GUIA DE
FORASTEROS 1810. LA REGIÓN DE OCAÑA
Presentamos a
continuación los apartes del trabajo investigativo realizado por los académicos
Amando Martínez Garnica y Daniel Gutiérrez Ardila, correspondientes a la región
de Ocaña en 1810, antes de producirse la sustitución de las autoridades
virreinales por parte de los republicanos.
El resultado de
esta investigación hizo parte del material dirigido a docentes y estudiantes de
Colombia, durante la conmemoración del Bicentenario de la Independencia,
pareciéndonos muy útil su divulgación entre nuestros académicos, profesores y
estudiantes de la región, con motivo de la próxima celebración de los 200 años
de la firma del Acta de Independencia de Ocaña, el 7 de abril de 2013.
Presentación
Durante la
segunda mitad del siglo XVIII comenzaron a publicarse en el Nuevo Reino de
Granada los almanaques o Kalendarios manuales de los años transcurridos
desde la encarnación del Señor Jesucristo. En ellos se contabilizaban los años
corridos desde la creación del mundo, la ocurrencia del diluvio universal, la
fundación de Roma, España y Madrid, del descubrimiento de América y de la
fundación de la ciudad de Santa Fe, del acto
de la corrección
gregoriana del calendario, del comienzo del pontificado del papa en funciones y
del comienzo del reinado del católico monarca en vigencia, así como desde el comienzo
de los gobiernos del virrey y del arzobispo que a la sazón administraban los gobiernos
temporal y espiritual del Reino.
(…)
Al menos dos
neogranadinos se ocuparon de complementar estos almanaques con una guía de
forasteros. Querían ofrecer a quienes llegaban a la sede de la Real Corte Virreinal
información sobre todos los funcionarios civiles y eclesiásticos, sobre los abogados
y procuradores de oficio que podían representarlos ante los estrados de la Real
Audiencia o ante la Curia Arquidiocesana, y también sobre el estado
administrativo y militar del Reino. Don Joaquín Durán y Díaz publicó en dicha
capital su guía sobre el Estado general de todo el Virreinato de Santa Fe de
Bogotá en el presente año de 1794, y dando cumplimiento a la comisión dada
por el virrey Amar el Doctor Antonio José García de la Guardia publicó doce
años después, en la Real Imprenta que administraba don Bruno Espinosa de los
Monteros, su Guía de forasteros para el año de 1806. Como contador general
de los diezmos y administrador de las rentas anuales del Arzobispado de Santa
Fe, Durán y Díaz estaba en posición para conocer todos los curatos de su
jurisdicción, los abogados y la administración política del Reino, y de cumplir
así satisfactoriamente la real orden dada en 1804 para que se escribiera esta
guía1.
Sobre el esquema
jerarquizado de distribución de los funcionarios, tanto del orden secular como
del eclesiástico, pues el orden social del antiguo régimen político se fundaba en
la distinción y en los privilegios jerarquizados de todos los grupos sociales,
se ofrece a los docentes y estudiantes colombianos y extranjeros la Guía de
forasteros del Nuevo Reino de Granada para el año de 1810. Este fue un año
especial en el Reino por el rápido cambio que acaeció desde su mes de mayo,
cuando comenzó a hablarse de una transformación política originada por la mayor
crisis experimentada por la monarquía de los Borbones en España y sus dominios
americanos. Para ilustrar a cualquier forastero de ese entonces, esta Guía imaginaria
proporciona en su primera parte una imagen burocrática general del Virreinato
de Santa Fe hasta el mes de julio del año de la transformación política, dando
a continuación y en su segunda parte la imagen institucional resultante de
dicho cambio en la jurisdicción de la Real Audiencia de Santa Fe. Un
agradecimiento especial debe esta Guía a
los colegas que
gentilmente revisaron el texto desde sus respectivas especializaciones temáticas:
Santiago Díaz Piedrahita, fray Luis Carlos Mantilla Ruiz O.F.M., María Clara Guillén
de Iriarte, Adelaida Sourdis Nájera, Jaime E. Rodríguez O. y Marina González Arenas.
También a Gloria Rivera, Mauricio Ortiz y Dora Mafla, quienes hicieron búsquedas
en varios archivos regionales.
