGIO A OCAÑA COMO SEDE DE LA CONVENCION
Ocaña fue escogida por que las condiciones de aislamiento y seguridad para el trabajo de los diputados permitían que no hubiese influencias directas de los partidarios armados de los simpatizantes políticos del bando de Santander y Bolívar además, la cercanía con Venezuela garantizaba la asistencia de sus representantes.
El templo de san francisco fue escogido debido a que ya existían antecedentes similares de este tipo de reuniones en otros templos de las ordenes franciscanas y de san Agustín
DESARROLLO DE LA GRAN CONVENCION
Después de haber revisado las credenciales de los diputados, se acordó que la convención iniciara labores el 9 de abril de 1828. Asistieron a la inauguración de las sesiones, 64 delegados de todas las provincias de la gran Colombia, de los 108 que le correspondían a la población. Inicialmente, fue elegido como presidente de la gran convención José María del Castillo y Rada, de Cartagena y como vicepresidente, Andrés Narvarte, de Caracas. Toda la fuerza pública de Ocaña fue retirada hacia Mompox, para evitar incidentes. El tema central de las discusiones fue el sistema político que debería adoptar la gran Colombia, lo cual dividió a los asistentes en dos bandos: los que defendían el centralismo, que apoyaban a Bolívar y los que apoyaban el sistema federal los amigos de Santander.
Los debates que se presentaron fueron violentos y nada pudo adelantarse, hasta que, viendo que su proyecto no podía derrotar al de los santanderistas, los partidarios de Bolívar deciden retirarse hacia la cruz, hoy Abrego y así quedo disuelta la convención.
CONSECUENCIAS DE LA DISOLUCION DE LA GRAN COLOMBIA
Como consecuencia del fracaso de la gran convención de Ocaña Bolívar asume la dictadura, dictando una serie de medidas económicas de emergencia. Santander es enviado como embajador de los Estados Unidos. Pero lo más grave del fracaso de esta convención fue el intento de asesinato contra Bolívar, el 25 de Septiembre de 1828 y luego la disolución total de la gran Colombia, que se produce con la muerte del libertador en 1830.
Entre los diputados Bolivianos más importante, se destacan José del Castillo y Rada, Pedro Briceño Méndez.
Se destacan, el general Francisco de Paula Santander, Luís Vargas Tejada y el Almirante Padilla. Los demás convencionistas realizan una dramatización de las sesiones acaloradas que tuvieron lugar. Cierra el cuadro una representación del templo de San Francisco que sirvió de sede al magno acontecimiento.
17.- COLUMNA DE LA LIBERTAD DE LOS ESCLAVOS. LA LIBERACIÓN DE LOS ESCLAVOS
DIRECTOR DE COMPARSA: LUIS EDUARDO PÉREZ MORA
Desde la época colonial comenzó a darse el fenómeno de la manumisión, por parte de algunos propietarios de esclavos negros. Ya desde 1809 don Antonio Villavicencio había propuesto la libertad de vientres de esclavas, fijando un lapso entre los 20 y los 25 años para que la esclavitud expirara definitivamente, “de hecho y de derecho” “en todas nuestra posesiones de América”. Durante el proceso de independencia, los amos reclutaron a sus esclavos y los armaron para defender, bien la causa del Rey o bien la Independencia. Muchos esclavos aprovecharon el caos de la guerra para huir a lugares seguros, entre 1810 y 1820. Simón Bolívar, después de 1816, hizo énfasis en la necesidad de librar a todos aquellos esclavos que se enrolaran en las filas patriotas. Sin embargo, el concepto de la liberación de los esclavos chocaba francamente con los intereses patrimoniales de sus amos, por encima de cualquier consideración humanitaria o idealista. Fue así como se propuso la figura de la indemnización para compensar, por lo menos en parte, la pérdida económica que sufriría el dueño de esclavos. El debate se agudizó e hizo parte de la agenda de los constituyentes de Cúcuta en 1821, obligando al Congreso a decretar la libertad de vientres. Don Félix Restrepo, ponente de esta ley “reconoció que era necesario destruir la esclavitud sin destruir a los propietarios. Para ello, propuso la libertad de partos y la obligatoriedad de los dueños de vestir y alimentar a los hijos libertos, quienes en contraprestación deberían servir a los amos hasta los 16 o 18 años. Así, el 19 de julio de 1821, el Congreso declaró libres a los hijos de las esclavas que nacieran ´desde el día de la publicación de esta ley en las capitales de provincia´…los amos podían liberar a los esclavos antes, siempre que pagaran los que se hubiera invertido en su crianza” (Hermes Tovar Pinzón. Credencial Historia No.59, noviembre de 1994, p. 4 ss). En 1823, se prohibió el comercio de esclavos “aunque se abrió una brecha al disponer que sólo podrían ser comercializados si iban a ser utilizados para los servicios y no se reexportaban. Indudablemente que el tráfico continuó, pues todos los esclavos que corrían las rutas del comercio eran sirvientes”. La ley nuevamente volvió a señalar la prohibición en 1825. Desde la expedición de la Ley de 1821, se crearon las Juntas de Manumisión compuestas por el juez de la población, el cura, dos vecinos y un tesorero. Las manumisiones no fueron significativas. Las luchas entre esclavistas y liberacionistas continuaron durante varios años, hasta 1828 cuando Bolívar dictó normas reglamentando las Juntas de Manumisión. Entre 1839 y 1842, el conflicto interno del país retrasó el debate que se reanudó con toda su fuerza entre 1849 y 1850, cuando “la prensa, la sociedad civil liderada por grupos radicales y por las Sociedades Democráticas y el Congreso generaron un ambiente de difusión y discusión de la libertad de los esclavos que llevó el gobierno de José Hilario López a proponer la libertad absoluta”: El historiador Tovar Pinzón señala que por esa época se produjo un verdadero movimiento social en pro de la liberación que, finalmente, produjo la Ley de 21 de mayo de 1851 por medio de la cual todos los esclavos quedarían libres a partir del 1º De enero de 1852. La Ley creo las Juntas de manumisión en las cabeceras de cada cantón y en las cabeceras provinciales. Para compensar a los amos, se creó un bono especial y un fondo enriquecido con el 1% del salario de empleados oficiales y pensiones, así como aportes del presupuesto nacional, las importaciones, mortuorias y rentas de la iglesia.
Entre el 6 y el 22 de diciembre de 1851 se construye en Ocaña el único monumento en Colombia que recuerda la Ley que dio libertad definitiva a los esclavos en todo el territorio nacional. Esta columna, declarada como Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional mediante Decreto 0620 de 11 de abril de 2002, está construida en ladrillo y calicanto; está compuesta por cinco anillos que representan las cinco repúblicas libertadas por Simón Bolívar. El cuadro hace alusión al gobernador provincial, doctor Agustín Núñez, quien bailó con la esclava liberta más vieja, la negra Nicanora Rincón. Hace parte de esta comparsa una carroza representando el monumento nacional, seguida de un grupo de esclavos.
La Columna de la Libertad de los Esclavos tiene las siguientes medidas:
Altura: 10 varas. Con base en el estudio de medidas coloniales, realizado por el historiador Luis Eduardo Páez Courvel (3), la vara de Castilla para Ocaña, equivalía a 0.84 metros, es decir, que la columna tiene 8.4 metros de altura. Su base mide 2.5 metros y tiene cinco (5) anillos que representan las cinco naciones libertadas por Simón Bolívar, cada uno con un diámetro de 1.20 metros.
18.- LA LLEGADA DE LAS HERMANAS DE LA PRESENTACIÓN
DIRECTOR DE COMPARSA: JUDITH SÁNCHEZ
La Asamblea Departamental de Santander expidió la Ordenanza No.05 de 1888, sancionada por el General Guillermo Quintero Calderón en su condición de Gobernador del Departamento de Santander, creando el Colegio de Señoritas en Ocaña, a cargo de una comunidad religiosa. El Colegio, que fuera iniciativa del Presbítero Doctor Ramón Anaya y Rubio y de ciudadanos locales, se entregó para su administración a las Reverendas Hermanas de la Presentación de Tours, bajo la dirección de la Hermana Marie Dosithée, quien regentó el Colegio hasta 1915. El importante centro educativo funcionó en el claustro de San Francisco hasta 1974, continuando aún su labor en el seno de la sociedad ocañera.
Pasajes de la Vida Cotidiana. Siglo XIX
19.- LAS FLORISTAS.