(…)
Esta Guía de
forasteros ha conservado el vocabulario institucional y el tono respetuoso
de los vasallos cuando hablaban de los funcionarios de los órdenes secular y
espiritual en el Virreinato de Santa Fe. Se trata de un quién es quién de
1810 reducido al grupo burocrático virreinal, por lo que no debe esperarse una
identificación de los miles de vasallos que no ejercían la autoridad pública o
eclesiástica. Sabemos de antemano que se encontrarán algunas equivocaciones en
la identificación de algunos personajes de 1810, así como muchas ausencias,
derivadas no de una mala intención de los autores sino de la cantidad de
fuentes aún no consultadas.
(…)
Gobernación de
Santa Marta
Comprende las
ciudades de Santa Marta (capital), Tamalameque, Ocaña, Valencia de Jesús
y Valledupar, y
también la villa de Tenerife. La ciudad de Santa Marta tiene agregados a los
pueblos de Bonda, Mazinga, Mamatoco, Taganga, Gaira, Ciénega, y también a las parroquias
de Santa Cruz y San José, La Concepción del Remolino, Victoria del Guáimaro y
El Piñón. La ciudad de Tamalameque tiene en su jurisdicción los pueblos de San Bernardo,
Simaña, El Banco, Guamal, San Sebastián, San Zenón, San Fernando, Santa Ana,
Saloa y Chimichagua. A la ciudad de Ocaña están agregados los pueblos de Río
del Oro, San Jacinto y Aguachica; y a la ciudad de Valencia de Jesús los de San
Marcos del Paso y San Sebastián de la Nevada. La ciudad de Valledupar tiene en
su jurisdicción las poblaciones de San Antonio de Badillo, San Juan Bautista de
Cesar y San Agustín de Fonseca, así como los pueblos de Barrancas, El Lobo,
Becerril del Campo, Tupes, Santo Tomás de Villanueva, San Lucas del Molino, San
Isidro de los Atánquez, Nuestra Señora del Rosario de la Sierra Nevada, Tucuy,
Catacara, Fernambuco, El Tuerto, Puntagorda, Ariguaní, Garupal, La Divina
Pastora y Las Pavas, que fue abandonado por los indios. La villa de Tenerife
tiene los pueblos de Pinto, San Antonio, El Plato, Zambrano y El Fetón. Se
nombran tenientes de gobernador en Santa Marta y en el Valle Dupar, y capitanías
a guerra para Chiriguaná, Guáimaro, San Pedro Mártir del Peñón y Remolino.
También corregidores para El Tetón y Zambrano, Ocaña, y Ciénaga.
Editores:
Armando Martínez Garnica y Daniel Gutiérrez Ardila
FUNCIONARIOS
- Dr. don Miguel
Ibáñez y Vidal, natural de Cartagena (1761). Hijo de don Antonio Miguel Ibáñez de Aguirre del Río, natural de
Cartagena de Levante, y doña María Nicolasa Vidal, natural de Cartagena de
Indias. Colegial bartolino, se doctoró en la Universidad de Santo Tomás el 1º
de enero de 1783. Está casado desde 1787 con la señora ocañera doña Manuela
Jacoba Arias
Rodríguez (1772). Vive en Ocaña, donde es oficial real y juez de puertos por nombramiento
del virrey Amar y Borbón. Es padre de cinco hijos (Pedro Alcántara, Miguel,
Antonio, Manuel, Vicente) y seis bellas hijas (Nicolasa, Carmen, Josefa,
Isabel, Manuela y Bernardina).
- Dr. don
Francisco Aquilino Jácome Llaín, nacido en Ocaña (1778) del matrimonio formado
por don Simón Tadeo Jácome Morineli y María del Rosario Llaín Saravia. Contrajo
matrimonio con doña Juana de Dios Lemus Rodríguez. Vive en Ocaña.
- Don José
Antonio Cortés de Ron y Rodríguez, vive en la calle de San Antonio Abad.
Natural de Ocaña
(1776), fue capista de Filosofia y colegial porcionista en el Colegio del Rosario,
y se graduó de Bachiller en filosofía (1791) y en Derecho Canónico (1794). Fue oficial
de la Administración de Aguardientes de Panamá.
- Corregidor de
Ocaña: sargento
mayor de milicias españolas Julián Sánchez Hermosilla, quien reemplazó a don Emigdio
Llaín de Saravia el 26 de agosto de 1807. El cabildo de Ocaña se negó a darle
posesión en razón de las protestas del síndico procurador general y del
apoderado del comerciante don Juan de Francisco Martín, quien hizo valer una acreencia
de 4.900 pesos en contra del corregidor nombrado por el Virrey. Se siguió por ello
una causa muy dilatada.