DIRECTORA DE COMPARSA: EMILSE GÓMEZ
Como “Las floristas”, se conoció en la Ocaña de finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX, a las jóvenes que dedicaban su esfuerzo laboral a surtir de flores y de frutas a las gentes. Esta comparsa muestra todo el colorido y la frescura de los jardines locales y la belleza de nuestras jóvenes trabajadoras. Rostros amables y gentiles y cuerpos espigados y cadenciosos, se unen a la policromía floral de esta llamativa comparsa.
20.- AGUATEROS Y LECHEROS
DIRECTORES DE COMPARSA: ZULEMA BAYONA, CLAUDIA PATRICIAN BAYONA Y RICARDO LEMUS PORTILLO
El cuadro revive la época en que tanto el agua como la leche eran llevados a la ciudad a lomo de mula por los campesinos de la región. Las mujeres, cumplían la tarea de la venta directa, cargando sobre sus espaldas un recipiente metálico que, a veces, también sostenían sobre sus cabezas con un pretal. Los integrantes, vestidos como campesinos desfilan con sus mulas cargadas de barriles de madera.
Tradiciones Populares:
23- LA DANZA DEL TIGRE. TRADICIÓN DEL CORREGIMIENTO DE OTARÉ.
DIRECTOR DE COMPARSA: IVÁN DURÁN LANZZIANO
Patrimonio inmaterial del corregimiento de Otaré (antes Brotaré) y también de las poblaciones de Río de Oro (Cesar) y Teorama. La denominada Fiesta del Tigre tiene lugar en Otaré, los días 5, 6 y 7 de enero.
La danza recoge la historia de un tigre que asolaba la región, hacia finales del siglo XIX, lo cual dio lugar a que se formaran partidas caza para acabar con la fiera. Se cuentan entre los participantes, algunos pintados con hollín, que representan a los negros cazadores. El certamen recrea la aparición de la fiera, los daños causados por ella, su cacería, matanza y la venta del cuero.
Cuadros Pintorescos:
22- LA LLEGADA DE LOS GITANOS
DIRECTOR DE COMPRASA: ALBERTO ÁLVAREZ
Recuerda esta comparsa a los grupos de gitanos que ya hace mucho tiempo solían venir a Ocaña, creando con ello todo un acontecimiento cultural y recreativo. En este cuadro se observan las famosas carrozas gitanas y sus integrantes con las vestimentas propias de su cultura.
Al igual que lo indios, los gitanos son otra especie milenaria en nuestro país. En Bogotá viven solo algo más de tres mil gitanos que se aferran a sus tradiciones. Los gitanos tienen cuarenta siglos de historia. Historia que para muchos se resume en la vida nómada, en las carpas, en los naipes, en la adivinación, en el rebusque, en su fama de avivatos. En Colombia esa historia apenas supera los ochenta años. Provenientes de Rusia y Egipto los gitanos llegaron para quedarse. Aquí echaron raíces, por eso sus carpas ahora son de ladrillo. Atrás van quedando las épocas en las que las doncellas leían la suerte y deseaban buena fortuna. Ahora sus manos no se tienden para predecir sino para bendecir. De las nostalgias de sus cantos ancestrales, han pasado a los himnos de alabanza en castellano. Sí, los gitanos sin tierra y sin patria, hoy son cristianos. Siguen pensando, como antaño, que son una raza elegida. Mantienen las costumbres familiares en torno a un patriarca. Las mujeres no pueden llegar a casa después de las cinco de la tarde, y si son casadas, no deben pasar frente a los hombres, a menos que haya un niño de por medio. Conservan su idioma, su vestuario, sus largas fiestas, su inclinación por la música y sus bailes ancestrales con ritmos rusos y nostalgias españolas. Dejaron la fiebre del oro por la orfebrería. Desde los diez años trabajan el aluminio, el cobre y la forma de acabar con su fama de avivatos; por eso denigran de los adivinadores que se hacen pasar por gitanos de quienes dicen que sólo tienen una gota de sangre gitana y el resto es colombiana. Por lo pronto ya tienen un escriba que se encargará de contar los secretos de la leyenda gitana, confiados como están que su raza tendrá una segunda oportunidad sobre la tierra.
Indiferencia y exclusión como constante de los Gitanos
Dice la historia que la llegada a Colombia de los gitanos, también conocidos como pueblo ROM (palabra que significa gente en romanés), se dio casi simultáneamente con la de los primeros europeos; tanto así, que es posible afirmar que en el tercer viaje de Cristóbal Colón a estas tierras navegaron cuatro ROM.
23. LAS TAMBORINAS
DIRECTOR DE COMPARSA: RAFAEL GARCÍA PINO
Con el nombre “Tamborinas”, se conoció una serie de grupos espontáneos de niños y jóvenes que se disfrazaban durante la temporada de festejos de fin y comienzo de año, con el fin de recaudar algún dinero para sus gastos de juguetes y otros elementos.
Estos grupos salían de los barrios de La Costa, El tejarito, Villanueva, El Carretero y La Piñuela danzando al compás de una caja de madera sobre la cual se confeccionaba un tambor con cuero de res, carracas, pitos y maracas. Los danzantes se detenían a las puertas de las residencias de la ciudad y allí comenzaban a bailar hasta el que el dueño les regalaba algún dinero.
Es muy posible que esta tradición se remonte a los famosos bailes de “diablitos y cucambas” que se desarrollaron durante la época colonial, y que fueron suspendidos por la iglesia por considerárseles profanos.
24. LOS CAPUCHONES
DIRECTOR DE COMPRASA: JUAN CARLOS PARRA. UFPS
Estos singulares disfraces, tomados en 1945 del Carnaval de Barranquilla, fueron incorporados al Carnaval de Ocaña a partir de su primera versión el 3 de enero de 1946. Niños, jóvenes y adultos adoptaron este disfraz y todavía se recuerda con entusiasmo los bailes de coronación realizados en el Hacaritama (localizado en el actual Palacio Municipal), donde los capuchones constituían mayoritariamente el vestuario festivo. Tamborinas y disfraces de indígenas, y la inolvidable “Gigantona”, solían recorrer los barrios y el centro de la ciudad, alegrando las festividades decembrinas y los días del Carnaval.
Se realiza la marcha desde el Complejo Histórico de La Gran Convención, por toda la calle Real, hasta los Seguros Sociales. Durante el trayecto se llevan a cabo algunas representaciones teatrales (“Fusilamiento de Agustina Ferro”, “Marcha de los colorados”, “Debates de la Gran Convención”, etc.), danzas (La Vencedora, La Libertadora, Ocañerita, etc.) que causan mayor atractivo e impulsan a las gentes a indagar sobre el significado histórico de los cuadros.
El Desfile de los Genitores es organizado y gestionado por la Corporación Cultural y Artística Desfile de los Genitores; se realiza con recursos adjudicados para este fin, mediante proyectos presentados al Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación, quien ha apoyado desde el año 2004, al Departamento Norte de Santander, Secretaría de Cultura, quien le destina recursos de la Estampilla Procultura y del Municipio de Ocaña, el cual lo tiene incluido en el Plan de Desarrollo del Municipio, como un renglón independiente, con recursos fijos.
Adicionalmente, se cuenta con el apoyo logísticode instituciones como el SENA, que participa en la confección del vestuario y algunas telas. De la misma forma ocurre con los VIGÍAS DEL PATRIMONIO CULTURAL, ACADEMIA DE HISTORIA DE OCAÑA, CANAL REGIONAL DEL ORIENTE TRO, CENS, ESPO S. A., POLICÍA NACIONAL, EJÉRCITO DE COLOMBIA, BANCO DE COLOMBIA, CANAL COMUNITARIO TV SAN JORGE, CRUZ ROJA, DEFENSA CIVIL, UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULSA SANTANDER-OCAÑA.
También participan todos los medios de comunicación locales durante la organización del evento, prestando su concurso en mantener informada a la comunidad en todo lo relacionado con el Desfile, y desde los primeros días de Diciembre, empiezan a publicitar los boletines que para este fin les hace llegar la Corporación.
En el certamen interviene activamente toda la comunidad, pues se hace convocatoria pública para escoger a los participantes, que infortunadamente deben limitarse en número, debido a lo precuario de los recursos económicos.
TEXTOS: LUIS EDUARDO PÁEZ GARCÍA
FOTOS: ARCHIVO SEMANARIO LA PROVINCIA, CARLOS JORGE VEGA V. Y LUIS EDO. PÁEZ G.
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