Cabildo de la
ciudad de Ocaña
Se incluyen en
su jurisdicción las parroquias de Río del Oro, Aguachica y Llano de la Cruz,
los sitios de
libres de El Puerto y San Jacinto, y los pueblos de indios de Buenavista,
Pueblo
Nuevo, Aspasica,
Brotaré, San Antonio y La Loma.
- Capitulares:
Ramón de Trillo, Miguel Antonio Lemus, Cayetano Antonio Villarreral, Francisco
Quintero Príncipe, Francisco Soto Jácome.
Alférez real: don Antonio Luiz
Jácome.
Escribano: don
Francisco Gómez de Castro.
Cabildo de la
ciudad de Ocaña
Se incluyen en
su jurisdicción las parroquias de Río del Oro, Aguachica y Llano de la Cruz,
los sitios de
libres de El Puerto y San Jacinto, y los pueblos de indios de Buenavista,
Pueblo
Nuevo, Aspasica,
Brotaré, San Antonio y La Loma.
- Capitulares:
Ramón de Trillo, Miguel Antonio Lemus, Cayetano Antonio Villarreral, Francisco
Quintero Príncipe, Francisco Soto Jácome.
Alférez real: don Antonio Luiz
Jácome.
Escribano: don Francisco
Gómez de Castro.
Real Caja de
Ocaña
- Oficial real: Dr. don Miguel
de Ibáñez, natural de Cartagena (1761), colegial de San Bartolomé.
Oficiales:
- Don Francisco
Fermín Núñez.
- Don Agustín Llain.
Administraciones de la
Renta de Correos en el Virreinato
- Ocaña: don
Manuel María Trigos, administrador desde enero de 1806.
Administraciones de
alcabalas y aduanas del Virreinato
Nota: en Santa Marta,
Riohacha, Valledupar y Ocaña administran también este ramo los ministros de la
Real Hacienda.
Contadurías generales
de tabacos y aguardientes
- Ocaña: don
Manuel José de Arias.
ADMINISTRACIONES
PRINCIPALES DE AGUARDIENTE Y NAIPES
- Administración
particular de Ocaña: don José Ibáñez.
Junta Superior
Provincial de Santa Marta
- Diputado
del Cabildo de la ciudad de Ocaña: Dr. don Francisco Aquilino Jácome Morinelli.
Natural de Ocaña (1780), hijo de don Simón Jácome Morinelli y doña María del Rosario
Llaín. Fue colegial porcionista en el Colegio del Rosario, se graduó de
Bachiller en
Filosofía (1799)
y en Derecho Canónico (1803), así como de Licenciado (1803) y Doctor en Derecho
Canónico (1804). Las Instrucciones que le fueron dadas por el cabildo
que representa advirtieron sobre su mínima representación en esta junta, y la
de los demás cabildos de la provincia, y su efecto político: “llevará el sello
de involuntaria, ilegítimamente establecida e improbada por un juicio
universal”.
Los editores e
investigadores:
Armando Martínez
Garnica (Bucaramanga,
1950) es Doctor en Historia por El Colegio de México y profesor titular en la
Universidad Industrial de Santander. Es autor de muchos libros y artículos
sobre diversos aspectos de la historia colombiana.
Daniel Gutiérrez
Ardila (Medellín,
1979) es Historiador graduado en la Universidad Nacional de Colombia (sede
Medellín) y Doctor en Historia por la Universidad de Paris 1 Panthéon-Sorbonne.
Su tesis doctoral (2008), titulada Un Nouveau Royaume, géographie politique,
pactisme et diplomatie durant l’interrègne en
Nouvelle Grenade
(1808-1816),
fue dirigida por Annick Lempérière. Es docente investigador en el Centro de
Estudios en Historia de la Universidad Externado de Colombia.
Roberto Luis
Jaramillo Velásquez,
natural de Medellín, es Abogado y Magister en historia, profesor de la
Universidad Nacional de Colombia (Medellín). Es uno de los coautores de la Geografía
de Antioquia.
María Teresa
Ripoll,
cartagenera, es Magíster en Historia por la Universidad de los Andes y
profesora de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Ha publicado varios libros
sobre las élites y los empresarios del Caribe colombiano.
Zamira Díaz
López,
natural de Palmira, es Magíster en Historia por Vanderbilt University y
profesora de la Universidad del Cauca. Es autora de varios libros y artículos
sobre la historia regional del Cauca Grande y sobre archivos.
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